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«Nadie escarmienta en cabeza ajena…»
Por Samuel Cantón Zetina/@SamuelCanton
Se les ha dicho a los mexicanos de todos los confines, a lo largo de ¡tres meses!, que no salgan de sus casas y mantengan el distanciamiento social.
La gente sabe lo que tiene qué hacer.
¿Por qué con la gira del presidente López Obrador dejaría de saber qué hacer o tendría que interpretar algo distinto a lo que hasta el cansancio se le repite a diario?
¿De verdad están obligados a correr el mismo riesgo que según los expertos y científicos citados por él mismo, asume libremente AMLO?
¿No son capaces de determinar por su cuenta lo que es mejor para ellos, sus hijos y sus familias?
La razón del paisano para continuar sus recorridos es que “necesitamos retomar la vida pública…”
Es una reflexión política válida en su carácter de Jefe de Estado.
Y también motivo de orgullo, como hombre del Sureste, ser testigo de la inauguración de las dos principales obras de su sexenio: Tren Maya y refinería de Dos Bocas.
¡Ni hablar!
Cada quien debe hacer su propia valoración y actuar en consecuencia.
Si es o no conveniente ir ya por “la nueva normalidad”.
¿A alguien están obligando a acudir a los eventos a los que acudirá el presidente en Cancún o Paraíso?
Por el contrario, se les está diciendo -Obrador en persona- que no vayan.
Entonces… ¿por qué tanto escándalo por sus salidas?
De sus enemigos políticos (“conservadores”, les llama él), se entiende: son parte interesada y creen que es su obligación.
Que la gira se da cuando el país está en focos rojos, es cierto.
Que la pandemia de coronavirus no da tregua, también.
En una sociedad madura, sin embargo, los habitantes ejercen su potestad de autodeterminación y deciden por sí mismos.
La ignorancia no es sinónimo de falta de recursos, menos la irresponsabilidad.
Derechos y obligaciones, sostuvo Luis Echeverría en los 70s.
Y DE MAÑANA…
BASADO EN la evaluación semaforizada del riesgo epidemiológico, Tabasco reanuda hoy funciones de gobierno, excluyendo tercera edad y propensos a enfermedades crónicas…
