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AMBULANTAJE, LA TENTACIÓN DE PADIERNA ANTE EL DERRUMBE DE LOS BARRIOS

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Comercio informal, tentadora mina de oro

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*  Ante los ataques de las autoridades a miembros de su familia, la líder de los comerciantes en vía pública de la CDMX, Alejandra Barrios, asegura que Dolores Padierna, candidata de Morena a la  alcaldía de Cuauhtémoc, busca arrebatar el control de ese sector a diversos líderes, amenazándolos para que sumen votos a su favor en la próxima elección, pues de lo contrario “los hará pedazos” como a los Barrios; se dice que ya prepara a su hermana Ana María para asumir el control de las calles del Centro Histórico

Por Amado Uslar Arrué

Especial para Expediente Ultra

En la campaña y los resultados electorales de la alcaldía de Cuauhtémoc se están combinando poderosos intereses por el control del ambulantaje en el Centro Histórico y las principales avenidas de la demarcación, en la que se mueve diariamente –como gigantesco hormiguero–, una población flotante de cinco millones de personas; potenciales compradores y consumidores de toda clase de alimentos y productos que son ofertados en las aceras.

La candidata de Morena, Dolores Padierna ya abrió fuego contra uno los clanes que ha controlado las céntricas calles desde los tiempos en que el PRI gobernaba el país y el presidente en turno designaba al Jefe de Gobierno del entonces Departamento del Distrito Federal, y que sobrevivió a la llegada de los gobiernos perredistas. Pero las cosas parecen abandonar el carril de la conciliación para tomar la ruta de la inevitable colisión.

Diana Sánchez Barrios, su detención una clara advertencia

Alejandra Barrios Richard y su familia vienen enfrentando desde la llegada de Morena al gobierno de la Ciudad, una franca guerra en su contra por sacarlos del negocio del ambulantaje, cuyos afiliados han sido empleados como arietes electorales, primero por el PRI y luego por el PRD.

Tanto la que se vislumbra como segura ganadora en los comicios de junio próximo como su esposo, el controvertido René Bejarano –que con todos sus antecedentes negativos está de vuelta para sacar a flote la nave política de Claudia Sheinbaum–, conocen a detalle los hilos que deben moverse para tener el control del comercio en vía pública. Rentable negocio que se maneja de manera subterránea y sin fiscalización alguna.

Hace unos días en una de las entrevistas concedidas por Padierna a los medios “fifís”, definió con una palabra el concepto que tiene de los Barrios: “Corrupción”.

Siguiendo las reglas de la física de que a una acción suele venir una reacción en sentido contrario, la jerarca del Clan envío a los medios y las redes sociales su respuesta a Padierna a la que acusó de haber convocado el pasado 23 de abril, en el Restaurante Luanco, en las calles de la Condesa, a unos “60 líderes del comercio popular a quienes amenazó con acabarlos” si el día de la elección no le meten a las urnas unos 80 votos cada uno”, a su favor, claro está.

Millones subsisten del ambulantaje

En elemental multiplicación, 4 mil 800 votos parecen no ser determinantes para inclinar la balanza en una alcaldía de las dimensiones electorales de la Cuauhtémoc, y de ser cierta la versión, se trataría más bien de ir acondicionando el terreno para anunciarle a los dirigentes del ambulantaje que habrá nuevos “patrones” en la plaza, pues de acuerdo a lo externado en el comunicado de Alejandra Barrios, quien se niegue a obedecer lo “harán pedazos como a los Barrios”.

Como remplazo de este anunciado desplazamiento, la futura alcaldesa y su cónyuge ya tienen lista – a decir de los Barrios–, a Ana María Padierna, lideresa de no más de 150 agremiados que ha pasado desapercibida en las calles colindantes a la Plaza del Estudiante, por el rumbo de Tepito. Área de influencia de otra dirigente contrapunteada desde hace años con Alejandra Barrios, María Rosete, diputada del PES y aliada de Morena que va por la reelección. Y que por supuesto, también tratará de capitalizar cualquier pérdida de espacios y fuerza de los Barrios.

Hace más de un mes, el primer aviso de que la guerra del gobierno de Sheinbaum contra los Barrios había comenzado, fue la detención de Diana Sánchez Barrios, también lideresa de ambulantes y candidata a diputada por el PRI en uno de los distritos locales de la alcaldía de Cuauhtémoc. La pinza la comenzó a cerrar la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), empleada como la cachiporra oficial contra los enemigos políticos de Morena.

Autoridades le declaran la guerra al clan de la emblemática líder

Con la experiencia de tantos años, Alejandra Barrios intuye que ahora sí el gobierno central y la futura alcaldesa se irán con todo para arrebatarle a su familia el control de sus agremiados. Lo delicado del caso es que no se descarta que otros grupos de interés identificados con peligrosos grupos delincuenciales como la Unión Tepito –con la luz verde de las autoridades–, sean los que están amenazando de muerte a los miembros de su clan y los siguen en autos sin placas. Razón por la que temen por su vida pues hay por lo menos una decena de dirigentes del Centro Histórico ejecutados por este Cártel, en los últimos años. De ese tamaño el negocio que está en juego.

Lo que deben preguntarse lo mismo ambulantes que vecinos de la Cuauhtémoc es si quitar de en medio a los Barrios será benéfico para la alcaldía o resultará contraproducente.

En las páginas de El Financiero, medio de la prensa calificada en Palacio Nacional como fifí, Dolores Padierna publicó hace unos días un artículo titulado: Justicia laboral: lo que calla la oposición, donde exalta la política que en la materia ha echada a andar el gobierno de la 4T y que ha redundado en mejores salarios y en el combate a mecanismos como el outsourcing que sirvieron para negar derechos de seguridad sociales a miles de mexicanos y a favorecer la evasión fiscal, y que al decir de la candidata no son reconocidos por el bloque opositor que va a perder la elección de junio próximo.

No puede regatearse a la esposa del ahora operador estrella de Morena en la CDMX, que su planteamiento es correcto, solo que si de hablar de Justicia Laboral se trata, olvidó un pequeño detalle o, mejor dicho, a un “pequeño” sector de trabajadores —30 millones a nivel nacional y unos seis millones en la CDMX y zona conurbada–, que subsisten en la informalidad, sobre todo en el ambulantaje de las calles.

Precisamente el sector a cuyos líderes la señora Padierna busca meter al orden para sumarlos a su causa y al que no dedica una sola línea en su colaboración de El Financiero. Esos miles de comerciantes de vía pública que fueron abandonados a su suerte por las autoridades citadinas en medio de la pandemia.

Si la intención de la futura alcaldesa es incluir a la Justicia Laboral como uno de los temas de su agenda de gobierno, deberá cambiar los arquetipos a los que busca amedrentar para ganar la próxima elección. Podemos concederle el beneficio de la duda, pero sabiendo cómo se las gasta su marido, los pronósticos para los miles y miles de ambulantes que luchan a diario por llevar un pan a su familia en las calles del Centro Histórico, no es muy alentador, sobre todo sí para controlar la tentadora mina de oro ya se tiene en la antesala de los desplazamientos al clan Barrios, nada menos que a Ana María Padierna.

Interesante ver si en un próximo artículo, la candidata aborda el tema.

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