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De la redacción
CD de México, 8 de nov. 2015 (agencia acento)
Por fin, fue al doctor Enrique Graue Wiechers a quien le tocó la rectoría de la UNAM; para unos, es la rifa del tigre; para otros, premio a 37 años de amor por la Máxima casa de Estudios, con raíces de cinco siglos.
El relevo en paz, es la cara de civilidad en una de las más prestigiadas universidades del mundo y, sin duda, la que maneja más población y tiene más campus y planteles en un país de habla hispana.
Donde México ha generado a sus más célebres científicos, humanistas, empresarios, artistas, escritores,
filósofos, políticos y hasta deportistas son egresados de la UNAM, aunque últimamente desplazada por universidades privadas, principalmente en el extranjero.
Como imán de figuras en la región, más de una veintena de presidentes de Latinoamérica, se formaron o terminaron sus estudios en este centro y, obvio, la mayoría de los presidentes de México, gobernadores y figuras de las principales disciplinas son ex alumnos de esta casa de estudios.
La UNAM que dirigirá Graue desde el 17 de este mes, tiene mucho del futuro mexicano en sus manos. Su sede, la Ciudad Universitaria, no tiene competencia en Latinoamérica. Obra ideada desde los años veinte en que Emilio Portes Gil le otorgó la autonomía, fue construida por órdenes del Presidente Miguel Alemán, por cierto, el personaje más detestado por las nuevas generaciones estudiantiles. Su estatua fue derribada en el campus, al calor de cíclicos movimientos antisistémicos especialmente incubados allí.
La CU es una planicie jardinada, con mil edificios, a cual más de emblemático: La Rectorías o “La Rocola”; la Biblioteca o “La Estampilla”, bautizados por el estudiantado. Fue diseñada a partir del plan maestro de los arquitectos Mario Pani Darqui, José Villagrán García, Pedro Ramírez Vázquez, Carlos Lazo, Enrique del Moral y Domingo García Ramos sobre una extensión original de 2 millones de metros cuadrados (ahora con más de 3 millones, incluida una reserva ecológica que la rodea).
Son más de mil edificios: 138 son bibliotecas con más de 5 millones de ejemplares;, una sala de conciertos (Nezahualcóyotl) sede de la Orquesta Filarmónica; una biblioteca central y otra nacional.
Figura un espacio escultórico de proporciones colosales y el Estadio Olímpico Universitario México 68, (para 68 mil 954 asistentes). La extensión total de la universidad es cercana a los 7 millones de metros cuadrados, es decir, mayor a algunas pequeñas urbes de Europa e incluso más que algunos países (como el principado de Mónaco de 0.7 millas cuadradas). A este campus, la Unesco la declaró Patrimonio de la Humanidad, como «un conjunto monumental ejemplar del modernismo del siglo XX».
Planteles hasta en el extranjero
Allí están su Facultad de Estudios Superiores (FES) con campus en Aragón en Cd Nezahualcóyotl, Naucalpan, Iztapalapa, Tlalnepantla y Cuautitlán, en la capital mexicana y el Estado de México (dos entidades que alojan al 20 por ciento de los casi 120 millones de mexicanos en el país) así como en Baja California y Baja California Sur; León (Gto.)
Puerto Morelos (QR) Culiacán y Mazatlán (Sin.) San Miguel Cotla y la ciudad de Tlaxcala (Tlaxc.) Mérida y Sisal (Yuc.) Hermosillo (Son.) o Los Tuxtlas, Martínez de la Torre, Tuxpan y el puerto de Veracruz (Ver.).
Esta universidad cuenta con escuelas de extensión en Chicago, Los Angeles y Quebec, Madrid y Cina.
Como si no fueran suficientes, de esta autoridad descienden quienes operan aquí unos 30 centros escolares, culturales y de esparcimiento como la Antigua Academia de San Carlos (de grandes pintores) la Casa de Humanidades, la Casa del Lago (al centro de parque Chapultepec) que suele presentar obras de teatro a nivel incluso internacional.
Destacan otras responsabilidades de este conjunto monstruoso: la Biblioteca Nacional, a la cabeza de 143 de ellas esparcidas en toda la capital y el país; opera el Centra Nacional Sismológico, Centro de Monitoreo del Volcán Popocatépetl, el Jardín Botánico y dos busques oceanográficos en el Golfo de México y en el Pacífico.
De ese tamaño y más es el peso de este rector, descendiente de alemanes, enamorado de la UNAM, como dice.
Su aval de 37 años de cátedra; lágrimas en casa
Ante el aviso de su triunfo, al doctor Graue, se le escaparon lágrimas de júbilo, publicó La Jornada. En la llamada por teléfono, el presidente en turno de la Junta de Gobierno (JG), René Millán le pidió que guardara discreción. En tanto, el rector José Narro le envió un mensaje de texto para felicitarlo (publicó La Jornada).
Al médico de 64 años la vida le entrega un estado dentro de otro, como se ve a la Universidad Nacional Autónoma de México.
Semanas antes, Graue había anunciado (en entrevista a Proceso) que enriquecería Su programa de trabajo con propuestas de los otros (17) aspirantes y opiniones de la comunidad universitaria.
El mayor obstáculo que tiene Enrique Graue Wiechers para dirigir la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) es su mayor fortaleza: ha dedicado 37 años de su vida a la docencia en la Facultad de Medicina, de la que ha sido director los últimos ocho, por lo cual se inscribe en el grupo de “los médicos”, que han ocupado la rectoría las últimas cuatro administraciones, expone el semanario.
También, agrega, se ha criticado su falta de experiencia política en el ámbito nacional. Él no aspira a tenerla, aunque es consciente de que “cuando eres rector, te desarrollas en ese ámbito porque el puesto lo exige”, dice al reportero al comienzo de la entrevista.
Médico cirujano con más de 100 publicaciones, especialista en oftalmología y trasplantes de córnea, a sus 64 años no tiene duda: “Amo a la universidad. A ella me entregaría”, adelantó.
Durante su gestión como director de la Facultad de Medicina, alentó la creación de la licenciatura en ciencia forense, “para propiciar mejor seguridad en México”.
Sobre la tecnología de la información, lamenta, no se han incorporado a la enseñanza. Rechaza la invasión que sufre la UNAM, con un grupo de vividores que tienen al auditorio Che Guevara como casa de campaña por años, convertida en expendio de drogas, refugio de delincuentes, hotel, mingitorio y WC.
Autonomía no es extraterritorialidad
El nuevo rector de limitó a comentarle a Proceso que eso es
“un reflejo del momento social del país. No puedes armar una fortaleza. Es el caso de los ocupan del (auditorio) Che Guevara, que no puede seguir así.
–¿Qué piensa del debate respecto de la autonomía en materia de seguridad?
–No creo que haya un debate en ese sentido. La autonomía es la capacidad de autogestión, de definir nuestra vida académica, cómo ejercemos el presupuesto, para dónde queremos encaminar la investigación.
No hay extraterritorialidad en ello. No es bueno que entre la policía a la universidad, por el peligro que implica, y hay que tratar siempre de impedirlo. Pero cuando la delincuencia ocurra, hay que atacarla. Ahora, eso tiene que hacerse afuera. Si quieres atacar la droga, no es atacando a balazos a los que la trafican, sino teniéndolos afuera. Es tan fácil como identificarlos y seguirlos con cámaras. No veo una razón para que no hubiera cooperación de las autoridades.
El deporte
La UNAM, es deporte. Cuenta con 42 disciplinas deportivas, y los estudiantes gozan de beneficios por el uso de sus instalaciones, competencias deportivas a nivel nacional e internacional. Están incluidos los siguientes deportes, desde acondicionamiento físico, ajedrez, atletismo, baile y danza deportiva, baloncesto, hasta béisbol, boliche, boxeo, buceo, canotaje, clavados, deporte adaptado, esgrima, fisicoconstructivismo, frontón o, desde luego, futbol americano.
Destaca su futbol asociación, futbol rápido, gimnasia, halterofilia, handball, hockey sobre césped, judo, kendo, lacrosse, lima lama, lucha y montañismo. hay nado con aletas o natación (con la Alberca Olímpica Universitaria), así como en algunas de los nueve planteles que forman parte de la Escuela Nacional Preparatoria).
El “menú” incluye polo acuático, porras, grupos animación, remo, squash, taekwondo, tenis, tenis de mesa, tiro con arco o , tocho bandera y triatlón, voleibol de playa y voleibol de sala
