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* El cónyuge de Yoli Tellería, Daniel Ludlow, trató de intimidar a elementos de tránsito al subir en redes sociales lo que decía era un abuso de autoridad; horas más tarde bajó el contenido de Facebook y Twitter pues los policías capitalinos le decomisaron armas a uno de sus escoltas sin tener permiso de portación fuera de su jurisdicción
Por Antonio Ortigoza Vázquez/@ortigoza2010
Entre la lista de pendientes de la semana que inicia, la alcaldesa de Pachuca, Yoli Tellería, tendrá mucho que explicar sobre el comportamiento prepotente de su cónyuge y ex diputado federal, Daniel Ludlow, el pasado domingo 27 en la Ciudad de México donde acusó de corruptos a oficiales de tránsito que cumpliendo con su deber descubrieron que el “príncipe consorte” de la Casa Rule, llevaba de escolta a policías municipales con sus respectivas armas de cargo.
El hecho se tornó más bochornoso porque en sus cuentas de Twitter y Facebook, el “influyente” personaje acusó a la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum de ser la responsable del compartiendo “ilegal” de sus policías que a su parecer, se dedican a parar autos con placas del interior del país.
El personaje en cuestión subió un video donde es puesto en su lugar por un elemento de tránsito que actuando dentro de los protocolos de seguridad y sin amedrentarse para cumplir con su deber le hace ver al policía de Pachuca que incurre en una grave falta al portar un arma de cargo fuera de su jurisdicción y sin existir un convenio de colaboración de por medio.
“Soy el oficial Zepeda, encargado de motropatrullas”, le dice sin dejarse amedrentar por Ludlow. Aunque no se nota el aspecto del esposo de la señora Tellería, el tono de su voz supone cierto grado de intoxicación etílica.
Llama poderosamente la atención que alrededor de las 9 de la mañana en que sucedieron los hechos el ex diputado se apresuró a subir en sus redes sociales lo que consideró una tragedia para más tarde borrar el incidente.
¿Por qué?
Seguramente de haberse viralizado hubiera tenido que explicar a los pachuqueños golpeados por la inseguridad, el por qué no siendo funcionario público trae a elementos de la Policía Municipal de escoltas.
¿Acaso ser el esposo de la presidente municipal le concede el privilegio de tener seguridad privada con cargo al erario municipal? En otras palabras, mientras los habitantes de la Bella Airosa están a merced de una desatada hampa, el esposo de Yoli, emplea como escoltas a policías municipales para que lo cuiden no solo en Pachuca sino en la Ciudad de México.
Y preguntamos: ¿qué ley o quien autoriza a la alcaldesa asignar policías municipales, pagados por el ayuntamiento, para que protejan a su marido?
¿Cuántos familiares más están en igualdad de privilegios?
¿Acaso hijos, hermanos, sobrinos, etcétera?
Hace unos días, un cuentahabiente fue asaltado con 300 mil pesos por la falta de seguridad en la Bella Airosa y muchos establecimientos se quejan de la falta de elementos en las avenidas, calles y barrios.
Yoli tiene que empezar por explicar la razón de tener asignados a elementos policiales para proteger a su cónyuge. Y de extenderse esta situación a más miembros de su familia, hablar con claridad.
Tenemos la certeza que esta anomalía no es exclusiva de Daniel Ludlow que, insistimos, ni siquiera es funcionario público.
En tanto, aunque haya bajado de sus redes sociales lo publicado por la sanción a que se hizo acreedor, hubo quienes si nos percatamos de la situación, pero basta recordar que el “príncipe consorte” de doña Yoli, fue muy claro en su mensaje de twitter de meses atrás, que también eliminó, al referirse sobre la exigencia de seguridad por parte de los pachuqueños. Más claro no pudo ser: “Pues por pendejos. Ahora debe la alcaldesa ponerles un ángel guardián a cada ciudadano. Está cabrón. Se dejan engañar por cualquier idiota”. Sin duda, Ludlow cuenta con uno varios ángeles guardianes.
Por lo pronto, esperemos que la alcaldesa no finja demencia ante la prepotencia de su cónyuge., como en el caso de la intención de privatizar el agua y solicitar recursos públicos para… Tema del que hablaremos en este espacio en nuestra siguiente entrega.
Sus «tuits»:
