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HIDALGO: EL FRACASO DE UNA UNA SUCESIÓN ANTICIPADA

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*  En el fragor de la caída del Grupo Universidad parece que no solo caerá el capo Gerardo Sosa Castelán y sus cómplices, el impacto que se registra en la política hidalguense puede tener consecuencias en la figura misma del actual Secretario de Hacienda, Arturo Herrera, que ya se perfilaba como el candidato a vencer para la gubernatura; cobra fuerza la versión de que en próxima fecha abandonará el cargo con lo que el ya presidenciable, Marcelo Ebrard irá despejando su camino rumbo al 2024

Por Paco Militante

Especial de Expediente Ultra

Cuando inició el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, nombró como Secretario de Hacienda al Dr. Carlos Urzúa Macías, académico destacado y hombre muy conocido en las cuestiones hacendarias;  quien a su vez, designó Subsecretario de Hacienda  al hidalguense Arturo Herrera Gutiérrez, hombre joven  que pertenecía al círculo cercano del tabasqueño, desde los tiempos que estuvo al frente del Gobierno del Distrito Federal (hoy CDMX),  y donde se desempeñó  como   Secretario de Finanzas, después de los escándalos de Gustavo Ponce en las Vegas, Nevada.

Cuando renunció Urzúa Macías, acusó imposición de funcionarios que carecían de experiencia y aseguró que la administración en turno había tomado decisiones de política pública sin contar con suficiente sustento. Señaló también la injerencia de personajes influyentes del actual gobierno con un manifiesto conflicto de interés para la imposición de servidores públicos.

La renuncia de su jefe colocó a Herrera Gutiérrez en la cúspide del gabinete. Asumió como Secretario de Hacienda y sus asesores políticos vislumbraron un salto a la primera línea de morena con dos vertientes bien definidas:

Una: Diseñar una política financiera, fiscal, de gasto, de ingresos y deuda pública;  le dijeron que desempeñaría un rol  diferente frente a sus correligionarios, que debería   consolidar un país con crecimiento económico de calidad, equitativo, incluyente y sostenido;  distribuir los recursos en el plano nacional y  establecer alianzas importantes con los Tres Poderes, así como con empresarios, partidos políticos, pero además con gobernadores,  diputados y senadores, sin exceptuar a los representantes de todos los poderes fácticos.

Sus asesores le vendieron la idea de que Herrera Gutiérrez tenía que ser piedra angular y hombre fuerte en  la 4T y asumir como un Vicepresidente de facto, convertirse en el mecenas del Gobierno y el Partido, en el tutor  de la 4T.

Un escenario que no le gustó a Marcelo Ebrard Casaubón, pero lo dejo crecer.

Dos: Diseñar una política pública para solventar obras inconclusas y fastuosas  como la refinería de dos bocas, el tren maya,  el aeropuerto de santa lucia o resarcir pagos del   AICM y beneficiar a los pobres, los jóvenes y los adultos mayores, quienes son el  centro de la filosofía y praxis política de AMLO.

Esto significó ajustes diversos y varias dependencias resintieron los recortes presupuestales. El más claro ejemplo fue el sistema de salud, que a la postre colapsó con la aparición de la pandemia.

Los anuncios contradictorios entre el Presidente de la Republica y su Secretario de Hacienda, al principio pasaron desapercibidos y significaron buenos comentarios, pero cuando los problemas arreciaron y se necesitaban mayores recursos económicos para financiar el proyecto de la 4T, la estrella de Herrera Gutiérrez comenzó a eclipsarse.

Hace unos días el hidalguense anunció que el próximo año será el más difícil de las últimas seis décadas y eso no gustó en Palacio Nacional. Se habló entonces de un regaño presidencial y, como consecuencia, el titular de Hacienda presentó su renuncia; la cual, por supuesto, no fue aceptada.

Después de aquellos dardos envenenados que lanzó Urzúa Macías cuando dejó la Secretaria de Hacienda y que aparentemente no tenían destinatario, después de varios meses se comprueba que estaban bien direccionados y el objetivo resultó ser Herrera Gutiérrez.  El tiempo empezó  a develar el misterio.

En esta época de crisis recurrentes, el  hidalguense  comienza  a arriar banderas en la mar de la política mexicana  con olas embravecidas,  su naufragio se vislumbra en el horizonte de morena.

El canto de las sirenas le vendió la idea al hidalguense,  que si el Presidente no lo consideraba como el sucesor en 2024, el camino  estaba pavimentado  para   ser ungido en un par de años como el Candidato de Morena al Gobierno de Hidalgo.

Que él estaba destinado para romper con el tradicionalismo priista en una entidad golpeada por la marginación y la pobreza. Que en Hidalgo muchos recordaban a su padre, el escritor Arturo Herrera Cabañas y a su madre, Irma Eugenia Gutiérrez, como una funcionaria ejemplar.  Que solo era cuestión de esperar.

Pero sus seguidores encontraron dos obstáculos, similares a muros de contención: Uno, se llamaba Gerardo Sosa Castelán y, el otro, el poderoso y bien enquistado Grupo Hidalgo.

El primero se apoderó del Partido Morena y empezó a maniobrar para su causa.  Lo que impedía a Herrera Gutiérrez iniciar la preparación de sus cuadros y limitaba su área de influencia.

El segundo tiene actores políticos  muy experimentados y con amplia influencia en  todo el país y, para ellos,  el Estado de Hidalgo es la sede de su poder político.

Entonces empezó la estrategia política, en alianza con el Secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, sin cuidar las formas y al más puro estilo tradicional de la política mexicana, inició el golpeteo en contra de Jesús Murillo Karam, David Penchynna Grub, Carolina Viggiano, Eugenio Imaz Guispert; acusaciones, diatribas, calumnias gigantescas; señalamientos, acusaciones, denuncias y hasta ordenes de aprehensión. 

En la coyuntura se aprovecharon las declaraciones de Lozoya y se empezó a vincular al ex secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, en el frenesí del éxtasis, vislumbraron hasta un desafuero. Pero ya con varios aliados y operadores, muy seguros y sobrados, presentaron su propuesta al Presidente de la República y éste no otorgó su aval a la guillotina.

Entonces Santiago Nieto salió al paso para explicar que la UIF no investigaba a  Miguel ángel Osorio Chong y decretaron una  tregua, nunca percibieron que   perdieron la guerra pero ellos pensaron que únicamente  habían  perdido una batalla.

Y entonces acordaron continuar con su guerra, una guerra equivocada que tenía una estrategia fallida. Sin vacilar, retomaron otro frente y, según su análisis de coyuntura, aprovecharían la encrucijada de las elecciones en Hidalgo y dejar fuera del camino a Gerardo Sosa Castelán. 

El poderoso Jefe del Grupo Universidad, el actor político que ejercía el control de Morena y colocó candidatos para Presidentes Municipales a diestra y siniestra.

Reactivaron las investigaciones que estaban en reserva   meses atrás, por movimientos financieros extraños en el extranjero, que vinculaban  a la Universidad Autónoma del Estado de  Hidalgo y pusieron fin al reinado del  hombre fuerte de la Sosa Nostra.

Pero el Presidente de la República es el hombre más informado y quien ejerce el poder a plenitud, tiene liderazgo y apoyo entre la población, sus críticos aún no le preocupan pero ya cada día son más visibles y notorios.

Por tal motivo, no puede permitir que sus funcionarios del Gabinete realicen acciones que no corresponden a sus respectivas áreas; solo hay un funcionario que sí tiene autorización,  nadie más;  todos lo saben, se llama  Marcelo Ebrard.

Al presidente le gusta hacer y autorizar todo, una operación política encubierta, no la puede perdonar.  Por eso,  los días de la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero,  están contados.

En política la forma es fondo y el hidalguense Arturo Herrera Gutiérrez no logró mantenerse y aperturar el camino para alcanzar la candidatura y después, la Gubernatura de su tierra natal.  Hizo alianzas poco ortodoxas que lo llevaron a cometer errores y ocultar información. 

La confianza que tenía en su proyecto,  le  permitió colocar a un personaje muy cercano a su entorno familiar como  Candidato de Morena a la  Alcaldía de Pachuca: el escritor Pablo Vargas, quien al ganar la capital del estado debía allanar el camino  a la gubernatura para su  mentor.

Mayúscula fue la seguridad de aquel joven hidalguense, con un futuro promisorio que presentó alguna ocasión el periodista Miguel Ángel Granados Chapa al otrora perredista Andrés Manuel López Obrador, que no fue apercibido que  llegó  la hora de abandonar el barco de la 4T y una mujer brillante   e inteligente de rostro natural, se prepara para el relevo en la Secretaria de Hacienda.

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