Inicio País Obra del narco: Todos están muertos… “no todos en Cocula”

Obra del narco: Todos están muertos… “no todos en Cocula”

*El Cochiloco y el director normalista los enviaron al matadero *Había narcoinfiltrados y un policía, ambos terminaron muertos *Relatos espeluznantes:”Tú tienes la culpa que estemos aquí”.

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Foto: PGR

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De las corresponsalías e

información de agencias

CD de México, 14 de octubre de 2015 (agencia acento) Nuevas revelaciones confirman la mano del narco y que todos están muertos.
Detenidos por la PGR dicen que buena parte de “Los 43” normalistas “desaparecidos”, sí fueron incinerados en el basurero de Cocula. Pero otra buena parte, menos de la mitad, fueron ejecutados con tiros a quemarropa y sus restos calcinados y sepultados a 30 kilómetros del basurero.
En los expedientes aparecen declaraciones de acusados de  esa matanza y revelados el domingo 11 por la Procuraduría General de la República (PGR) contienen versiones diferentes entre inculpados.

Según testimonio del “halcón” (detenido) Marco Antonio Ríos Berber, que servía al cártel Guerreros Unidos, se encontraba con otro sujeto, y un tercero llegó a bordo de una camioneta con tres estudiantes normalistas capturados.

El halcón, Ríos Berber, relata que cuando volvió con el combustible, se percató de que los dos sujetos que se quedaron custodiando a los normalistas los habían ejecutado con un tiro de gracia en la cabeza. Y dijeron  que “por andar de revoltosos”.

Uno de los dos, apodado, “El Chaki”, ordenó hacer una fosa, en donde  aventaron los tres cuerpos y les prendieron fuego.

Más tarde llegaron dos sujetos más en una camioneta blanca con 10 normalistas más, capturados. Recibieron la orden de  ejecutar a seis de ellos, narra el detenido mencionado.

“Dejaron vivos a cuatro; aventando a los seis muertos al hoyo, donde les prendió fuego hasta que se calcinaron, tapando el hoyo con tierra y ramas, dejando amarrados a los otros cuatro estudiantes, a quienes golpearon y dejaron inconscientes”, abundó Ríos Berber.

Ríos Berber dijo que se enteró por otra persona que habían matado ese mismo día a los cuatro normalistas porque “se estaba calentando la plaza”.

Marco Antonio Ríos recibía como halcón 5 mil pesos semanales.

Un equipo argentino de antropología forense  había dicho en noviembre del 2014 que en Pueblo Viejo ninguno de los cadáveres hallados era de los normalistas.
Tampoco la versión de Murillo Karam incluye a este grupo de supuestos 13 normalistas ejecutados, del 7 de noviembre. Es decir, cuando definió esa conclusión como “la verdad histórica” del Caso Iguala.

Había dos infiltrados

Jonathan Osorio Cortés, alias “El Jona”,  otro detenido, testificó que entre normalistas iba un hombre infiltrado de la banda “Los Rojos”. Es decir, del grupo opuesto a este cártel, o  “Guerreros Unidos”.
A “El Jona” le sorprende que –explicó- varios jóvenes de los involucrados y sometidos llevaban pasamontañas entre sus pertenencias, lo usual para efectuar marchas cubiertos del rostro. Dice que se notaba quiénes eran normalistas (usaban huaraches y ropa sencilla) y los que no, porque eran los infiltrados: usaban tenis (costosos para los estudiantes) y el pelo bien cortado, diferente; tenían mayor edad.

Jononatan, “El Jona”, abunda que, al llegar al basurero de Cocula con los normalistas sometidos, transportados en dos camionetas, separaron e a los que ya habían muerto por asfixia.
A los que aún vivían, sometidos como iban, los delincuentes comenzaron a ejecutarlos uno por uno, con un tiro en la cabeza.
Cuando quedaban ya pocos “los que quedaron vivos empezaron a decir que entre ellos había un hombre de apodo ‘El Cochiloco’ y quien venía al frente del grupo de muchachos”. El “El Cochiloco” era en realidad Cutberto Ortiz Ramos, conocido por los normalistas y quien fue ejecutado en la parte alta de Cocula, según el relato del detenido.

Indicaron los estudiantes –desesperados- que eran estudiantes de Ayotzinapa y que el Cochiloco era de los Rojos. Que él estaba asociado con el director de la Normal de Ayotzinapa.
Que todos coincidían en señalar al Cochiloco como el culpable, que con el director de la Normal, les ordenaron todo.
Explica el declarante,  que una vez que indicaron quién era el Cochiloco y otro infiltrado de los Rojos, al parecer policía, se les separó a esas dos personas, relató Osorio.

“Tú tienes la culpa de que estemos aquí’,

“A los dos, los sicarios los interrogaron y después les dispararon”.
El testimonio señala que, como los normalistas ya no decían nada más, les pegaron con un tronco en la cabeza y así fue como los mataron.
El director de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”, de Ayotzinapa, José Luis Hernández Rivera y El Cochiloco, fueron quienes enviaron  a Iguala a los normalistas.
Hernández Rivera dijo a Excélsior (22 de septiembre del 2015) que la PGR ni nadie lo han interrogado. Incluso anunció por separado que él estaba por dejar el cargo y que se jubilaría en noviembre próximo.
Osorio Cortés da luces: “A Miguel Ángel Hernández Martínez, lo recuerdo por sus patillas; estuvo vivo casi hasta el final; mencionó que el Cochiloco estaba involucrado con el director de la Normal Rural; que se coordinaban para organizar marchas infiltrando contras (…) Le gritó al Cochiloco ‘Tú tienes la culpa de que nosotros estemos aquí’, eso fue lo que dijo”, comentó Osorio cuando se le mostró una fotografía de Hernández Martínez.

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