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Los partidarios dicen que es un golpe de estado porque Rousseff no está acusada de delito alguno; la oposición que pide la cabeza de la Presidenta rechazan que se trate de golpismo: la Constitución admite el juicio político
BRASILIA, 17 de abril/2016 (agencia acento) La votación que llevaba siete horas aquí, hacia las 21.00 tiempo de México y estaba registrando cuatro votos por el sí al juicio político a la presidenta brasileña Dilma Rousseff contra uno por el no y una que otra abstención. Brasil vive un escenario cercano a un estallido social, en espera del resultado final de esta histórica votación, que repite escenarios de cuando Fernando Collor de Melo fue destituido de la Presidencia en los años 90.
Las capitales de Europa, Asia y EU temen un coletazo así a la inestable situación monetaria, que mañana se reflejará en los mercados. ¿Afectará al peso, reforzará al dólar?
Los corresponsales extranjeros creen que esta noche quedará decidido el juicio político a la Presidenta de Brasil, por lo que se refiere a la Cámara de Diputados.
La posibilidad del juicio político ocurre cuando la opinión pública está indignada en medio de la recesión económica más profunda de las últimas décadas en el hasta hace poco milagro de Brasil. El país está envuelto en un escándalo de sobornos en la petrolera estatal Petrobras, todo ello alimento a la mayor crisis política y moral de este gigante sudamericano.
El ejercito permanecía desplegado en las 40 ciudades más importantes del coloso que será sede de la Olimpiada Brasil 2016, este verano. Cientos de miles de opositores, con el puño levantado piden la cabeza de Rousseff, pero otros miles se oponen a lo que el discurso oficial llama “golpismo”.
Rousseff está acusada de violar las leyes fiscales al trasladar fondos oficiales a fines distintos de los asignados antes de su campaña de reelección de 2014. Los partidos opositores sostienen que las maniobras contables le permitieron elevar el gasto público para obtener votos. Rousseff niega haber cometido delito alguno y asegura que no hizo nada que no hicieran gobiernos anteriores. Además afirma que no se le acusa de un delito lo cual debería ser la base de un juicio político.
Lo que sigue
Una comisión especial de la Cámara de Diputados decidió por 38-27 votos que el pedido de juicio político tiene mérito legal y la envió a la Cámara en pleno. Con el trasfondo de los escándalos de corrupción los observadores consultados señalan que 37 miembros del panel enfrentan cargos por una amplia gama de presuntos delitos. La comisión especial incluye a muchos opositores.
La Cámara de Diputados empezó a debatir sobre el juicio, hace varios días. Si al menos 342 dos tercios de los 513 legisladores votan a favor del juicio político el caso pasa al Senado. Allí, si una mayoría simple vota a favor del juicio Rousseff quedará suspendida por 180 días y el vicepresidente Michel Temer será presidente interino.
Si 54 de los 81 senadores votan por impugnar a Rousseff esta será destituida y Temer
Dilma no cometió delito, solo lo ocultó
Los partidarios quieren hacer creer a la comunidad internacional que se trata, dicen, de un golpe de estado porque Rousseff no está acusada de delito alguno.
Se supone que la clase dirigente tradicional está aterrada por la movilización social desatada por el Partido de los Trabajadores o PT que lleva más de diez años en el poder y quiere aprovechar la oportunidad para recuperar el gobierno.
Los opositores afirman que el movimiento de fondos fue ilegal al tiempo que intentó ocultar los problemas que padecía la economía más grande de Latinoamérica tales como el enorme déficit presupuestario que afloraron el año pasado. Rechazan la acusación de golpismo porque el juicio político está admitido por la Constitución brasileña.
A la cabeza está la némesis de Rousseff el presidente de la cámara Eduardo Cunha acusado de aceptar sobornos en el escándalo Petrobras algo que él niega. Pero legisladores de una decena de partidos desde el centrista Partido Socialdemócrata hasta el derechista Demócrata apoyan el juicio político.
Lula, tras de Dilma, ambiciona regresar
Rousseff pidió a Lula su antecesor y mentor que utilice sus destrezas como negociador para ayudarla a evitar el juicio político. Designó a Lula su jefe de gabinete medida que aún debe ser aprobada por la Corte Suprema de Justicia. Los partidarios dicen que el nombramiento la ayudará a estabilizar una situación difícil. Los detractores dicen que es un intento flagrante por impedir el procesamiento de Lula quien a principios de marzo fue interrogado por la policía en relación con Petrobras.
La crisis de Brasil, está lejos de parar con lo que se vote hoy, de todos modos, creen analistas.
