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*Cambio de chaqueta, sello de la era de la esperanza
*Borrón y cuenta nueva a caída del sistema y crímenes
Joaquín Herrera /Fotos especiales
CD MX abril 5/2017 (agencia acento) Leo que ya Morena –trapacerías de maromeros y trapecistas, aparte- forma una fracción que es tercera fuerza en la Cámara Alta. Y la preside Manuel Bartlett Díaz, el autor de la “Caída del sistema” que tanto enojó a AMLO. Fue la forma de robar la Presidencia a “Cuatemochas”.
El borrón y cuenta nueva”, suele ayudar a algunas desvergüenzas del cinismo. Y, una de dos, o no hubo tal “robo” o aún eso no importa porque el que no tranza no avanza, aunque se pregone lo contrario.
Cambiar de verdugo –como operador electoral de Miguel de la Madrid, que confesó ese “robo”- a cabeza del “Bronx” senatorial de “la izquierda derrotada”, parece el costo de un sueño. Y es que se trata del futuro de la esperanza en que se asume Morena.
Esto no incomoda ni a Bartlett, ni a López Obrador, ni a sus nuevos “adelitos”, aunque todavía sin recibir la bendición de ser dados de alta en las aguas baustismales de los conversos.
A ninguno incomoda estar a lista de espera para sumarse al “Becerro de oro” que ven en el grupo morenista?
La pregunta es si hay motivo de orgullo ¿Por qué esconderse en el closet, aunque este es de cristal como parece?
Bartlett, Presidente
Ahora Bartlett Díaz consolida su sueño de ser presidente. Claro, de una bancada que ya se ve como el “Bronx” (apestado) del Senado que significa mantener pagas de príncipes y un fuero que no lo tiene ni Trump.
¿Sería motivo de orgullo para Bartlett padre -don Manuel Bartlett Bautista, doblegó a la soberbia la soberbia y dio razón a Lázaro Cárdenas para expropiar la dignidad nacional con el petróleo- ver a su hijo en ese papel?
Sobre todo cuando este hijo ya fue funcionario en media docena de brazos del gobierno federal; fue el segundo hombre con más poder en un sexenio, solo después del Presidente de la República, como Secretario de Gobernación.
Manuel Bartlett díaz fue Secretario de Educación y gobernó luego a su estado natal Puebla. Allí nació, porque su familia fue virtualmente expulsado de Tabasco por trapacerías de Tomas Garrido Canabal, el cacique de caciques.
¿Ese ex ministro de la Corte gozaría al ver a su hijo en el papel de “adelito” de AMLO; es decir el alumno que adora e imita a aquél, su maestro, Garrido Canabal?
¿Qué no la honestidad valiente debe tener en todo ser humano que se respete un límite?
No parece el caso de don Manuel Bartlett hijo. Este ya escaló todos los cargos imaginables del poder –o casi todos- y es un personaje. Figuró en el gabinete de la Generación Medio Siglo de la UNAM.
Fue dos veces secretario de estado (en la Segob y en la SEP) antes de ser gobernador de su tierra natal.
Ahora, Senador por un partido, partido agónico, el PT, que ya no registró suficientes votos para mantenerse en la nómina, pero fue rescatado por el PRI como se vio en Aguascalientes. Por eso “pagó” al tricolor, yendo como su aliado en algunas elecciones recientes.
Manuel Bartlett no siente escozor alguno de pasar a ser Senador de cachirul, que estuvo a punto de no tener ni esa representación, por el ayuno de votos que sufrió el PT:
Menos le afecta a su ego, ser adelito del morenismo que en su tiempo combatió cuando AMLO era cabeza del perredismo.
Don Manuel ya ve olvidados los crímenes contra los operadores electorales del Sol Azteca, como denunció Cárdenas en vísperas de la elección que oficialmente benefició a Carlos Salinas.
Ahora es parte de los abanderados de esa línea ideológica a la que le dio vida el propio Salinas de Gortari, vía el llamado “Hermano incómodo”.
Pero eso tampoco incomoda al Bronx del Senado, que ahora rodea a don Manuel, en su reino. Preside a esa fracción parlamentaria aparentemente formada con desechos y no motivos de orgullo para nadie.
¿O sería motivo de orgullo para un don Manuel Bartlett Bautista ver a su hijo como operador de un partido de ese nivel moral?
¿Y para AMLO será motivo de orgullo tener a Manuel Bartlett entre sus acólitos, tras dos décadas de confrontación, con asesinados de 400 perredistas (en Michoacán, por ejemplo) de por medio; con un “fraude electoral que tanto denunció el célebre Peje”?
Leo la nota de que “aunque sin el nombre oficial de Morena, Andrés Manuel López Obrador ya cuenta con una bancada en el Senado de la República que representa la tercera fuerza política en la Cámara alta, por arriba de la del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y sólo por debajo del Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN)”.
Nueve de los 11 senadores que se separaron de la fracción PRD en el Senado para apoyar a Morena decidieron unirse a la bancada del Partido del Trabajo (PT), cuyos integrantes también respaldan a López Obrador. Han sido aliados dos décadas, no hay sorpresa.
El grupo parlamentario del PT estaba integrada por siete senadores, por lo que con sus nuevos integrantes ahora tienen 16. ¿De verdad eso es lo que nos espera en lo futuro a legisladores así para que el país termine de cambiar?
Mientras que el PRI se mantiene con 55 integrantes por 38 del PAN.
Ahora –la novedad; ¿la victoria pírrica?- la cuarta fuerza es el PRD con solo ocho senadores.
Asimismo, el PVEM se mantiene con siete.
En la Cámara Alta, además hay otros cuatro legisladores, por el momento sin partido.
Entre los senadores que se camiseta están a la cabeza de ellos, Miguel Barbosa, otrora adelito de Miguel Ángel Mancera, al que madrugó para destapar como su “gallo” al 2018; Zoé Robledo, Mario Delgado, Luz María Beristaín, Luis Humberto Fernández, Rabindranath Salazar, Fidel Demédicis, Lorena Cuéllar y Benjamín Robles.
Solamente Alejandro Encinas y Raúl Morón, quien coordinaba al bloque parlamentario que renunció al PRD, decidieron no integrarse, por el momento, al PT y pidieron tiempo para analizar su decisión.
¡Qué bonita familia!
Los legisladores decidieron adherirse al grupo petista luego de que la Junta de Coordinación Política en la Cámara Alta avaló el cambio en la Comisión de Administración, que maneja los recursos del Senado.
A petición de la coordinadora del PRD, Dolores Padierna, sustituyó a Luz María Beristaín del llamado bloque de experredistas, para nombrar en su lugar a Alejandra Barrales, quien también es presidenta nacional del sol azteca.
El dinero y la ambición antes que los principios (si los había) tras anunciar la decisión, Barbosa aseguró que no les avisaron de dicho movimiento, por lo consideraron una violación a lo que habían acordado con la Junta de Coordinacion Política.
Si por algo pasarán a la historia esta bancada, como tantas, es por su desmemoria y ayuno de valores, más allá de la “dieta” y prebendas.
“Es una reacción en contra del bloque parlamentario por parte del esquema político mexicano a hacer público nuestro apoyo a López Obrador; así lo entendemos y no nos espanta.
“No queremos nosotros estar sujetos a la benevolencia ni a la generosidad de nadie, porque al final se va a ir incrementado la confrontación política, como pasen los días, los meses rumbo a junio de 2018”, indicó el senador.
Al cuestionarle si será la fracción de Morena, Barbosa respondió: “Sí, por su nombre las cosas… don Manuel Bartlett le dice bancada PT-Morena, nosotros no vamos a llegar a contradecir eso. Así lo dice él que es, que es la bancada PT-Morena.
El legislador poblano recalcó que no está afiliado a Morena ni busca incorporarse de manera formal a este partido, pero subrayó que tiene “una posición muy clara en favor de López Obrador”.
Además, detalló que Manuel Bartlett se mantendrá como líder de la fracción, quien coordinará política y administrativamente el grupo parlamentario.
Por su parte, Raúl Morón respaldó la decisión de Barbosa y el resto de los legisladores pero dijo que esperará hasta septiembre para tomar una definición y se mantendrá en el PRD. Aseguró que sigue sus propios tiempos políticos ya que busca incidir en Michoacán para fortalecer las izquierdas desde el sol azteca.
…Y en esas mentes descansa la tranqulidad del país
