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TODO ESTÁ MAL, PERO VAMOS BIEN

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*Muertos por CV, 62 mil; por balas, 56 mil; desapariciones, 74 mil; la economía, como en 1932

Por Martha Elba Torres Martínez

En seis meses, el Covid ha matado más personas -62 mil, hasta ayer-, que el crimen organizado en 18 meses -56 mil-; hay 74 mil desapariciones, pero Alejandro Encinas solo se ocupa de los 43; la economía, un desastre: caerá este año a niveles de 1932 con una contracción del PIB de 12.8 por ciento.

Todo está mal. Pero “vamos bien”, dice el presidente López Obrador en la víspera de su segundo informe. Es más, “cree” que para finales de año “vamos a estar ya casi en la normalidad productiva”. Sigue sin aceptar la realidad: “la estrategia contra Covid fue la adecuada”.

Y curioso. Es precisamente tanta incertidumbre y confusión sobre la evolución de la pandemia a consecuencia de una fallida estrategia, la que impide al Banco de México y al Inegi, puedan generarle al Presidente alguna luz de expectativas positivas para el país.

Pero circo al populacho para que se entretenga y no piense en lo importante.

El caso Emilio “L” y los video escándalos, Pío López Obrador y las aportaciones de dudosa procedencia; que el águila se puso de frente y extendió las alas; la rifa del avión que no rifa avión, pero “hagamos historia”, comprando cachitos, cuando los pobres no tienen ni para comer.

Para consuelo, México no va al comunismo, sino al “centro del evangelio”, como dice el Papa Francisco.

Mensajes idiotizantes para el constructo mental del México sin clases sociales, es decir, todos jodidos; sin corrupción dispersada, sino concentrada en solo dos manos.

López Obrador se siente orgulloso de tener el apoyo del pueblo. “El 70 por ciento de los mexicanos, a quienes no voy a fallarles”. O sea, de 30 millones de votantes en 2018, hoy 91 millones -contando menores de edad-, lo respaldan luego de dos años de mal gobierno.

Indudablemente, Amlo tiene seguidores leales, capaces hasta de ofrendar la vida por la causa. Pero hay otros, los que no cayeron en la trampa de las promesas incumplibles -acabar con la pobreza y la corrupción-, los opositores políticos y la ultraderecha que sí ve la máscara del comunismo en el multifacético Presidente.

Soy lectora asidua de Nexos, la mejor revista de ensayos académicos periodísticos, y una investigación sobre el voto en 2018, “¿Cómo ganó AMLO? Breve historia gráfica de la migración electoral más grande en la historia democrática de México”, realizada por Carolina Torreblanca, Mariano Muñoz y José Merino y publicada el 6 de julio de ese año (Fuente: https://parentesis.nexos.com.mx/?p=450) es un magnifico referente para visualizar el comportamiento del voto en el 2021. Aquí un párrafo clave de las conclusiones:

“Qué podemos saber de los votantes de AMLO? Que tradicionalmente viene de secciones mayoritariamente urbanas, educadas, de clase media, con más conexión a internet que automóvil, pero también que en esta ocasión recibió el voto de los más pobres, de los que no cuentan con derechohabiencia a servicios de salud, de un voto rural que tradicionalmente había votado por el PRI y que en esta última elección pudo también arrebatar el voto de algunas secciones de las clases más altas, que tradicionalmente habían votado por el PAN”.

Una elección nunca es igual a otra y menos se repite. Las elecciones en Coahuila e Hidalgo, el 18 de octubre, serán un indicativo…

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Por eso no esperemos mayor cosa del II informe presidencial. Que primero los pobres y los programas sociales, que la pandemia esta cediendo y seguro repite que a fin de año la economía estará mejor, de acuerdo a sus datos que vamos para dos años y seguimos sin conocer el origen de esas cuentas tan optimistas que nunca coinciden con las oficiales y veraces.

Por eso no le gustaron al Presidente, las estimaciones de Banxico: este año, nuestro país podría registrar la peor contracción económica desde 1932: en el peor de los escenarios, 12.8 por ciento el PIB.

En otras palabras, la crisis económica será tan profunda, que ni el banco central se atreve a un pronóstico. Las razones, obvias: la duración de la pandemia, el riesgo de rebrotes y la cruda realidad de que sigue sin haber cura ni vacuna para el Covid.

Y hasta parece chiste de mal gusto, López Gatell y Amlo, discutiendo quiénes serán los primeros en recibir dosis, si será para todas y todos, o para los que decida el propio Hugo López, quien será responsable del esquema vacunación.

Y casi simultáneamente, el reporte del Inegi que confirma el informe del Banxico sobre el derrumbe de la economía en el segundo trimestre del año del gran confinamiento, al añadir los indicadores de las exportaciones no petroleras de México, que cayeron -8.9 al mes de julio, y de más de 30 por ciento las exportaciones petroleras.

Todos los analistas y consultores están con el “se los dijimos”.

México tuvo cero crecimiento en 2019 por todas las decisiones erráticas del Presidente en materia económica, y este año, lejos de aplicar una estrategia fiscal contracíclica como lo hicieron prácticamente todas las economías fuertes del mundo, lo que hizo fue pichicatear los recursos públicos: móndrigos créditos de 5 mil a 25 mil pesos que no sirvieron para nada; cerraron las empresas y a la calle 1.1 millones de trabajadores.

Y ahí están los datos duros. En el segundo trimestre de este año, los sectores más afectados fueron los servicios de esparcimiento y culturales (-46.7%) así como alojamiento y preparación de alimentos (-39.6 por ciento).

Las actividades primarias – agricultura, cría y explotación de animales, aprovechamiento forestal, pesca y caza-, que habían sido las únicas con registro positivo en los trimestres previos, fueron arrastradas hasta alcanzar un desplome de 0.2% en el comparativo anual.

Pero terco y necio para aceptar la realidad, López Obrador mejor se preparó como suele hacerlo: atacando al gobernador del Banxico, Alejandro Díaz de León.

Y como siempre, le volvieron a pasar datos cuchos: lo señaló de estar involucrado en el otorgamiento de préstamos para la compra de una planta de fertilizantes en condiciones onerosas para Pemex, cuando éste se encontraba al frente del Banco de Comercio Exterior (Bancomext). El problema es que esos créditos se concedieron en octubre de 2015, y Díaz de León llegó a ese banco en noviembre de 2015…

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