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PROBLEMAS EN EL CIELO; LOS DRONES DEFECTUOSOS DE LA FAM

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Jorge Medellín / @JorgeMedellin95 /EstadoMayor.mx

 Los S-45 y S-45T Baalam de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) no vuelan o difícilmente lo hacen. Múltiples fallas lo tienen en tierra, a la espera de que los técnicos especializados de la empresa mexicana Hydra Technologies se decidan a repararlos a la brevedad y dejen de aplazar los servicios comprometidos.

Son los aparatos controlados remotamente, los otros drones, hoy renombrados técnicamente RPAS (Remote Piloted Aircraft System), y que se han convertido en poco tiempo en una tecnología fundamental para apoyar las estrategias y operaciones especiales del Ejército y la Marina.

La FAM tiene 23 de estos aparatos. Prácticamente la mitad son aeronaves compradas a la firma nacional Hydra Technologies, creada como tal en 2005 (con antecedentes en 2002 que le permitieron crecer como compañía) y que en 2007 saltó a la fama tras venderle un primer lote de sistemas aéreos no tripulados a la entonces Policía Federal Preventiva (PFP).

La PFP compró una flota de seis aparatos S-4 Ehécatl y un mini drone para adiestramiento de operaciones especiales a corta distancia, como rescate de rehenes e intervenciones contra cárteles y otras organizaciones delictivas.
Hydra Technologies, basada en Zapopan, Jalisco, creció rápidamente y en poco tiempo logró contratos con gobiernos estatales como el de la entidad en la que surgió. Se extendió a Nayarit, Sinaloa, a la Ciudad de México, y luego a Sudamerica, llegando a Chile y Perú, entre otros países.

Sus primeros usos fueron civiles; en Jalisco y Nayarit se le empleó para vigilar desde las alturas la tala ilegal, el robo de maderas preciosas, los incendios forestales, los cultivos amenazados por plagas. En Sinaloa seguridad les usó para labores de seguridad. Casi de inmediato la SEDENA buscó sus servicios para dotar a la FFAM con aparatos de vigilancia a distancia destinados al combate al narco.

Se compraron los modelos U.A.V. “G-1 Guerrero” y U.A.V. S-4 “Ehécatl” y más tarde el G-2T, para causar alta en el Escuadrón Aéreo 601, con base en Atlangatepec, Tlaxcala, en donde operan las aeronaves G-1 “Guerrero”, S-4 “Ehécatl”, Hermes 450, Hermes 900 (cedidas por el CNI y por Pemex) y S-45 “Baalam”.

Además de estos aparatos, la SEDENA adquirió el año pasado 100 mini drones DJI MAVI PLATINUM que fueron refaccionados con más de 1,100 piezas mediante una licitación pública internacional. Cada aparato tiene un precio aproximado de entre 16 mil y 20 mil pesos. Una parte de este material –36 mini drones– se emplea en la vigilancia estratégica de 73 instalaciones y 7 ductos de Petróleos Mexicanos (PEMEX).

Pero el verdadero problema no es con estos mini UAVS, sino con la flotilla de 13 RPAS S-45 y S-45T “Baalam”, que han vuelto a presentar diversas y costosas fallas que reducen las capacidades operativas y anticrimen de la SEDENA y la FAM.

Los reportes indican que estos aparatos, cuyo lote más reciente de tres unidades (los S-45T) fue adquirido en 2018, muestran severas reducciones en su operatividad, reflejadas en menos horas de vuelo y el incumplimiento de misiones estratégicas de observación sobre blancos específicos.

Se estima que el costo de estos tres aparatos, ya con el horizonte de cinco años de servicios y mantenimiento, será de 500 millones de pesos. Los S-45T “Baalam” no han alcanzado las 300 de vuelo por año por aparato que se tenían previstas. Se han quedado en las 1,200 horas como máximo entre las tres aeronaves.

Cada aparato debió haber volado 300 horas por año desde 2018, esto es, alrededor de 2,700 horas en total, contando lo hecho en 2020. No ha sido así. Los reportes recientes indican que los “Baalam”, con una autonomía de vuelo de hasta 200 kilómetros, pierden la señal al llegar los 80 kilómetros de su recorrido.

Los problemas de los “Baalam” no han sido solo con la Fuerza Aérea Mexicana. En el gobierno de Sinaloa los dolores de cabeza por las fallas de los RPAS de Hydra Technologies hicieron que en 2018 los dos aparatos comprados un año antes para la Secretaría de Seguridad Pública estatal se quedaran en tierra, porque las capacidades anunciadas por la empresa no correspondían a la realidad del producto final.

Cada “Jaguar” costó 3.5 millones de dólares y en su momento las autoridades de seguridad estatal amenazaron con cancelar el contrato existente con Hydra Technologies si la empresa no corregía las fallas operativas del equipo cuya venta no estaba totalmente cerrada. Los S-45 “Baalam” fueron adquiridos por Sinaloa en diciembre de 2017.

En septiembre de ese año, la FAM le entregó a José Luis Ortega, ejecutivo de Hydra Technologies, un reconocimiento por el desempeño de los S-45 “Baalam”, cuyo despliegue fortalecía la capacidad operativa del Ejército Mexicano. En esos días se firmó el contrato para adquirir los tres S-45T que completaron la flota de 12 RPAS de este tipo en la FAM.

Exactamente un año más tarde, un S-45 “Baalam” se estrellaba cerca de la Base Aérea del Escuadrón 601 de los RPAS, luego de haber perdido contacto con sus operadores.

El accidente se tradujo en la pérdida total del aparato que, al igual que los otros del mismo modelo, tiene una suma asegurada de 1 millón 198 mil 222 dólares, con un costo de 10 millones de dólares por pago de responsabilidad civil y un deducible por casco (fuselaje) por un valor de 59 mil 911 dólares.

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