Inicio País Los normalistas, involucrados con narcos: canta “El Gil”

Los normalistas, involucrados con narcos: canta “El Gil”

*Con victimarios, narcopolicías de Iguala, Taxco y Cocula *PRD: castigo a perredistas cómplices, lágrimas de cocodrilo

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De la redacción

CD de México, 21 de septiembre de 2015 (agencia acento) En expedientes de la PGR abundan confirmaciones de lo que medio México sospechaba desde un principio:

Que los normalistas victimados, no sólo andaban secuestrando camiones para conmemorar el 2 de octubre, una semana antes.

El recién capturado líder del cártel más poderoso de esa entidad, Guerreros Unidos, Gildardo López Astudillo, los ubica como cooptados por los Rojos. Acepta que él ordenaba “levantones” contra los estudiantes, pero rechaza que ordenara su incineración.

“El Gil”, arrestado el miércoles 15, eso sí, se ufana de que controlaba a buena parte de las policías de Iguala, Taxco y Cocula; los tenía en su nómina; a cambio le informaban de operativos propios o de fuerzas estatales y federales. Los había que se sumaron; los había que fueron (y son) sometidos porque de no “cooperar” eran victimados, lo mismo policías que estudiantes.

Los uniformados hacían falsos arrestos contra los rivales de Guerreros Unidos, es decir, Los Rojos, con los que se identificaba a normalistas que fueron “levantados” más de una vez y victimados el 26 de septiembre, se expone en declaraciones de la mayoría de más de cien arrestados, policías o civiles.

El 26 de septiembre fue una acción de venganza, un mensaje a otros grupos que quisieran sumarse a Los Rojos o contrariar a Guerreros Unidos, conforme a confesiones que “El Gil”, quien sigue soltando “secretos” (más que sabidos en todo el país) a la PGR, tras su captura el 18 del presente.

En el largo expediente del Caso Ayotzinapa, ahora “El Gil” es clave. Se sabe que policías municipales –que figuran entre más de cien detenidos ahora- lo dotaron con identidad falsa (como Jesús Román) y lo escondieron el último año hasta que los “sabuesos” lo detectaron por “traidores” que lo delataron.

La protección de uniformados municipales y probablemente estatales, permitió al jefe de Guerreros Unidos, ocultarse un año en el estado, como él mismo revela en confesiones ministeriales; inocentemente acepta que los mando secuestrar pero no cremar. La ley castiga el secuestro con casi las mismas penas el secuestro que el homicidio.

El señalado como autor material de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y –según la PGR- Gildardo López Astudillo, «El Gil», de 36 años de edad, fue arrestado en Taxco, «diversos imputados lo señalan directamente como el autor material de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa»,según Renato Sales, Comisionado de Seguridad  Nacional, tras el arresto.

«Se le identifica como quien reunió al grupo que recibió, trasladó, privó de la vida e incineró a jóvenes normalistas en septiembre de 2014», tuiteó la Policía Federal.

«Actuaba como jefe de un grupo delictivo dedicado a la extorsión y distribución de droga en Iguala y Cocula», precisó el comisionado.

Ahora ya suman así 111 los detenidos como los «probables autores intelectuales» y materiales, aunque.los padres de normalistas, no aceptan versiones oficiales de ninguna índole; ya sea la cremación de cuerpos que expertos insisten en que sí fue la hipótesis más firme, a pesar de la versión de un solo experto extranjero, que no hizo estudios en campo.

Aunque El Gil es el máximo jefe y líder de Guerreros Unidos, Sidronio Casarrubias, un mando equivalente, reveló que la versión de que los estudiantes colaboraban con Los Rojos, la organización rival, detonó la “venganza” y por eso él, Casarrubias –según  versión oficial- dio la orden de matar e incinerar a los estudiantes.

Sidronio dio base a la llamada “verdad histórica”, arrestado, un mes después de los hechos y confesó que los secuestrados terminaron incinerados.

El Gil logró escapar durante casi un año, pero ahora confirma la versión de Sidronio.

La razón publica hoy que Las labores de inteligencia realizadas por la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) revelaron que El Cabo Gil se refugió en cuando menos tres domicilios que tenía en el municipio de Taxco.

Según las indagatorias, estos mismos agentes locales fueron quienes le proporcionaron una credencial falsa para que pudiera identificarse con el nombre de Jesús Román.

Trató de usar ese documento la noche del miércoles, cuando fue aprehendido, para despistar a los elementos que lo encontraron en la calle. Sin embargo, tras una serie de análisis comprobaron su identidad.

De acuerdo con autoridades de la Procuraduría General de la República (PGR), en sus primeras declaraciones, el hombre confesó que ordenó detener y levantar a los jóvenes normalistas de Ayotzinapa.

Incluso aceptó ante el Ministerio Público (MP) de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) que a los estudiantes se los llevaron en su camioneta.

Sin embargo, según él no dio la orden de que los incineraran en el basurero de Cocula. De hecho, dijo que no sabía qué les había sucedido luego de que los subieron a esa camioneta.

El comisionado nacional de Seguridad Renato Sales Heredia explicó el viernes pasado que El Cabo Gil “acepta una parte de los hechos, la que no lo incrimina directamente, pero se ubica en circunstancias de tiempo, modo y lugar; reconoce a las personas, reconoce la camioneta”.

PRD pide que comparezcan perredistas

En un resolutivo leído por la senadora Angélica de la Peña, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) aprobó que aquellos perredistas que impulsaron la candidatura de José Luis Abarca a la presidencia municipal de Iguala, en Guerrero, se pongan a disposición de las autoridades para que éstas deslinden sus responsabilidades.

El partido decidió “llamar a cuentas a los dirigentes del partido que fueron responsables o corresponsables de haber promovido la candidatura de José Luis Abarca a la presidencia municipal de Iguala, Guerrero; asimismo, quién o quienes promovieron su afiliación al PRD y por qué no tomaron en cuenta la fama pública de esta persona”, indicó la legisladora.

En ese sentido, otro de los puntos indica que el sol azteca debe reformar las directrices del partido para evitar que personajes como Abarca, sean postulados nuevamente para algún cargo de elección popular.

Especialistas ven factible que incineraron a los 43

El profesor del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe) Silvestre Rosas y Hernán Dinorín Estrada, director de la Academia Internacional de Formación en Ciencias Forenses (AIFCF), consideraron factible la incineración de los 43 normalistas en el basurero de Cocula, Guerrero, con la ayuda de petróleo, llantas y botellas de PET.

“Es factible que se hayan quemado los 43 cuerpos, porque el cuerpo es parte grasa. Lo último en consumirse es el corazón y los dientes, quemar los cuerpos en una temperatura ambiente oscilaría entre 800 a mil grados”, consideró Rosas.

Afirmó que se ha topado con muchos cadáveres calcinados pero nunca había visto un caso como el de Cocula.

En tanto, Dinorín Estrada señaló que es factible incinerar todos los cuerpos, porque al sacar el agua del cuerpo humano “la grasa y el músculo genera fuego, también juega un factor importante la colocación de los cadáveres para quemarse”.

El ex perito de criminalística de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) manifestó que a pesar de que pareciera difícil de creer que un cuerpo se pueda cremar al aire libre, es posible, ya que un elevado porcentaje de los órganos humanos está constituido por agua, por lo que el fuego los deshidrata y los consume hasta dejarlos convertidos en cenizas.

En tanto Juan Núñez, incinerador de una agencia funeraria, dijo que no es descabellado señalar que los cuerpos de más de 40 personas hayan sido incinerados al mantener una hoguera con neumáticos y leña durante más de 14 horas.

Indicó que los que efectuaron esta acción debieron contar con conocimientos para calcular la cantidad de combustible como diesel, llantas, leña para mantener por horas encendida la hoguera, además tuvieron que lograr una temperatura constante.

Núñez manifestó que los cuerpos de los normalistas tuvieron que ser colocados sobre las llantas repletas de madera para alcanzar una temperatura de 800 a mil 600 grados centígrados.

 

 

 

 

 

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