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PRIMERO MUERTOS, QUE SIN EQUIPO

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* La fanfarronada de Álvaro Dávila en 2009

Por Martha Elba Torres Martínez

Primero muertos que sin equipo. Así de intensa estuvo parte de la afición de la ex “monarquía” que valiéndole realmente un cacahuate que estando en fase de contagio comunitario, inundó el Centro Histórico de Morelia a pie y en vehículos para exigir la permanencia de la franquicia futbolera en esta capital.

Medios deportivos nacionales y comentaristas han confirmado el cambio de sede a Mazatlán. En la víspera, el gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz, en entrevista con Tele Fórmula, dio a conocer que el nuevo equipo de la Liga MX que ocuparía el lugar de Monarcas Morelia se llamará “Mazatlán FC”, y que en dos semanas podría ya hacerse oficial el traslado.

El mandatario aclaró que TV Azteca sigue siendo dueño del equipo, pero el gobierno del estado propietario del estadio, así que ya piensa en las muchas cosas que harán en la comercialización y proyección televisiva de esa entidad. Esta feliz.

El único que no dice nada, es Ricardo Salinas Pliego. Estrategia de mercadotecnia. Mantiene en ascuas a una afición que ha seguido al equipo por 70. Al cierre de esta entrega, Porras Unidas del Morelia habían convocado a rueda de prensa para dar a conocer su postura.

Así que, amigas y amigos aficionados, todo parece indicar que la Monarca emigró y nada más salieron -muchos con familia- a exponerse al contagio. La secretaria de Salud en Michoacán, Diana Carpio, en sesión extraordinaria del Comité de Crisis, esta segura que en las dos primeras semanas de junio, estarán prestando atención médica a muchos fans futboleros.

En esa misma reunión, estuvo presente el secretario de Gobierno, Carlos Herrera. Cuando le preguntaron del porqué no impidió Seguridad Pública las marchas de aficionados, respondió que los policías no los van a andar correteando para regresarlos a palazos a sus casas. “Son adultos y al final de cuentan lo van a pagar”.

Ayer leía a Oscar Tapia, un prestigiado periodista deportivo de Michoacán, compartió en Facebook los términos del convenio con que negoció con Salinas Pliego: por el traslado de la franquicia, efectivamente 400 millones de pesos. Un subsidio anual de 90 mdp y la condonación de impuestos de todas las actividades y comercialización que se realice en un estadio que se construyó con recursos públicos: 652 mdp.

Sin ser aficionada al futbol pero si reportera con suerte, a principios de 2009, me cayó en exclusiva el choque del entonces gobernador Leonel Godoy Rangel, con el Club Monarcas, que exigía el subsidio de 46 millones de pesos correspondiente a 2008, y que había sido pactado en 2007 por su antecesor Lázaro Cárdenas Batel.

Ya en dificultades financieras el gobierno del estado, Leonel pidió cuentas y revisar el convenio respectivo así como el comodato que otorgaba al equipo el usufructo del estadio Morelos. La respuesta del entonces presidente Álvaro Dávila, fue amenazar al gobernador con llevarse la franquicia a otro lugar.

En una conversación informal, a la contralora Rosa María Gutiérrez Cárdenas se le salió contarme las chingaderas de Dávila. “¡Es que no tiene llenadero!”, dijo.

-Cuéntame más.

Lo que me contó, más las investigaciones propias, me dio material para cuatro entregas al SEMANARIO LOS PERIODISTAS, en torno al conflicto económico entre el gobierno de Michoacán y Monarcas.

Hoy retomo parte de ese material para demostrar que hoy como ayer, cómo buena parte de los recursos públicos se pierden en esa zona siniestra que son los estadios de futbol y los convenios con los clubes.

El estadio Morelos se inauguró en 1989. Se construyó con recursos públicos. Se comentaba entonces que el regiomontano Eugenio Garza Laguera, dueño de la cervecería Cuauhtémoc le metió 800 millones de pesos, a cambio de la exclusividad de la venta de cerveza…

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Pues así como esta lastimada hoy la afición del Monarcas, lo estuvo hace 11 años y la presión al gobernador para que resuelva, igual. Solo que ni Silvano es Leonel, ni imaginábamos una pandemia.

Todavía muchos creen que la situación se puede salvar, porque en 2009, la directiva del Club informó que ya tenía incluso dos plazas para mudarse con grandiosos ofrecimientos económicos, a Tijuana o Mérida. Pero la investigación periodística demostró que era toda una mentira, pues ambas ciudades no contaban entonces con estadios de Primera División, y menos con afición.

Como sea, Club Monarcas llegó a un arreglo con Leonel Godoy y el quipo se quedó. Pero sentaría un precedente que quién sabe si los gobernadores siguientes mantuvieron: meter un contralor a la administración para transparentar el manejo del estadio. El primer y no se si el único que ha tenido la administración del estadio, fue Víctor Manuel Martínez Uribe. Porque hay que aclarar, el administrador siempre lo ponía el Club.

De ese dinero de particulares con que se construyó el Coloso del Quinceo, surgió la Asociación de Propietarios de Palcos y Plateas, que en 20 años solo había tenido dos presidentes: don Félix Cerda, que murió en 2003 y Raymundo Rodríguez, conocido en el ámbito empresarial como “Topo Gigio”, en 2018.

La Asociación de propietarios de Palcos y Plateas tampoco le rendía cuentas a nadie de las mil 940 plateas que son propiedad del gobierno del estado y que en partidos importantes se rentaban hasta en 450 o 600 pesos de aquellos tiempos.

Pero aquí lo más interesante: de las mil 940 plateas del gobierno, mil 600 las manejaba el Club Monarcas en su beneficio; de las 340 restantes, 200 las rentaba la Asociación y el gobierno terminaba disponiendo de un puñito, 140. Hay que considerar que hace más de una década, la renta de cada platea, por temporada, era de 2,600 pesos.

Supongo que los gobernadores Fausto Vallejo y Salvador Jara, a pesar de ya enfrentar dificultades económicas graves, siguieron cumpliendo las exigencias económicas al Club Monarcas para no levantar otro frente de presión social. Incluso cedió Silvano Aureoles los primeros años de su gestión, hasta que ya no pudo. Hoy el sector salud se chupa hasta el último peso del presupuesto.

Pero hay que ver en positivo. Michoacán recupera el estadio Morelos, se acaban con esos contratos leoninos que tanto beneficiaron a Salinas Pliego y otras empresas; claro que puede tener otro equipo, porque a éstos, los hacen grandes la afición. Y a Morelia, le sobra.

Al cierre de esta entrega me enteré que Silvano esta revisando el convenio de comodato del estadio. Habrá algo…

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Mis investigaciones en 2009, sobre la primera amenaza abierta, descarada, de sacar a Monarcas de Morelia, me llevó a lo más selecto y nutrido de la afición: las porras.

Pude entrevistar a Javier Muñoz Ocampo, de “barra 81 2000”; 81 por el año de ascenso a Primera División y el 2000 por el único campeonato que logró el equipo.

-¿Hasta dónde puede llegar la afición por un equipo?

-Esa está difícil. Yo si soy muy aficionado, me gusta coleccionar muchas cosas y a veces mi esposa me dice ¡ya no quiero tantas cosas aquí! Mi familia es lo máximo, el fútbol es parte de mi vida. Pero como un gusto, como un espectáculo. ¡Híjole!… no sé qué responderte.

A Valdemar Álvarez González, quien junto con Fernando Morales, formaron la primera y más grande porra de los finales del siglo XX, la de los “Pelones”:

“Si aquí el fútbol no es negocio pues que se lo lleven. En tiempos pasado se decía que si el Morelia se vendía, una parte a la cervecera y otra parte a TV Azteca, pero con la condición de que nunca saliera de Morelia, al menos eso fue lo que dijo Nicandro Ortiz. Entonces, ¿para qué quieren engañar? Si te lo quieres llevar pues llévatelo. La vida tiene que continuar, y si se queda pues bienvenido, y hay que seguir adelante”.

Entonces, mejor vivos, aunque sin equipo.

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