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Por Samuel Cantón Zetina / @SamuelCanton
La Corte invalidó parte de las reformas de la Ley de Seguridad Social del Estado de Tabasco (“Ley ISSET”), aunque con ese acto de justicia, metió en un lío fenomenal al gobernador Javier May Rodríguez.
El asunto es sencillo: a raíz de la resolución, se restituyen derechos a los burócratas en materia de antigüedad y pensiones.
Significa un enorme desembolso para cubrir prestaciones que habían sido mutiladas y que ahora los jueces regresaron.
El problema es que para ese fin se creó hace muchos años un fondo de pensiones conformado por las propias cuotas de los trabajadores.
Y hoy ese fideicomiso está en quiebra.
De allí el anuncio de May de que habrá una Comisión de la Verdad para investigar donde quedaron esos miles de millones.
“Lo desaparecieron ya desde hace rato”, dijo en una de sus matutinas.
El mandatario adelantó que la administración aportará un capital semilla para empezar a reponer la bolsa, aunque una primera pregunta es si el gobierno del estado -como patrón- está obligado a dar puntual cumplimiento a la sentencia de los togados.
De ser así, tendría que echar mano de un cuantiosísimo monto del presupuesto anual, lo que equivaldría -expuso el diputado local Marcos Rosendo Medina Filigrana- a retirar de la mesa importantes proyectos de inversión del sexenio.
Es eso, o aplazar la entrada en vigor de la devolución de derechos a los trabajadores hasta que “el cochinito” que May Rodríguez comenzó a llenar con su capital semilla, muestre carnita suficiente para reparto, para lo que tendrán que pasar muchos años.
Algún plan ha de tener para cumplir su palabra de que rescatará al ISSET, garantizará pensiones dignas, y mejorará la atención médica y el abasto de medicamentos.
Casi simultáneamente, el segundo piso visibilizó el viejo expediente de la venta de plazas en la secretaría de Educación, al que igualmente echará lupa.
Lo más sabio es que May deje abierta la Comisión de la Verdad para lo que se vaya ofreciendo…






