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Por Beatriz Flores González
Fue lamentable la actitud del dirigente nacional del PAN para con la prensa de Tula.
Llegó dos horas tarde al evento en Tula y no concedió ninguna entrevista, solo alcanzó a decir que «el pueblo ya está cansado».
Pero la culpa no la tiene él, sino los que comprometidos con nuestro trabajo, aguantamos sus groserías, falta de respeto, por alguien, que realmente no merece reflectores.
El dirigente estatal, Asael Hernández quiso disculparlo al decir que tenía que estar en la despedida de Molinar Horcasitas, porque era «como su hermano» y que mucho antes que concluyera el largo discurso repetitivo de Rosendo Cruz, ya quería irse.
Así la actitud de los panistas y su dirigencia nacional.