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Redacción
● Logodáctica, el método de alfabetización para la infancia con discapacidad auditiva
● Busca convertirse en un puente hacia la inclusión y el aprendizaje compartido
Como parte de las actividades realizadas durante la Feria del Libro Infantil y Juvenil 2025, se llevó a cabo el taller “Logodáctica con niños sordos”, la primera de cinco actividades enfocadas a infantes con discapacidad auditiva.
La jornada abrió un espacio de reflexión sobre la importancia de brindar a la niñez en condición de sordera herramientas efectivas para integrarse plenamente en los ámbitos social, educativo y cultural.
“Lo que hace la logogenia es estimular, a nivel cerebral a los niños para que ellos puedan captar lo que nosotros los oyentes captamos por vía auditiva ellos lo puedan captar por vía visual”, explicó Eliana Fernández Botero, directora de la Fundación Dime Colombia, organismo dedicado al desarrollo de métodos de intervención lingüística.
Fernández destacó que este método fue creado hace casi tres décadas por la lingüista italiana Bruna Radeli, pero ha evolucionado e incorporado recursos tecnológicos como videojuegos con inteligencia artificial, sin dejar de lado las prácticas personalizadas con los niños.
La especialista subrayó que uno de los grandes retos sigue siendo el económico, pues la metodología requiere sesiones individuales intensivas. Por ello, la fundación que encabeza ha implementado alternativas como la logodáctica, que permite aplicar los principios de la logogenia en dinámicas grupales.
Desde la Biblioteca Central “Ricardo Garibay”, en Pachuca, Eduardo Ramos Hernández, responsable de la sala de silentes, valoró el impacto social de esta práctica.
“La logodáctica, como nueva estrategia, me parece que nos permite tener una mirada desde la pragmática, en este caso la construcción social del lenguaje, lo que nos permite enriquecer los procesos de aprendizaje de los usuarios con sordera”.
La experiencia en la Biblioteca Central, que desde hace 18 años ofrece un espacio exclusivo para personas con sordera, ha sido modelo para otras instituciones, generando un efecto multiplicador en la apertura de servicios similares en distintos espacios.
El taller concluyó con un mensaje claro: la logodáctica no sólo es una herramienta pedagógica, sino un puente hacia la verdadera inclusión, al permitir que niñas y niños sordos compartan espacios de aprendizaje con sus pares oyentes, fortaleciendo la convivencia, la empatía y la equidad.