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El Reportaje de Hoy
Por Bahajar Veertum, corresponsal de ACENTO en Medio Oriente
Fotos especiales
ABU DUBAI, marzo/06 (agencia acento) Me aso felizmente en el corazón de Dubai, frente al Golfo Pérsico.
Veo que se encuentra aquí la nueva inversión del diseñador Giorgio Armani. Es decir, uno de los abonados a Dubai.
Eso explica en mucho qué es Dubai. Este es para el diseñador italiano más caro y afortunado (7 MMD) es su primer contrato de 10 hoteles de lujo con la firma Emaar. Nada más.
Giorgio Armani formó su propia empresa (1974) y 37 años más tarde la revista Forbes lo consideró el diseñador italiano de mayor éxito comercial.
De la fotografía, Giorgio, pasó al estudió de la Medicina en la Universidad de Milán; comenzó a trabajar en los grandes almacenes La Rinascente como diseñador de escaparates. Armani es un sagaz hombre de negocios, hábil al modular la creatividad y la fantasía de acuerdo a las nuevas necesidades de la vida moderna. Sus prendas son cómodas, habitualmente de líneas rectas y más bien sobrias, si bien confeccionadas en materiales selectos. Sus colecciones de mujer inciden en una estética más bienandrógina, no resaltan las formas y más bien buscan una estilización realzando la verticalidad. No abusa del colorido, si bien incluye ocasionales aplicaciones de pedrería e hilos metálicos.
Armani es considerado un label o garantía de elegancia contenida, frente al atrevimiento más arriesgado de otros diseñadores. Su moda no experimenta quiebros o cambios rápidos, y muchos potentados la consideran un recurso infalible para vestir en las grandes ocasiones.
Veo cómo lugareños y visitantes viven el lujo, confort y atención personalizada para cada huésped, es lo que se puede encontrar en más de 8 pisos de la torre Burj Khalifa, la más grande del mundo con 828 metros de alto, ubicada en el Downtown Dubai.
La mano del diseñador se encuentra en cada una de las 160 habitaciones y suites del Armani Hotel Dubai, cuyo costo de hospedaje era por noche hasta de 1,000 dólares, más impuestos (revista Travel + Leisure).
El toque decorativo de Armani también se encuentra en los 144 departamentos que se encuentran en la torre –valuados en 11,500 dólares metro cuadrado-, así como en los ocho restaurantes, el spa y el centro nocturno Armani Privé.
En este sé que sólo una reservación costaba la década pasadas hasta 820 dólares.
Convencer al diseñador de emprender este negocio tomó más de 2 años, sin embargo a partir de este primer hotel se espera abrir otros en lugares como Milán y Egipto.
Este nuevo proyecto suma a la fortuna del diseñador, la cual ronda en los 5,000 millones de dólares (revista Forbes). Armani cuenta con 13 fábricas y 25 restaurantes, así como 500 tiendas alrededor del mundo.
Para conocer más sobre el estilo suntuoso del Armani Hotel Dubai revisa la edición 33 de la revista Travel + Leisure.
Habitada 3000 años antes de Cristo, de Dubái se habló hasta 1833. Recién asentada la tribu Bu Flasa, de la familia Maktoum. Pobló Dubai Creek.
De un grupo que criaba ganado y extraía perlas, Dubái despegó hacia 1894. Sheikh Saeed Al Maktoum potenció el comercio exterior gracias a la exención de impuestos. Uno de los principales productos que hicieron conocido a Dubái fueron las perlas. En 1908 ya existían más de 350 tiendas especializadas en Deira y 50 en Bur Dubai. La concentración de éstas y su evolución dio origen a los zocos actuales.
Con los años 40 –la guerra y las perlas cultivadas- fueron un misil la yugular de Dubai y así años de escasez.
El Sheikh Saeed Al Maktoum pudo alimentar las 20.000 personas asentadas en Dubái. En estas fechas se firmó un acuerdo con el Gobierno Británico para buscar petróleo.
A unos años Dubái comenzó a comerciar con oro y amplió Dubai Creek para que su comercio marítimo siguiera creciendo.
Quince años después, en los años 60 comienzan los frutos con del petróleo. Vinieron carreteras, puentes, redes de eléctricas y agua; un buen sistema de telecomunicaciones.
La primera playa refrigerada del mundo
La polémica Dubai y sus lujos extravagantes es para los quisquillosos millonarios que visitan sus playas. Como no se quieren quemar los pies en la arena caliente como todos los mortales y así s ha decidido construir una playa refrigerada para ellos. Redes capaces de absorber el calor extra y llevarlo hasta ventiladores gigantes para disipar la energía, son la clave. El hotel Palazzo Versace así opera desde 2010.
Un oasis de excesos hasta el vértigo. Eso y más es Dubai.
