Tiempo de lectura aprox: 4 minutos, 9 segundos
Por Joaquín Herrera
Especial para Expediente Ultra
Coyoacán, DF, 11 abril de 2015 (agencia acento) A medio siglo de su muerte, se viene a saber que Frida le puso el cuerno a Diego por tres años con el pintor catalán Joseph Bartolí; él, refugiados catalán –entre miles que expulsó la guerra civil española- se salvó del paredón. Aquí encontró el paraíso en los brazos de la Kahlo.
Magdalena del Carmen Frida Kahlo Calderón (Coyoacán, 1907-54) pintora y poetisa mexicana-española-alemana. Dos veces casada con el célebre muralista, Diego Rivera. Un accidente en su juventud la mantuvo postrada en cama durante décadas; fue sometida a 32 operaciones quirúrgicas.
En la convalecencia de una, conoció al amor de su vida, Joseph Bartolí en NY.
El diario El país publica estos días que el 15 de abril se subastará en Nueva York una serie de 25 cartas de amor que Frida Kahlo le escribió a su amante. Muestra pormenores de su intimidad con Diego y el romance con Bertolí; incluyen el lado casi cursi de la dura activista marxista: dibujos, fotografías, flores prensadas y otros recuerdos que la famosa artista mexicana introdujo en los sobres.
Según informa el portal de noticias Gotham News, las cartas forman más de cien páginas manuscritas entre 1946 y 1949, que se conservan intactas, guardadas por Bartolí hasta su muerte en 1995, hasta ahora ignoradas aún por biógrafos de la atormentada pero intensa existencia de Frida.
El archivo inédito se hizo público esta semana. Será puesto a subasta por la casa Doyle de Nueva York el 15 de abril. De acuerdo con los pronósticos de los especialistas, el lote podría alcanzar una suma de entre 80.000 y 120.000 dólares.
Lass confesiones manuscritas de puño y letra de la Kahlo sorprenden: ella confiesa que su amante le daba una clase de amor –dice la pintora en esa especie de testamento epistolar recién descubierto- que no había experimentado antes.
Describe a ese apasionado amor de Bartolí en las sombras, como carnal, pero también tierno. Y la secrecía obligaba a ella a esconderse en el nombre de Mara. Y él no era Josep Bartolí (artista español que tuvo que huir de la Guerra Civil y sobrevivir a campos de concentración) sino Sonja (nombre femenino: en asturiano, portugués: o; gallego, portugués) versión de Sofía, de origen griego: sabiduría).
Era el falso nombre de mujer para sugerir que la Kahlo tenía correspondencia con un amor secreto pero homosexual. Diego aceptaría, no así el de otro hombre. Ella tuvo relaciones así en la propia Casa Azul de Coyoacán, hoy museo, donde vivieo hasta su muerte con Rivera. Así Bertolí fechaba el domicilio de Sonja en Nueva York y ese ir y venir de cartas entre ambos hoy son un “tesoro” que se subastará el 15 de abril: más de 25 textos inéditas que la artista mexicana envió a su amante entre 1946 y 1949. Incluso Frida menciona un embarazo hasta ahora desconocido.
En una carta del 46 la artista confiesa haber tenido un retraso en su período. Y se desdobla la Kahlo enamorada y ¿cursi?
“¿Podrías imaginarte un pequeño Bartolí o una Marita?”
Inmovilizada en una cama de Nueva York, esperando una difícil operación en su columna vertebral, conoció Frida Kahlo a Bartolí gracias a su hermana. Cristina. Esta los presentó
allí. Una marxista en el corazón de NY.
Cuando se recuperó y regresó a México, Frida y Joseph tuvieron una intensa correspondencia. Siempre firmando con nombre de mujer para evitar las sospechas del pintor. “Rivera toleró el amor de Kahlo con otras mujeres, pero era tremendamente celoso con los hombres”, explica Hayden Herrera, biógrafa de Frida Kahlo.
La casa Doyle, encargada de la subasta, explicó que las misivas contienen varios dibujos, fotografías, flores prensadas y otros recuerdos. Entre todas suman más de 100 páginas. Bartolí guardó la correspondencia con Kahlo hasta su muerte en 1995 y posteriormente su familia las vendió a su actual dueño, quien la subasta ahora. Se espera que las cartas se coticen entre 80 mil y 120 mil dólares.
Kahlo habla en sus textos también sobre algunas de sus pinturas más conocidas, de su tormentosa relación con el muralista mexicano Diego Rivera, de cuánto le costaba dibujar por su enfermedad y de la soledad que sentía. En una carta fechada el 12 de diciembre de 1946, la artista cuenta: “Estoy trabajando lentamente, pero con mucho gusto. Terminé un dibujo que le debía a Marte R. Gómez, y no es demasiado feo”.
Sí, los artistas y el poder –Marte R. Gómez fue como un mecenas para pintores y figura del “sistema” combatido por grupos izquierdistas- se han entendido; se han dado la mano.
Hayden Herrera, advierte que las cartas delatan cierta claustrofobia, tanta como la que debía sentir ella en su vida. Y utiliza a Bartolí para cierto chantaje emocional: “Le promete que va a mejorar para él, que solo él puede hacerla feliz y que él es el apoyo sin el cual no podría pintar”, apunta Herrera.
En octubre de 1946 Kahlo escribió: “Mi Bartolí… no sé cómo escribir cartas de amor. Pero quiero decirte que mi ser está abierto para ti. Ya sabes, mi cielo, tu llueves sobre mí y yo, como la tierra, te recibo. Mara”.
La historia de amor que se inició en el hospital de NY, continuó después de que la pintora regresara a México al lado de su esposo. La correspondencia secreta duró tres años con la ayuda de los amigos y la hermana de Kahlo, Cristina, que le había presentado a Bartolí.
Las cartas ofrecen una nueva visión sobre la vida y la carrera de una de las artistas más importantes del siglo XX. Así, la correspondencia contiene información sobre algunos de sus cuadros más conocidos, incluyendo ‘Árbol de la esperanza, mantente firme’, de 1946.
En una carta de octubre de 1946, Kahlo escribe: «Mi Bartolí… no sé cómo escribir cartas de amor. Pero yo quería decirte que todo mi ser está abierto para ti. Desde que me enamoré de ti todo se ha transformado y está lleno de belleza… el amor es como un aroma, como una corriente, como la lluvia».
De acuerdo con el biógrafo, las cartas revelan detalles muy personales sobre la relación de la artista con su marido. «Aunque Kahlo sentía un gran apego por Rivera, estas cartas sugieren que ella lo habría dejado para vivir con Bartolí. Kahlo le dijo a Bartolí que él le dio una clase de amor que nunca había experimentado antes. Su amor por Bartolí era apasionado, carnal, tierno y maternal», afirma Herrera.
La casa de subastas Sotheby’s pone a la venta una pieza única: un autorretrato de la emblemática pintora mexicana Frida Kahlo (1907-1954) cuyo precio se estima en un millón de dólares.
La obra ‘Autorretrato en miniatura’, de apenas de cinco centímetros de alto y de forma ovalada, se subastará este miércoles en Nueva York. La pintura fue un regalo que hizo la pintora a su amante, el pintor José Bartoli, quien conservó la obra durante más de cinco décadas.
En el reverso del autorretrato figura la inscripción «Para Bartoli con amor, Mara». «Kahlo fue una artista muy abierta acerca de sus sentimientos. Se caracterizó por ser una pintora muy expresiva», dijo Carmen Melián, directora de Arte Latinoamericano de Sotheby’s.
Las obras de Frida transmiten toda su brillante y trágica vida; rara vez aparecen en el mercado. La pintora creó unas 170 obras, la mayoría de las cuales son autorretratos y siempre se convierten en una sensación.
