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“El Burro” Van Rankin, apoya campaña en Pachuca del ex priísta Canek Vázquez

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*  El ex dirigente de las juventudes del PRI, busca al lado del actor crearse una imagen de pachuqueño popular que dista mucho de tener, pues carece de un liderazgo social al haber sido el eterno operador del dinosaurio sonorense, Manlio Fabio Beltrones

*Gerardo Sosa Castelán, en la antesala de la justicia; le niegan de forma fulminante un amparo que le permitiría descongelar sus cuentas bancarias. Sigue en la mira de la UIF

Por Antonio Ortigoza Vázquez

Especial de Expediente Ultra

Al más puro e infuncional estilo “Televisa”, el aspirante a la alcaldía de Pachuca, Canek Vázquez Góngora, promueve en las redes sociales su supuesto arraigo en la Bella Airosa, transformándose en “guía de turistas” de su invitado especial Jorge “El Burro” Van Rankin, a quien lleva de la mano a comer barbacoa, al Museo del Salón de la Fama del Fútbol y a otros sitios de atracción, con la intención de hacer creer a los golpeados pachuqueños que es el hombre idóneo para solucionar en la capital del estado problemas tan delicados como la desatada delincuencia y desastre urbano en que la ha arrinconado la panista, Yoli Tellería.

Al observar el chusco montaje nos viene a la memoria la novela color de rosa que fabricó el monopolio de la televisión para llevar a la presidencia a Enrique Peña Nieto, uno de los presidentes más grises que con su pésimo gobierno terminó por aniquilar a su partido, el PRI, en el 2018.

Aunque Canek Vázquez intente darse baños de pueblo con un personaje de la televisión –, por cierto, ya no tan popular y venido a menos— los ciudadanos de Pachuca no se van a tragar una píldora de esa naturaleza, porque sencillamente el ex priísta no se caracteriza por ser un verdadero líder social.

Popularidad hechiza

Siempre se le ha ubicado como un operador político, papel que desempeñó buena parte de su vida al lado del hoy “desaparecido” Manlio Fabio Beltrones, quien lo catapultó al liderazgo del Frente Juvenil Revolucionario del hoy quebrado PRI, en cuyo cargo pasó sin pena ni gloria al utilizar al semillero de nuevos talentos políticos e ideológicos meros instrumentos para acarreos y apoyos partidistas.

Por eso debe echar mano al sobado recurso de comprar arraigo y presencia, colgándose del “Burro” Van Rankin. Por cierto, Canek no debe olvidar el sabio refrán campirano que dice: “Entre pollinos, solo los rebuznos se oyen”. La duda brinca inquieta: ¿Dará Morena hospedaje a un candidato con tal desarraigo?

LA UIF NO SUELTA A SOSA CASTELÁN

Visto en retrospectiva, no fueron los opositores de Gerardo Sosa Castelán, sino el propio gobierno federal y el brazo ejecutor de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), el que sacó al Grupo Universidad del proceso electoral que ya se vive en Hidalgo.

Hartos de los desplantes del cacique, los “fundadores” de Morena en este estado, han advertido de la simulación de democracia, la corrupción rampante, el autoritarismo y, sobre todo, el cambio de rumbo que vive el partido que llevó al poder a legisladores locales, federales y senadores portando la bandera de la 4T.

El rector al lado de su jefe máximo

Ese poder fue adquirido en un acto de agandalle político –por decisión cupular–, inducida por los precursores del Grupo Universidad, encabezado por un individuo negado para la política e incapaz de crear puentes con cimientos de lealtad.

Hombre duro, astuto, por no decir omnipotente y omnipresente, el señor Sosa Castelán fue designado por el dedo a la sazón indiscutido y absoluto de su “amigo”, López Obrador, quien optó por un burócrata catedrático, ex diputado priísta y ex dirigente estatal del PRI, para golpear al tricolor sin medir que al alentar una hidra de esta naturaleza, terminaría por atacar a la base social  que le dio vida a Morena en Hidalgo.

Hoy, todo ha cambiado y el daño infringido por las indagatorias de Santiago Nieto fue descomunal, pues no previó –tampoco lo imaginó– Sosa Castelán, que don Santiago es un personaje políticamente identificado con los deseos de don López, y situado a la derecha en el espectro ideológico de la 4T, como yerro ha calado en el ánimo de Sosa Castelán, pues el juzgado Cuarto de Distrito en Materia Administrativa en la Ciudad de México ha desechado de forma fulminante, el deseo del presidente del patronato de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) de obtener un amparo que le permita recuperar los 156 millones de dólares que le fueron congelados por la UIF.

Es evidente que Sosa Castelán vive sus últimos días de político distinguido; él, junto con el actual rector de la máxima casa de estudio en Hidalgo, Rodolfo Pontigo Loyola, no han logrado descongelar sus cuentas bancarias personales; algo que, sin duda, ha provocado que ya no sigan con la dolce vita a la que tan acostumbrados están.

Situación traumática, dicen los enterados, es la que vive el clan de la Sosa Nostra, a tal grado que fue el propio hermano de Sosa Castelán, Damián, a quien se le vio en el mes de diciembre pasado, en la sede nacional de Morena, solicitando una audiencia con la aún dirigente morenista Yeidckol Polevnsky, que le fue negada.

Esta crisis, política y financiera que provocó la intervención de la UIF con sendas investigaciones por lavado de dinero, persiste aún. Y se ha traducido en una inobjetable verdad:  Sosa Castelán hará todo lo posible por convertir su asunto en una injusticia legal y en una perversa iniquidad del ejercicio del poder del gobierno federal.

Mientras tanto, sigue escondido, su fuerza económica y política están degradadas y las palabras del secretario de Educación Pública Federal, Esteban Moctezuma, fueron un claro mensaje para el presidente del patronato Universitario: “…Algunas otras (universidades) tienen dueño, en donde una persona está ligada a la universidad durante décadas; hay varias en el país… Otras tienen una clase dorada de servidores públicos, de funcionarios que lo tienen todo y gastan todo y todo lo paga la universidad”.  

Así las cosas, don Sosa Castelán, ya no tiene cartas con que jugar en la selección de candidatos por parte de Morena: está en la mira de la UIF, las indirectas, por parte de López Obrador y Esteban Moctezuma, hoy son mensajes fulminantes de que todo puede terminar para el jefe del Grupo Universidad. Las cartas están el día de hoy, en manos del súper delegado Abraham Zenteno, otros dicen, que el senador Julio Menchaca ya entregó su lista de recomendados a Ricardo Monreal.

Todo indica que la dictadura perfecta que vive la UAEH, vive sus últimos tiempos. Gerardo Sosa, en forma de metáfora, tiene la soga en el cuello ¿Quién dará el estirón final a la cuerda?

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