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«¿Y si un trozo de madera descubre que es un violín?»
Arthur Rimbaud
Por Samuel Cantón Zetina/@SamuelCanton
No es censura -no como intención confesa-, pero el presidente Andrés Manuel López Obrador pedirá al director de Twitter en México, Francisco Jiménez Viesca, al que invitó y aceptó ir a Las Mañaneras, que esa red controle y limite el tema de los bots para “acabar con noticias falsas y las que denigran la vida pública, insultan y faltan el respeto a las personas”.
“Lo peor que puede haber es el anonimato. Tirar la piedra y esconder la mano. Eso es de hipócritas”, dijo AMLO.
En ese entendido, pedirá a la empresa que “purifique” y transparente sus contenidos.
Aclaró el paisano: “Sin llegar a la censura”, y entendiendo que Twitter tiene que cuidar los equilibrios, comercialización, y garantizar libertades.
“¿Cuáles son las fronteras?”, se preguntó.
¿Pretende AMLO amordazar al pájaro azul? ¿Atenta contra la libertad de expresión tan solo por usar las palabras control y limitaciones?
De eso lo están acusando ya sus enemigos, pero… ¿no estamos de acuerdo con que la gente que libremente se expresa en las “benditas” redes, dé la cara?
¿Que si son valientes desde la oscuridad, o utilizando perfiles falsos u otros nombres, tengan la oportunidad de serlo, como ellos mismos?
El que escribe, definitivamente está a favor.
¿Quién vota porque los twitterbots desaparezcan como instrumento de engaño, que “infla” seguidores, inventa identidades, y en política sirve para atacar y denostar desde la mentira y las sombras?
Al menos, debe regularse para ser usado exclusivamente con fines comerciales, o propagandísticos, siempre y cuando se diga, con toda claridad, como el etiquetado informativo en comida chatarra, que los mensajes o propaganda provienen de un programa informático.
De allí la protesta del presidente, aunque él mismo ha sido responsabilizado por sus vastos oponentes de contratarlos para el mismo fin del golpeteo político.
En España, el anterior presidente, Mariano Rajoy, fue denunciado por el sospechoso incremento de sus admiradores (millones eran ficticios).
No se trata de coartar la libertad de expresión, el columnista no lo ve así, sino de clarificar las reglas de participación de todos en Twitter, a partir de cada quien hacerse responsable -asumiendo sus consecuencias- de lo que habla o escribe, y no esconderse en el anonimato, seudónimos, personas inexistentes o la cobardía.
¿Alguien se opone?
BRUTALES PÉRDIDAS EN FACEBOOK POR TRUMP
Facebook, mientras tanto, es objeto de un boicot por parte de grandes anunciantes -más de 160-, entre ellas Starbucks, Coca Cola, Verizon, Unilever y Honda, en protesta por su falta de compromiso con el control de la información tóxica y el discurso de odio.
Zuckerberg, que por años se negó a las restricciones, anunció “nueva política” contra la intolerancia y discriminación, luego de la caída de ingresos por la pandemia y de la de sus acciones en Bolsa (8%), equivalente a borrar en un día 56 mil millones de dólares del valor de la compañía.
Para su fundador y CEO, supuso una pérdida de 7 mil 200 millones de dólares de su fortuna personal.
Facebook es la segunda plataforma de anuncios del mundo, por detrás de Google, con unos ingresos anuales por publicidad de 69.700 millones de dólares.
La crisis arrastró a Twitter, aunque ésta no es blanco del boicot, al desplomarse también sus acciones 7%.
El enfrentamiento con los anunciantes encuentra a Donald Trump como protagonista, porque es el principal instigador de odio, racismo, discriminación e intolerancia, que al igual que en la campaña en que ganó la presidencia, ha empezado a usar ahora para las elecciones del 3 de noviembre.
La plataforma le retiró un anuncio de campaña el 18 de junio, por contener un símbolo similar a los de los nazis: un triángulo rojo invertido que cosían en la ropa de los prisioneros políticos en los campos de concentración.
El magnate denunció a Facebook por censura y sesgo.
Redes sociales libres, sí, pero no libertinas ni caóticas.
PLEITO AMLO-GOBERNADOR POR LA MADRE DEL MARRO
No habíamos acabado de escribir que el fracaso contra el crimen no es nada más del presidente, sino también de los gobernadores y alcaldes, cuando AMLO afirmó que veía los añejos problemas de la corrupción e ineficiencia tras la liberación -por falta de pruebas- de la madre del “Marro”, aprehendida por narcomenudeo.
De inmediato, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, gobernador de Guanajuato -el estado más violento de la República-, “se lavó las manos” acusando a Obrador de “politizar” la seguridad en su feudo, y a la FGR del excarcelamiento “por no haber atraído el caso”.
Según él, la Fiscalía guanajuatense únicamente actuó como “coaduyuvante” en el operativo de detención de San Isidro Elguera, Celaya.
Y pidió “respeto” a la autonomía de los poderes y al federalismo.
Como quien dice, no se metan con su imperio.
AMLO habría expuesto además otra verdad: “… algunos jueces andan buscando siempre fallas en la hora de la detención, en los papeles, en cualquier cosa, para dejar en libertad a (presuntos) delincuentes”.
Concluyó: “Es una forma de ocultar, un acuerdo, una transa, para decirlo con claridad”.
La responsabilidad es constitucionalmente compartida por los tres ámbitos de gobierno.
El presidente hace muy bien en no sudar calenturas ajenas…
