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LOS DESPOJOS DEL GRUPO UNIVERSIDAD AMENAZAN CONTAMINAR A MORENA

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*  Como un cadáver en descomposición, la estructura del clan forjado por el hoy procesado, Gerardo Sosa, amenaza con contaminar a Morena, por lo que es urgente que sus líderes locales y militancia se libren de los despojos de un organismo que ya hiede y todo lo contamina

Por Antonio Ortigoza Vázquez

Especial de Expediente Ultra

Caducado funcionalmente, atrofiado en lo moral, manchado por la corrupción y su descarado cinismo, el Grupo Universidad es un ente en descomposición cuyos tejidos comienzan a desintegrar esos músculos con que se aferra al partido cooptado por el flamante huésped del Altiplano, el oscuro Gerardo.

El hedor de putrefacción que comienzan a despedir el Grupo Universidad y sus huestes infiltradas en Morena, anuncia una putrefacta descomposición electoral en todos los sentidos.

Pero pese a su agónica condición y herido de muerte, sus incondicionales cuatreros aún permanecen en la cúpula de poder de MORENA Hidalgo. Enfermos de poder, se mueven grotescamente sin ton ni son, ajenos a los reclamos y exigencias de la militancia morenista.

Hoy, MORENA en Hidalgo es amenazada en ser devorada por esos gusanos que pululan por los restos de ese cadáver; esto confirmado en la percepción popular, por la renuncia y caída de candidatos, ajustes de última hora, designaciones amañadas, cambios de planillas y acuerdos hechos en la penumbra donde aún se mueven los alfiles sosistas. 

En la ciencia política inglesa al fenómeno de una condición así –o similar– se le identifica como «lame duck», literalmente pato manso, inmóvil; muerto en vida.

El Grupo Universidad marcó su trágico destino desde el instante mismo en que compró al partido guinda; jugando a la ruleta rusa, hizo a un lado la razón de la militancia de base. Sus dirigentes fueron sepultados por la Sosa Nostra con carretillas de dinero e imposiciones antinatura.

Esa condición de necrosis de los tejidos del Grupo Universidad explica lo que ahora sucede: una descomposición que se generaliza cada día –cada minuto diríase sin incurrir en exageración– y se manifiesta con dramatismo y espectacularidad conturbadora de la lucha que mantienen esas larvas que amenazan ya en convertirse en moscardas.

Morena Hidalgo fue guiado a vivir un fenómeno partidista como anomia, donde el Grupo Universidad llevó a este partido a sufrir una enfermedad que le contagió una cofradía que hoy lleva las riendas de ese partido, consistente en el relajamiento de las reglas morales y jurídicas y básicas del partido de la 4T.

El Grupo Universidad ha llevado su franquicia Morena Hidalgo a terrenos donde la duda de su razón de existir es ya un dilema. Lo que existe como Morena Hidalgo es una irrealidad nominal.

En este proceso electoral, Morena existe sólo de nombre. Las moléculas de sus tejidos han perdido lo que se conoce y denominamos vida. Tejidos muertos que decaen hasta desintegrarse.

Morena, dolorosamente construido en el discurso histórico, se desmorona. Y sobreviene, como consecuencia, la caída, implícita de ruptura y destrucción. El ordenamiento de componentes del entramado en ese la cúpula morenista hidalguense y el Grupo Universidad, hoy está hecha añicos.

¿Por qué se ha llegado a esa situación tan grave de Morena y cuáles son las vías que se tienen ante sí para superar los peligros que se ciernen sobre los morenistas y qué hacer? Simple, extirpar los gusanos del cadáver del Grupo Universidad, que hoy intentan devorar a este partido que no acaba de nacer.

1 Comentario

  1. Si no llega a Morena un dirigente que le ponga mucho producto de gallina, a Morena se lo carga patas de catre en los 4 años que le quedan de gobierno, Amlo ta lo dijo, si en Morena siguen con sus chingaderas dejó el partido y me voy a la chingada ( su rancho) pero ademas, en el 21 puede volver el neoliberalismo,

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