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* José Dolores López Barrios, secretario general de la organización campesina, precisó que la actual política pública del gobierno sólo beneficia a las trasnacionales, mientras que al pequeño productor lo tiene inmerso en la pobreza y marginación; estima panorama desalentador para 2018
Por La Redacción
Especial de Expediente Ultra
En lo que va del sexenio de Enrique Peña Nieto, el recorte al gasto público para el sector rural, asciende ya a 130 mil millones de pesos, por lo que para la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos “José Dolores López Domínguez”, el panorama para el campo mexicano en este 2018 no es nada alentador.
José Dolores López Barrios, secretario general de la CIOAC-JDLD, precisó que la actual política pública del gobierno sólo beneficia a las empresas trasnacionales, mientras que al pequeño productor, lo tiene inmerso en la pobreza y marginación. “De los 30 millones de pobres que existen en el país, 20 millones viven en las zonas rurales e indígenas”. Añadió que con el aumento de los productos de la canasta básica, la pobreza alimentaria se agudiza en el sector agrícola.
Por su parte, Emilio López Gámez, asesor de la organización campesina, recordó que durante el 2017, la Cámara de Diputados aprobó un presupuesto, para el gasto público, de 318 mil millones de pesos, sin embargo, el gobierno federal de manera permanente ha realizado un sinfín de recortes acumulados. “Hasta el 2016, superaban los 67 mil millones de pesos”, trayendo como consecuencia una afectación a las pequeñas unidades de producción.
Informó que la aplicación de las malas políticas públicas ha traído como consecuencia un incremento en la inflación y, con ello, un recorte al sector agrícola. “Prácticamente se pasó de un monto de 318 mil millones a 255 mil millones de enero a septiembre del 2017; es decir, 63 mil millones de pesos menos”.
En tanto, Lolo López, aseveró que durante el año pasado (2017) el gobierno federal recortó, una vez más al sector agrícola, lo que ya había recortado durante todo el sexenio. Indicó la urgente necesidad de cambiar el modelo de desarrollo Neoliberal por un modelo Alternativo; además de reorientar el gasto rural hacia las pequeñas unidades de producción.
