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ATENEO NACIONAL DE LA JUVENTUD: CAPÍTULO HIDALGO

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Elvira Hernández Carballido

 

Me llena de orgullo y emoción conocer a jóvenes que luchan por hacer del voto nuestra arma de cambio como Alan Daniel Hernández Jiménez, estudiante de la licenciatura de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo quien una tarde entró a mi salón para convencer a mi grupo sobre la importancia de votar. No habló de ningún partido ni sacó ningún color de su preferencia, simplemente les habló de la importancia de la democracia, del sufragio, de cambiar a este país, a nuestro estado. Él, junto con otros/otras jóvenes hidalguenses, está haciendo una campaña para crear una cultura del voto pero también para acercar a la juventud bella y airosa a la vida política de nuestro estado

Presentación oficial

Es así como este sábado 28 de mayo se presentaron a la sociedad como “El Ateneo Nacional de la Juventud: Capítulo Hidalgo”. Entre sus acciones, la más inmediata es crear estrategias “que promuevan la conciencia a la hora de votar, dadas las circunstancias a vivir en los procesos electorales a desarrollarse, así otorgar las herramientas necesarias para conocer y entender las implicaciones que tiene la acción de votar, su importancia y tomar en cuenta todas las atenuantes para tomar determinada decisión, así como entender la importancia de la participación electoral y defensa de sus principios, (libre, secreto y universal).” Por eso, tienen como objetivos: Incidir en la conciencia crítica de los jóvenes de 18-20 años en cuanto a su primer voto; generar herramientas para el uso adecuado de los medios democratizadores de la localidad; y, evitar la compra-venta de votos en la localidad.

Alan Daniel, junto con otras almas jóvenes como Abraham Bautista Miranda, Karla Ávila Montalvo, Daniela Denisse Guerrero, entre varios más, representan a esa juventud hidalguense que quiere un mejor estado. Su primera acción es persuadir sobre la importancia del voto, pero tratarán que en este año puede sensibilizar en otros escenarios como la cultura, la historia, el ayer y hoy de Hidalgo o un observatorio juvenil empujen a esta entidad con la fuerza del viento que nos obliga a llamarnos la “Bellairosa”.

Antecedentes

“El Ateneo Nacional de la Juventud”, nació en el año de 2011 y por iniciativa de un grupo de jóvenes de la Universidad Nacional Autónoma de México, sin ningún color de algún partido político más bien con el colorido de una juventud que anhela un mejor país.

El nombre se los inspiró ese grupo juvenil que surgió en nuestro país durante esos días difíciles de principios del siglo XX. Este grupo destacó por sus  grandes aspiraciones humanistas y entre sus integrantes estaban José Vasconcelos, Pedro Henríquez, Antonio Caso Alfonso Reyes y Julio Torri. Se les consideró un grupo con claridad y unidad de propósitos, con altísima idea de su encomienda, rebelde e inconforme ante la cultura porfiriana. Desacreditaron al positivismo y al impugnar frontalmente el criterio moral del porfirismo, fueron precursores de una revolución moral. Por lo tanto, fueron la primera señal patente de una conciencia pública emancipada del régimen.

Es importante señalar que si bien en la historia oficial de “El Ateneo” jamás se menciona la presencia femenina, la visión canónica sobre el tema es la que ha hecho suponer que la presencia femenina en esta agrupación es cosa de excepción y su importancia es secundaria. Pero, no es así,  junto con ellos tuvieron una participación activa y a la par dos mujeres: la escritora María Enriqueta y la pianista Alba Herrera

Además, el mismo Henríquez Ureña mencionó en una carta que durante las conferencias que ellos celebraban asistían muchas mujeres: Luz Vera, la hidalguense María Luisa Ross y Ana María Valverde, todas ellas maestras normalistas; la poeta Laura Méndez de Cuenca;  Alba Herrera y Artemisa Elizondo, profesoras de música; así como esposas, madres e hijas de los intelectuales de la época, entre ellas la mujer de Martín Luis Guzmán.

Si bien la conferencia pública fue un instrumento importante para esta generación, muchos de sus integrantes también aprovecharon la palabra escrita para transmitir sus ideas, fue así como varios de ellos dieron a conocer  sus reflexiones en diversos periódicos o fundaron sus propias publicaciones

Bajo esta inspiración, poco a poco, jóvenes de nuestro país se organizan, con un ideal y la misma necedad: “Empoderar a las y los jóvenes de México promoviendo su participación cívica, cultural y social mediante tres ejes de acción: formación, emprendimiento e incidencia en políticas públicas.” En su modelo de empoderamiento juvenil, destacan tres puntos:

  • Formar para la participación: actividades que buscan concientizar a las y los jóvenes sobre diferentes problemáticas sociales, sensibilizarlos en torno a la importancia de participar y ofrecerles herramientas y capacidades para identificar las formas más efectivas de tomar acción.
  • Emprender para el desarrollo: plataformas que tienen como finalidad promover, incubar y vincular el emprendimiento social y empresarial de los jóvenes, con el principal objetivo de empoderarlos económicamente y convertirlos en agentes de cambio dentro de sus comunidades.
  • Incidir para la transformación: espacios que faciliten el acercamiento entre jóvenes y actores sociales, que posiciones temas en materia de juventud dentro de la agenda pública y logren incidir de manera efectiva en los tomadores de decisiones.

En Hidalgo se ha hecho eco a esta propuesta.

Acciones

En su documento oficial, textualmente se presentan a la sociedad hidalguense:

“El Ateneo Nacional de la Juventud: Capítulo Hidalgo”. Nada mejor que creer en su certeza: “… buscamos incidir en el pensamiento crítico de la juventud hacia un efectivo ejercicio de cambio en favor de las actividades culturales, cívicas y políticas en el estado de Hidalgo y sobre todo que estas sean lideradas y guiadas por los jóvenes hidalguenses, es decir generar su “empoderamiento”.”

Además de crear esa cultura del voto en estos días representativos, han creado un plan de trabajo, con su objetivo muy puntual y las actividades que podrán ayudar a cumplirlos.

Es así como en “Expresando una vida”, convocarán para que se participe en diferentes tipos de expresiones –ensayos, poemas o relatos- el sentir de la juventud ante la vida cotidiana pero también ante sucesos que la trascienden. Sus objetivos son:

  • Acercar a la juventud pachuqueña a la cultura mediante diferentes formas de expresión artísticas.
  • Dar a conocer sus aptitudes además de sus necesidades a las autoridades locales.
  • Generar una convivencia juvenil basada en el interés por el arte y su crítica.

 

De igual manera, invitan a dar “Un paseo por la historia” y mirar hacia el pasado para recuperar nombres y acciones, para seguir ejemplos o no repetir errores, comparar y comprender, analizar y cuestionar. Sus metas trazadas son:

  • Recuperar la importancia cultural del centro histórico de Pachuca.
  • Incentivar a los jóvenes en el acercamiento a la historia de su localidad, así como entender su realidad a través de este proceso.

En sus programas de incidencia presentan la propuesta de crear a través de imágenes y diversos géneros audiovisuales se generen espejos que permita a cada joven reconocerse, descubrirse, confirmar su identidad y a la vez cuestionarla. Así en “La imagen en movimiento, como revolución”, esbozan los siguientes puntos:

  • Generar una autoevaluación de nuestra identidad como jóvenes en el quehacer cívico y cultural del estado.
  • Impactar y atraer la atención de los jóvenes en el estado y sobre todo en la ciudad.

Destaca su compromiso de crear un “Observatorio Juvenil Hidalgo” para estar atentos de tres aspectos significativos:

  • Incentivar de manera directa la participación juvenil en la incidencia de la toma de decisiones.
  • Fomentar la rendición de cuentas en el estado.
  • Fortalecer instrumentos democráticos y el dialogo con funcionarios.

Planean hacer encuentros entre diferentes universidades, donde cada alumno y cada alumna pueda debatir los temas que les preocupan, exponerlos, provocar la participación así como proyectos que  generen una participación constante en la vida social, política y cultural del estado.

En cada página de su documento se aspira juventud e ideales, frescura y utopías, posibilidades y propuestas. “El Ateneo Nacional de la Juventud: Capítulo Hidalgo” empieza a dar sus primeros pasos, pisando firme y con verdadera convicción.

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