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Después de la tormenta, aún no llega la calma

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ENTRELÍNEAS

 

Emmanuel Islas

Luego de que se diera a conocer quién será el abanderado del Partido Revolucionario Institucional (PRI), al gobierno de Hidalgo, mucho se ha agitado el gallinero al interior de la administración estatal.

Ahora, al candidato tricolor, Omar Fayad Meneses, le han salido muchos «amigos», quienes ahora si dicen «yo siempre lo apoyé y creí en su proyecto», pero que tal cuando aún no se sabía quién sería el ungido; pocos de verdad levantaron la mano para respaldarlo.

Inclusive, «periodistas», ahora se dicen consejeros del aspirante priista, y publican en sus redes sociales que medios nacionales los consultaron acerca del estado de salud de Fayad Meneses.

En lo que concierne a la estructura gubernamental, anda muy intranquila por aquello de que no se han abierto los espacios todavía para integrar el equipo que lo acompañará durante el proceso electoral.

Se dice que hay muchos funcionarios de nivel medio, que han visitado a Alberto Meléndez Apodaca, líder del PRI en el estado, para ponerse a sus «órdenes»; sin embargo el tabasqueño les ha recomendado no renunciar de sus cargos en gobierno «porque no hay nada todavía».

Bien dice el dicho que «muera el Rey, viva el Rey», porque a muchos de estos servidores públicos, les dio la oportunidad el actual gobernador, Francisco Olvera, y ahora quieren abandonar el barco, para zarpar en uno  nuevo, hacia otros horizontes.

Sin duda que los próximos días serán decisivos para aquellos que ya andan muy desesperados por incorporarse al equipo de trabajo de Omar Fayad y con ello «asegurarse» un nuevo espacio en la próxima administración estatal.

Ahora bien, hay también inquietudes en servidores del estado, ya que hay muchos casos que aspiran a ser candidatos a presidentes municipales, y ya se andan moviendo y apareciendo en publicaciones de redes sociales, «haciendo como que trabajan».

Este mismo proceso, primero, de la integración de quienes acompañarán al candidato Omar Fayad a la contienda electoral, así como para decidir quiénes serán los abanderados del PRI a alcaldes, no sólo está sacando a los mejores cuadros de este partido, sino también a lo peor de la administración, es decir, a aquellos que siempre han vivido del erario público y no saben hacer otra cosa.

Por lo anterior, aun no se vislumbra la calma al interior de Gobierno del estado, así como tampoco en la estructura priista, la cual no duerme por ambicionar cargos y posiciones de poder.

 

 

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