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*El célebre actor, cantautor y activista social, falleció a los 85 años de edad
Por Luis Felipe Hernández Beltrán/ protocolo.com.mx/
“La muerte no enseña el cobre, tampoco hace distinciones”… Tanto invocó a la calaca flaca a través de su canto, que la huesuda, disfrazada de COVID-19, decidió llevárselo a él.
Así, la tarde de ayer, 30 de abril, México lloró el fallecimiento de Oscar Chávez a los 85 años de edad, tras ser internado de emergencia el pasado miércoles 29 de abril por coronavirus.
Partió al terreno de la inmortalidad el hombre que además de la muerte le cantó a la vida, a los movimientos sociales, al zapatismo, a la rebeldía, a las corridas de toros y hasta al amor.
Fueron muchos “Estilos” los que lo hicieron inmortal: su novel pero magistral actuación en Los Caifanes, aquel clásico del cine mexicano grabado en 1967 por el director Juan Ibáñez, en donde junto “el Mazacote” (Eduardo López Rojas), ”el Azteca” (Ernesto Gómez Cruz)) y “el Capitán Gato” (Sergio Jiménez), representaron a los locos, traviesos y maloras personajes de clase baja que se codean con dos de la alta alcurnia como Paloma (Julissa) y Jaime (Enrique Álvarez Félix).
Y de ahí, la mezcla del cine con el canto, que se notó en más de 50 producciones discográficas, siendo la trova el género principal. Con “Macondo”, del autor peruano Daniel Camino Diez Canseco, resume el clásico literario Cien Años de Soledad de Gabriel García Márquez… “…y la vida pasa siendo, remolino de recuerdos…”
¿Quién no lloró y le juró amor eterno a la persona amada que decidió irse con “Por ti”?, considerada por muchos como una oda la melancolía, escrita por el mismo Oscar… “Por ti, estoy muerto de amor tan enfermo”.
Ernesto Che Guevara tuvo también su himno escrito por el cubano Carlos Puebla en voz del Caifán mayor: “Aquí se queda la clara, la entrañable transparencia, de tu querida presencia: comandante Che Guevara…”
¿Y por qué no? con la mariguana, recordó el simbolismo de aquella hierba que se fumaba desde los tiempos del presidente Antonio López de Santa Ana: “Cuni cuni cantaba la rana y echaba las coplas de la mariguana”.
Como si fuera una figura del toreo, más de 50 pasos doble taurinos, en su mayoría escritos a inicios de siglo, desconocidos por la afición taurina, fueron grabados en 1991 por Oscar en 1991 y presentados ante una majestuosa Plaza México que lució abarrotada para verlo y escucharlo.
¡Ay Oscar! Sigue invicta tu racha de 19 conciertos consecutivos (uno por año) de 1998 a 2016 en el Auditorio Nacional… Sí, invicta con V, como la V de la victoria que clamaste con tu defendido Ejército Zapatista de Liberación Nacional cuando tú, siendo el único no encapuchado, y los zapatistas entraron triunfales al Zócalo de la Ciudad de México en marzo de 2001: “Cuando pienso en Chiapas mi amor, toma sentido mi voz, brotan metralla y rencor de mi garganta…”
Hoy Oscar te decimos “Flores negras del destino nos separan sin piedad”, “Por ti, me ha dado por llorar como el mar, me he puesto a sollozar como el cielo, me ha dado por llorar…”, “Aprendimos a quererte, desde la histórica altura, donde el sol de tu bravura, le puso cerco a la muerte…” Solo nos queda decir… como lo dijo “el Estilos” en Los Caifanes: “Vivir intensamente, es conseguir una impresión del vivir”… y tú, Oscar, como Macondo estarás “forjado en cien años de amor y de historia”.
Aquí, compartimos la entrevista exclusiva para Protocolo Foreign Affairs & Lifestyle que le realizó el autor de esta nota a Oscar Chávez en octubre de 2018, como parte de la promoción de su concierto “Oscar Chávez le canta a la calaca flaca” que se llevó a cabo el 3 de noviembre de ese mismo año en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris de la Ciudad de México: http://www.protocolo.com.mx/cultura/musica/entrevista-exclusiva-oscar-chavez-repasa-su-vida-antes-de-cantarle-a-la-muerte/
