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* Lorenzo Córdova le puso ya fecha al aplazado proceso electoral en el estado provocando la oposición de Morena; ahora estará por verse si en los hechos se respetan la autonomía y decisiones del máximo órgano electoral del país, bajo la excusa de la pandemia y sus semáforos en el territorio nacional
Por Antonio Ortigoza Vázquez
Especial para Expediente Ultra
La vida nacional –en la economía, la política, el ámbito social y la cultura— navega sin vela ni timón, por inercias propias de la anormalidad; incluso, en la misma cultura del poder económico y político se advierte una excepcionalidad ineludible: la del COVID-19.
El país vive una crisis generalizada que llega a los límites de la parálisis en ciertos sectores, tal vez porque la débil flama de la esperanza social aun centellea, acosada por implacables temporales y enrachados con violentos golpes de viento. Los actuales son de verdad, tiempos fatales.
En ese contexto de crisis de todo tipo, más la de salud –la más letal–, pretende el poder público conducir sus asuntos electorales pendientes, como si en realidad nada extraño estuviere ocurriendo.
Así, en ese contexto de la alerta de pandemia mundial, bajo una tenue y quebradiza apariencia del derecho, los personeros de todos los partidos políticos en Hidalgo, con la imperturbabilidad de la inconsciencia, retoman sus quehaceres electorales, y ya tienen fecha para llevar a cabo las elecciones a presidentes municipales que se encuentran pendientes.
En medio de los índices de contagios y muertes por Covid, se aprestan a retomar el proceso electoral suspendido para, de hecho, reponerlo por otro. Porque algo tendrá de simulación pues deberán restaurar el asunto en poco tiempo; simular que no hay registro en la psique colectiva social de ocurrencias y sucedidos ajenos a las premisas de la salud pública; los silogismos de la vida política y las manifestaciones de la vida están en pausa, porque el Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova Vianello hizo oficial que el 18 de octubre se realizarán los comicios en los 84 municipios del estado.
En ese contexto, Córdova Vianello, señaló: “estamos por tomar una importante decisión que tiene que ver con la principal atribución y función de este Instituto, que es la organización de las elecciones”. Y dejo claro que el INE “ha respetado estrictamente las directrices del Consejo de Salubridad General, pero supo adaptar su vida interna, primero a la Jornada Nacional de Sana Distancia, y posteriormente a la etapa de ‘Nueva Normalidad’, para no detener su marcha, y seguir garantizando los derechos políticos de las y los mexicanos”.
Así, vamos a un proceso electoral con la luz verde del INE, pero… sin la del Consejo General de Salud. Elecciones con un llano en llamas, llamado México que tiene por nutriente el descontento generalizado, que cada día crece más en el sentir ciudadano de que don López se quiso pasar de listo y ha quedado como tonto. Creó un Estado de Excepción por decreto presidencial, nada menos.
Y sacudió brutalmente al país sin más propósito que cosechar los réditos de un inexistente capital político, cercenando mediante sus discursos mañaneros. Oportunismo político ramplón, sin filigranas.
Lo que está por venir es un verdadero encontronazo con el partido del presidente pues Morena ha señalado que no está de acuerdo en que se realicen las elecciones pendientes tanto en Hidalgo como en Coahuila, esgrimiendo que ante todo está la salud; esa misma que ellos no han protegido ni cuidado y que ya enfila a los 50 mil muertos en solo cinco meses de la pandemia. Cifra muy superior a los 30 mil muertos que dejó en su sexenio Calderón por su Guerra contra el Narco.
Y mientras Morena se enfila a dinamitar la elección local, vale la pena concitar lo expresado por el titular del INE, quien detalló la fecha en que podrían darse el aplazado proceso electoral. “En el caso de Hidalgo, donde la toma de posesión de las nuevas autoridades municipales estaba prevista para el 5 de septiembre y para un periodo de cuatro años, se está proponiendo que los ayuntamientos electos el 18 de octubre asuman su cargo, y ahí está, lo mismo ocurriría, digamos, como fecha para finiquitar el proceso electoral, el 15 de diciembre, atendiendo, por cierto, una sugerencia que u comentario que realizó el Consejero Ruiz Saldaña, y mientras tanto, el Congreso tendrá que nombrar consejos municipales interinos”.
Y en defensa a su autonomía, indicó: “Con ello, estaríamos en posibilidades de garantizar a los actores políticos que puedan completar la “cadena impugnativa”, dotándoles de tiempo suficiente para acudir ante tribunales, en caso de que haya inconformidades, realizar las tareas de fiscalización puntualmente, y atender debidamente las impugnaciones que las resoluciones jurisdiccionales”.
No podemos abandonar el teclado sin añadir que el próximo domingo se reunirá el Consejo Electoral del Estado de Hidalgo (IEEH), para deliberar sobre el tema. Veremos en los próximos días si los hidalguenses acudirán a las urnas en octubre próximo y los ganadores en las alcaldías toman protesta el diciembre próximo.
