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La UIF le acusa de lavado, conflicto de interés y huachicoleo
Por Antonio Ortigoza Vázquez
El presidente del Patronato de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), Gerardo Sosa Castelán, estaba de tal forma furioso que no le importó estar frente a académicos y funcionarios de la misma institución y comenzó a despotricar: “Todo esto es pinche envidia y coraje que nos tienen”.
En reunión realizada en el Centro de Extensión Universitaria, Sosa Castelán confirmó el congelamiento tanto de sus cuentas personales como las del rector, Adolfo Pontigo Loyola, pero que la acción de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la SHCP se extendió a las cuentas de la universidad.
Ante la comunidad universitaria reunida en el CEUNI, Sosa señaló al gobierno federal de querer “poner en duda el trabajo de los universitarios y por culpa de quienes nos acusan (Santiago Nieto, titular de la UIF), los trabajadores universitarios podrían quedarse sin quincena ¡Esas son chingaderas!”
¿CASTIGO AL ÉXITO?
Ante el azoro de académicos y empleados de alto nivel de la UAEH, Sosa prosiguió con su retahíla de imputaciones hacia la Federación: “Las acusaciones se deben a que nuestra universidad ha sido exitosa, y a que mientras otras universidades están en quiebra, a nosotros nos acusan de tener mucho dinero”.
Enseguida expectoró una afirmación que transportó a los presentes del azoro a la mortificación: “¡Somos chingones! ¿No?”
Y abundó: “¿Cuál ha sido nuestro crimen? Ser una universidad que ejerce su autonomía con responsabilidad y administrar de manera correcta”.
A manera de conclusión, masculló: “No tiene madre que hablen mal de la universidad”.
