Inicio Columnas “EL VERDADERO MONOPOLIO DE LA TECNOLOGÍA… NO LO TIENE EL ESTADO”

“EL VERDADERO MONOPOLIO DE LA TECNOLOGÍA… NO LO TIENE EL ESTADO”

593
0

Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 36 segundos

Por Norberto Maldonado

Vivimos una realidad en la cual los drones no solo entregan paquetes, sino que lanzan bombas mortales, vigilan fronteras invisibles y siembran terror con su simple presencia. Hace 10 años esto sonaría a una película dirigida por Michael Bay, pero en México, esto es lo normal para el crimen organizado. Como lo señaló en el resto del artículo, “el verdadero monopolio de la tecnología… no lo tiene el Estado”.

Los carteles se han dedicado a convertir gadgets cotidianos en armas letales, dejando al gobierno rezagado en una carrera que sinceramente no puede permitirse perder. Vamos a desglosar esto de manera simple, paso a paso, para que entendamos cómo la tecnología está redefiniendo el crimen en nuestro país.

Empecemos por los drones. Estos aparatos que puedes comprar en cualquier lado, y que muchos usamos para fotos aéreas o diversión, se han transformado en herramientas clave para los carteles. Los modifican con explosivos para eliminar rivales, vigilar territorios, transportar drogas e incluso detectar policías o extraños en sus “plazas”. Esto se traduce en un control total sin necesidad de grandes ejércitos.

Según algunas notas recientes, los carteles reclutan a exmilitares, policías expertos en explosivos y hasta gamers jóvenes por su expertise con controles remotos. Estos operadores usan drones FPV (First Person View), que transmiten video en tiempo real a través de visores, como si estuvieran jugando Call of Duty o Battlefield. Y aquí viene lo más impactante: muchos se entrenan en el frente de Ucrania, donde estos drones han sido clave en la contraofensiva contra Rusia. Es como un “centro mundial de entrenamiento táctico” para guerra de bajo costo.

En México, esto lo vemos en ataques precisos y baratos, como los vistos en Michoacán, donde lanzan pesticidas tóxicos para “eliminar” competencias. Lo anterior, lo resumo de la siguiente manera :el narco adopta y adapta la tecnología a su favor.

Ahora bien, mientras los carteles vuelan alto, el gobierno mexicano parece estar atascado. Expertos en seguridad europeos señalan que México está “atrás en la carrera armamentista de drones y antidrones”. ¿Por qué? Las decisiones estatales son lentas: burocracia, investigaciones largas y falta de coordinación entre niveles de gobierno.

Ahora, hablemos de la inteligencia artificial (IA). Un estudio reciente de la UNAM revela que carteles como el de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación y el Golfo ya la integran en su día a día, es decir, clonan voces para extorsiones telefónicas, crean deepfakes (videos falsos ultra realistas) para engaños, optimizan rutas de tráfico de drogas, lavan dinero con criptomonedas y operan sistemas de vigilancia privados que superan a los centros de comando gubernamentales, como un C5, pero clandestino y más avanzado.

Encriptación para ocultar transferencias de narco, extorsión o secuestros; IA para mejorar ventas y distribución. Es como si los criminales tuvieran su propio Silicon Valley del terror. Europa ya lo sabe: la IA está revolucionando el crimen organizado, forzando a gobiernos a modernizarse.

En México, seguimos con sistemas obsoletos, apenas redactando reglas para empezar a usarla. Cuando el Estado regula en lugar de tratar de innovar, los “primeros adoptantes” son los delincuentes.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos ve al crimen organizado internacional como una amenaza creciente, sofisticada y global. Su estrategia es clara y basada en sentido común, con cuatro pilares:

Reunir inteligencia: Recopilar datos de policías, inteligencia, aliados extranjeros y el sector privado para conectar puntos y anticipar amenazas.

Priorizar objetivos: Enfocarse en los líderes y organizaciones más peligrosos, coordinando investigaciones nacionales.

Atacar por todos lados: Usar herramientas civiles, legales, sanciones y alianzas internacionales para desbaratar operaciones.

Desmantelar como empresas: Tratar a los carteles como corporaciones criminales, atacando su liderazgo con investigaciones proactivas y juicios multinivel.

Esto resuena con lo que he remarcado: la tecnología no es el enemigo, sino la lentitud institucional.

EE.UU. invierte en talento y herramientas; México podría aprender para no ser un “laboratorio” donde los carteles prueban el futuro.

La teoría se hace cruda con hechos. El asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo; el dron explosivo contra la Fiscalía de Baja California en Tijuana el 16 de octubre de 2025, cerca de la frontera con EE.UU.; y la camioneta bomba en Coahuayana. Estos ataques muestran que los carteles no solo usan tech, sino que la dominan. Mientras, las autoridades presumen de “inteligencia desplegada” que no se ve en acción. Eventos protocolarios contra extorsión suenan bien, pero sin coordinación real, son solo propaganda.

Los carteles mexicanos han hackeado el futuro: drones para guerra asimétrica, IA para operaciones invisibles. El Estado, lento y fragmentado, se ve rebasado. Pero hay esperanza. Invertir en talento, innovación y tech para seguridad es una urgencia.

La IA y los drones son herramientas neutrales; el verdadero enemigo es la inacción.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí