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CNTE vs. Amlo ¿Quién ganará?

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¿QUIÉN GANARÁ? (FOTO ESPECIAL)

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AMBIGÚ 

 

*Le urge a Yeyo un solucionador de conflictos

Por Martha Elba Torres Martínez

El proyecto de decreto de la reforma a la reforma educativa del 2013 que se construyó con el consenso de todas las fuerzas políticas representadas en la Cámara de Diputados bajo su nueva composición, queda a la espera de ser sancionada –o modificada en su caso- por la comisión revisora externa: la CNTE. El presidente López Obrador ha pedido a los legisladores, si es necesario no sesionen en un mes, para dar oportunidad al diálogo con los maestros.

Desde luego que es un tema de poder político para el Presidente de la República. Manda él, como siempre nos ha dicho, o el grupo de presión que por un mes bloqueó las vías férreas en Michoacán y provocó pérdidas multimillonarias en 17 estados. El impacto de la graciosada centista en la economía del país alcanzó las tres décimas del PIB nacional.

Y hoy, la CNTE ratifica que están preparados para todo: física, emocional y económicamente, y los bloqueos en vías del tren, es su más efectiva arma contra el Gobierno Federal. Así sea López Obrador, a quien ya le tomaron la medida: “no soy represor”.

Hay que recordar ese 8 de febrero que vino el Presidente a Huetamo. Le dijo a la CNTE que “no se puede ser rebelde sin causa. Nada de intransigencias (…). Esos que se la dan de muy radicales, si se analiza bien, son muy conservadores porque no quieren la transformación. Hubieron (sic) gobiernos, durante 12 años, conservadores y nunca tuvieron problema. Entramos nosotros y ahora sí salen muy radicales”.

Eso no es cierto. Hubo movilizaciones permanentes a lo largo del 2012 al 2014 contra la Reforma Educativa en la Ciudad de México y los bastiones centistas. Nada más pregunten en Michoacán.

Ayer por la mañana, y San Lázaro sitiado, repitió el discurso de ese día, en Huetamo.

“Ya no se puede ser rebelde sin causa y actuar motivados por caprichos y sin argumentos, ya que el pueblo ya no lo permite”, por lo que ofreció diálogo abierto, pero como “con todo el magisterio nacional, para que quede de manifiesto con toda claridad que vamos a cumplir y se cancelará la Reforma Educativa”.

También cuestionó Amlo si la posición de los maestros inconformes (frente al dictamen legislativo) fue consultada con las bases. Porque “se puede deber a desinformación, por lo que sería necesaria una explicación más clara, o bien a desconfianza, generada por muchos años de mentiras”.

Como sea, ordenó a los titulares de Segob y SEP, reunirse ayer con la CNTE para conocer sus peticiones. Que son claras: revisar el dictamen y meterle mano:

-Que en la reforma al Artículo Tercero de la Constitución, se elimine lo que ellos consideran que son aspectos laborales, y que dicho texto conserve únicamente el aspecto “filosófico de la educación”. Esto es, que se eliminen los conceptos de admisión, promoción y reconocimiento de los maestros, pues consideran que estos aspectos son laborales y se tienen que regir por el apartado B del artículo 123 de la Constitución y no queden, bajo un régimen de excepción, sujetos al Artículo Tercero.

Lo que se conoce del proyecto de decreto de las comisiones de Educación y Puntos Constitucionales de la Cámara Baja, “la admisión, promoción y reconocimiento del personal que ejerza la función magisterial, directiva o de supervisión, se realizará a través de procesos de selección a los que concurran los aspirantes en igualdad de circunstancias”.

Estos procesos de selección, “serán públicos, transparentes, equitativos e imparciales y considerarán los conocimientos, aptitudes y experiencia necesarios para el aprendizaje y el desarrollo integral de los educandos”.

La CNTE quiere retirar estos dos párrafos, para que tanto el ingreso al servicio o la entrega de plazas, sea en automático y que todas las promociones, como incremento salarial, ascenso a supervisor, director o jefe de área, lo decida el sindicato.

-Retirar de la redacción, todo lo que tenga qué ver con evaluación de conocimiento y capacidades.

Víctor Zavala, de la Sección 18 de la CNTE en Michoacán, ha dicho que no quieren evaluación de nuevo ingreso, así sea para diagnosticar el perfil del ingresante y mucho menos “cierto tipo de evaluación para el reconocimiento”.

Al cierre de esta entrega, aun no se conocían los resultados de la reunión en la Secretaría de Gobernación y se hablaba del repliegue del plantón en San Lázaro, al cumplir su objetivo de “tronar” la reforma maquillada, de “la mal llamada Reforma Educativa”, lo que evidente es un batalla pírrica ganada y no la guerra.

Pero esto, apenas comienza y ya veremos quién gana. Ojalá sea México…

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Al solucionador de conflictos en las campañas de 2018 de Morena, Sergio Pimentel, le urge un manejador de crisis ante la problemática que enfrenta el partido del Presidente en la entidad.

Yeyo fue quien dedicó horas/nalga -como decían los viejos políticos- y mucho oído, en las negociaciones para sacar adelante las candidaturas y el triunfo que le llegó de sopetón, a un partido que no se reconoce ni estructura como tal. Todo es Amlo. Fuera de él, nada.

Tan lo sabe Pimentel Mendoza, que por eso, como dirigente estatal de Morena, no ha dado resultados sorprendentes, que digamos. “Es tan agotador, dañino para la salud” -ha dicho- pero aun así lo aceptó y ahí esta.

Como las notorias diferencias, por ejemplo, en la bancada de Morena. Por un lado, el coordinador Fermín Bernabé con la mayoría de los integrantes y en el otro extremo, el derrocado Alfredo Ramírez, quien por cierto siempre anda solo con su sombra.

Más tardó en formarse la “Alianza Legislativa” 4T en el Congreso local, integrada por Morena, PT y tres diputados que renunciaron al PRD, que en desbaratarse. Yeyo rompió con los petistas y los solovinos mejor se hicieron a un lado.

Otra mala idea de Pimentel, fue prácticamente encimar su rueda de prensa, los lunes, con la ya tradicional del PRD. A los que pone en aprietos son a los pocos reporteros y reporteras que quedan y no al dirigente perredista, Toño Soto, que de todos modos espera con café, panecito y jugo.

Este puente petrolero que acaba de pasar, fue la fotografía más fiel de la ausencia de unidad y cohesión en Morena.

Cuando el domingo 17, el PRD con Silvano Aureoles al frente, copa –literal- el obelisco al general Lázaro Cárdenas del Río, los morenos aparecen disgregados: Raúl Morón, con su evento en Morelia; el superdelegado Roberto Pantoja, en Pátzcuaro, con el edil Víctor Báez, y por la tarde, Yeyo Pimentel, en Jiquilpan, con el alcalde Roberto Mejía, con un acto al General, la verdad, bien piojín.

Y ese es el tema. Morena es masa de votos, beneficiarios de programas, adoradores de Amlo. Lo único que no es, partido político.

En estos días, escuché en radio a Yeidckol Polevnsky, a propósito de los problemas que traen en varios estados. “Tienen que aprender a ser partido y resolver sus problemas.. no lo vamos a hacer nosotros desde la dirigencia nacional. Que les quede claro”.

Sergio tiene el gran reto de cohesionar, echando mano de su habilidad como solucionador de conflictos. Si no, en buen plan, que se busque uno…

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