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La insoslayable brevedad
Por Javier Roldán Dávila
Cuando la guacamaya canta…nadie puede salir con que tiene otros datos
En menudo lío metieron los guacamayos a Cuitláhuac García, al filtrar un documento, en el que el Ejército acusa que el gobierno de Veracruz, en especial los titulares de Seguridad Pública y de la Fuerza Civil, favorecen al Cartel del Noreste.
Como es usual, el góber sabadaba, salió a repartir culpas a sus villanos favoritos, que son los exgobernadores Fidel Herrera Beltrán, Javier Duarte de Ochoa y Miguel Ángel Yunes Linares. Es la zona de confort del mandatario, fuera de esto, no sabe dar otra explicación.
Sin embargo, a su patrón, no le puede salir con tales memeces, le tiene que aclarar, como está eso de que los principales responsables de la Seguridad Pública en la entidad, son señalados, por los de verde olivo, como presuntos cómplices de un grupo de malosos.
Curiosamente, el Cui fue llamado al Palacio Nacional, tan pronto se conoció de los supuestos tratos con los facinerosos surgidos en Tamaulipas. No es difícil inferir, que se le pidió aclarar el asunto, porque a su regreso a Xalapa, dio una conferencia de prensa, en la cual, envalentonado, afirmó que cualquier colaborador de su gabinete, involucrado con el crimen organizado, será puesto en la cárcel.
Insistimos, se equivoca García Jiménez, si piensa que con ‘bolas de humo’ podrá salir del atolladero, justamente, Héctor de Mauleón, hace una serie de conjeturas en su columna de ayer, que dan pistas sobre la relación del Cartel del Noreste con el financiamiento de campañas y, para molestia de uno que otro, el tema está en manos de la DEA.
No sobra decir que, acerca del probable espionaje a periodistas y activistas, el Ejército negó rotundamente el hecho, no obstante, los dichos sobre el gobierno de Veracruz, no fueron desmentidos. Sobre esto último, el que entendió…entendió.