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ENTRESEMANA
En memoria de mi amiga Alejandra Ortiz Ochoa
Por MOISÉS SÁNCHEZ LIMÓN / @sanchezlimon1
Otra vez los fantasmas. ¿Qué come, qué bebe o de cuál fuma el Duce en La Chingada porque vuelve a ver riesgo de golpe de estado en México?
Y hasta se alza como Príncipe Valiente dispuesto a desenvainar su espada y defender a la Princesa Caramelo, ella que otea la conjura proveniente de ultramar ataviada en colores de la ultraderecha internacional comadre del conservadurismo contra su gobierno, aunque estigmatiza a los muchachos de la Generación Z.
Pero…
Bueno, el personaje de marras que dice que ya se retiró de la actividad política reapareció ayer domingo para dar lecciones y dictar línea tres días después de que Cuauhtémoc Cárdenas hiciera una severa crítica a la 4T y reprochara la ausencia de diálogo de la ingeniera presidenta con la oposición.
“Preocupa que no haya diálogo (…) veamos si hay manera de entendernos y luego ver las diferencias, no darnos un ladrillazo”, dijo el ingeniero Cárdenas el jueves de la semana pasada en su intervención durante la presentación del libro “Camino a la Nueva República”, obra colectiva concebida por Porfirio Muñoz Ledo.
Y mire usted cómo es la vida política de canija. ¡Vaya casualidad!
¡Señoras y señores! Volvió el que andaba ausente, cantaría Lorenzo de Monteclaro, aunque en realidad no se había ido; andaba y anda en La Chingada dizque gastándose el tiempo en escribir y reapareció para dar clases de historia y de pasadita aclarar que no le quiere hacer sombra a la ingeniera presidenta.
Reapareció frente a cámaras, apoltronado en mecedora de caoba, enfundado en guayabera blanca tradicional, no las dizque modernas con tiras de colores bordadas a mano que puso de moda hasta entre la fanaticada.
¡Ah!, con escenografía en la que participaron unas gallinas, un gallo y dos pavorreales que picoteaban el pasto, en esa su casa excelentemente remodelada con gasto al erario y dizque le heredaron sus padres y construyó su mamá, doña Manuelita.
Fresco, rozagante, sin la voluminosa timba visible. Bueno, bueno, es que, todo el tiempo sentado se dirigió a quienes lo sintonizaron en la aplicación de tele de paga para presentar su librazo titulado “Grandeza”, producto de una sesuda investigación acerca de nuestros ancestros prehispánicos.
Pero ese fue el pretexto para volver a las andadas y, falaz, fiel a su costumbre habló de política e incluso se alzó como el Príncipe Valiente, defensor de la Princesa Caramelo y de cualquier intento de golpe de Estado.
¡Recontra, Batman Harfuch!
“Mucho gusto, mucha felicidad el poder platicar con ustedes. Como saben, entregué la banda presidencial a nuestra compañera, amiga, extraordinaria presidenta Claudia Sheinbaum, el primero de octubre el año pasado, hace un año y ya cerca de dos meses”, abrió Su Alteza Serenísima San Andrés Manuel López Obrador.
Y dejó en segundo plano la presentación de su obra que amaga con volverse best seller, siempre y cuando haya la orden para que toda la burocracia y principalmente los altos mandos, hoy del gabinetazo de la ingeniera presidenta, compren el libro como lo han hecho con aquellos producto de la creatividad literaria del hijo pródigo de Tepetitán.
¡Recórcholis licenciado Taibo!
El caso es que recordó que, desde el primero de octubre de 2024 se fue a vivir a la Quinta La Chingada, en Palenque, Chiapas.
“No es un rancho –explicó–, no es un latifundio, es una hectárea y un poco más, 12, 13 mil metros cuadrados y nada más. Y decidí venirme e iniciar una vida nueva, porque me retiré de la política activa, de la práctica política. No es una simulación, estoy jubilado”.
Y así, en tanto las gallinas picotean entre el pasto, un gallo las vigila y dos pavorreales también buscan gusanos despistados, el licenciado López Obrador se dijo contento y feliz por lo que hizo en su gestión, como el sobado número de mexicanos que salieron de la pobreza confesó que le fue difícil decir: “¡se acabó!, cortar de tajo toda mi actividad pública, política”.
¡Ajajá! Pero le ganó la vanidad y asumió:
“Necesito ya retirarme, no sentirme insustituible, porque ese es el otro problema: actuar como cacique, caudillo, jefe máximo, poder tras el trono, ¡no!, no, no, no, hay que hacer valer la democracia y nosotros, en nuestro movimiento tuvimos la enorme dicha de que quien me sustituye, en la presidencia, es una mujer excepcional y continúa la transformación”.
¿Usted le cree? ¡Yo tampoco!
Insistió en que decidió dedicarse a hacer teoría, a escribir. Y luego, a manera de despedida, porque, adujo, “ya va a entrar la noche”, se echó el rollazo del salvador de la patria y promotor de la ingeniera presidente. Si usted le encuentra algún parecido a la anunciación de campaña electoral, anda en lo cierto. Lea y no se ría, porfis.
“Ya para concluir (…) comentarles que hay que estar apoyando mucho a la presidenta, es la mejor presidenta del mundo, tenemos esa enorme dicha –¿no se ha enterado que la ingeniera se fue al octavo lugar en el ranking de los presidentes, debajo de Donald Trump’– (…).
“Además, (Sheinbaum) fiel al pueblo, fiel a los principios de la transformación, sosteniendo que sólo el pueblo puede salvar al pueblo ¿o no es cierto? ¿Van a salvar a pueblo los de arriba, los ambiciosos, los que están enfermos de poder y de dinero, sobre todo? ¡No!, es el pueblo el que salva al pueblo y con el pueblo todos, sin el pueblo nada, el pueblo es el que manda en la democracia”, enfatizó el licenciado López Obrador.
¿A poco no suena a campaña? Pero ahí le va una joya de la falaz 4T.
“Y nosotros tenemos paz, hay estabilidad política, nada más que puede más el sectarismo, el dogmatismo, el fanatismo de nuestros adversarios, puede más que el sentido común, este, no internalizan nada de lo que se ha hecho y se va a seguir haciendo y hay que apoyar mucho, mucho, mucho a la presidenta porque todavía es temporada de zopilotes y hay buitres y hay halcones”, dijo el Duce de la 4T segundo piso ascensor.
¡Ah!, pero confesó que solo saldría a la calle por tres razones:
“Una, si atentaran contra la democracia como lo hacían antes, que hacían los grandes fraudes los potentados, los oligarcas con los corruptos para que el gobierno estuviese a su servicio y eso ya no se puede permitir (…)
“Les decía: yo saldría para defender la democracia; saldría también para defenderla a ella (a Claudia, se entendió) si hay intentos de golpe de Estado, si la acosan salgo, entonces sí; pero no creo que pase, de cualquier manera, no está mal que sepan en qué circunstancias sí podría yo salir, sí saldría yo a la calle y, la tercera razón por la que saldría a la calle sería defender la soberanía de México”.
¿Y? En el papel del más chingón de la pradera, la muñequita del pastel, el salvador de la patria, el Príncipe Valiente defensor de la democracia y de la Princesa Caramelo sostuvo:
“Estoy presentando el libro de esta manera porque no puedo ir a presentarlo a México, a las plazas públicas. Me gustaría mucho, pero ¿saben qué?, ya me retiré de la actividad política, no hay que hacerle sombra a nuestra presidenta, ella es la que conduce y lo está haciendo muy bien.
“No hay que dividirnos, hay que estar muy juntos, unidos. Aquí está la lección de cómo”. Y mostró su libro, por aquello de que usted se atreva a leerlo. ¿Te atreves, Drakko? Digo.
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