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* Para la candidata perdedora a la gubernatura de Hidalgo, el panorama en el tricolor, del que asegura todavía “le siguen millones en el país”, es diametralmente opuesto al de un partido en vías de extinción. Razón por la cual se adjudica la suficiente calidad moral para revelar –sin dar nombres, claro está–, que fue invitada a ser candidata al Senado y al gobierno del Estado, por un morenista “mafioso”, cuando en el municipio de Pisaflores hay un miembro activo de su partido señalado por las autoridades como presunto autor intelectual del asesinato del alcalde, Miguel Bahena Solórzano
Por Antonio Ortigoza Vázquez / @ortigoza2010
Especial de Expediente Ultra
Víctima de su política ficción, la Secretaría General del PRI, Carolina Viggiano Austria, está terminando por inventar una narrativa hueca sobre las bondades de un partido que como señaló el ahora es priísta, Benjamín Rico, ha caído en “una espiral de arrogancia e intrascendencia” pues las “banderas de la gente dejaron de ser su prioridad”.
Para la candidata perdedora a la gubernatura de Hidalgo, el panorama de su partido, del que asegura todavía “le siguen millones en el país”, es diametralmente opuesto al de un partido en vías de extinción. Razón por la cual se adjudica la suficiente calidad moral para revelar –sin dar nombres, claro está–, que fue invitada a ser candidata al Senado y al gobierno del Estado, por un morenista “mafioso”.
Pero si de políticos mafiosos se trata, recordemos a la legisladora federal que en las filas de su partido, existieron, y existen, mafiosos de alta peligrosidad. Y para no ir muy lejos en los anales de del pasado tricolor, ubiquemos a la señora Viggiano en la realidad inmediata que, al respecto, vive el PRI en Hidalgo.
Cómo se recordará, el pasado lunes 20 de octubre, un sicario que viajaba a bordo de una motocicleta, abrió fuego contra el alcalde del Municipio de Pisaflores, Miguel Bahena Solórzano, cuando se encontraba a las afueras de su domicilio en la comunidad de la Estancia.
Al día siguiente del cobarde homicidio, fue detenido en un retén instalado en las carreteras serranas del vecino estado de Querétaro, el Director del DIF Municipal de ese ayuntamiento, Jhony René Valladares Reséndiz, al que se le decomisó un arma de fuego, pero se le dejó en libertad para poco después detenerlo junto con una mujer que era su acompañante, pues las autoridades queretanas fueron notificas sobre la existencia de una orden de aprehensión en su contra.
De acuerdo a las indagatorias de la Procuraduría General del Estado de Hidalgo (PGEH), el funcionario iba de huida pues se encontraros los elementos para presumir su autoría intelectual en el homicidio del alcalde del Partido Verde Ecologista. También cayó en manos de la justicia el presunto autor material de nombre César Rubiel “N”.
Y por si la Secretaria General del PRI o el dirigente estatal, Marco Mendoza Bustamante quieren salirse por la puerta trasera negando la militancia de Valladares Reséndiz, a su partido, les decimos que este columnista checo en el padrón de miembros afiliados al presunto autor intelectual de la ejecución y este aparece como “afiliado válido” en el municipio de Pisaflores.
Así que nada de zafarse del deleznable asunto porque si la Senadora insiste en hablar de mafiosos en otros partidos, antes que nada debe revisar que en el suyo existen algunos como Jhony René Valladares, que están vigentes. Y si no se junta con personas de esta calaña, o sea mafiosos, como asegura de manera pública, ya se está tardando junto con Mendoza, para expulsarlo o al menos sancionarlo.
Importante extraer algunas partes de la política ficción de la legisladora, expuestas ante le disminuida militancia tricolor, durante la toma de posesión de Geraldina García, como nueva dirigente del PRI en Pachuca, ante la dimisión de Benjamín Rico.
Según la esposa del ex gobernador de Coahuila, Rubén Moreira, “no se vale echarle la culpa a personas, porque el partido no es una persona, el partido somos millones en México, millones de personas, muchos que ya se han ido, y muchos que están ahí luchando desde su colonia, su barrio, su ejido, esperándonos”. (sic)
¿De verdad no debe culparse a las personas de la estrepitosa ruina del Revolucionario Institucional? ¿Realmente se cree la señora Viggiano sus propias mentiras en eso de que su partido son “millones de personas”?
Debemos suponer que la Secretaria nacional del PRI estaba de buen humor para sacarse de la manga eso de los millones de mexicanos que conforman –en su imaginación—a su partido. Basta darse una vuelta por su sede nacional de Insurgentes Centro, en la CDMX, para percatarse que las instalaciones del tricolor no son más que un gigantesco mausoleo hueco; en síntesis, el fiel espejo donde se asoman las ruinas de un partido en vías de extinción. Si ni las moscas se paran en sus oficinas, menos los supuestos “millones” de los que habla la señora Viggiano.
Nos preguntamos, en un ejercicio de contrapuntos, ¿quién tiene razón en el tema de la situación por la que atraviesa el antes partido oficial?
Dice en su carta de renuncia presentada a Marco Mendoza, el ahora por cierto verdecologista, Benjamín Rico: “La democracia le ha quedado grande al PRI, y el partido le ha quedado chico a la gente. Si queremos construir espacios para alzar la voz y para seguir participando, estoy convencido de que no será en el Revolucionario Institucional”.
Carolina Viggiano expuso en el evento de Geraldina García: “Un líder no es aquel que lidera a sus cuates, no. Un líder es el que lidera a los que piensan distinto, a los que son más inteligentes que uno. Ese es un líder. Un líder que quiere liderar sólo a sus amigos o a los que considera menos inteligentes, ese no es un líder”.
Benjamín Rico tiene buena parte de razón al señalar que su ex partido le quedó chico a la gente. Porque, en efecto, las banderas sociales que dieron la pauta a la construcción de instituciones, fueron hechas añicos por los tecnócratas neoliberales que se adueñaron del PRI desde el gobierno de Miguel de la Madrid. Los 36 años de gobiernos alejados de las demandas populares, incluidos los dos sexenios del PAN, terminaron por desfondar a los antes poderosos sectores obrero, campesino y popular del tricolor.
No es lo mismo el PRI de presidentes como Lázaro Cárdenas –entonces PRM–, Adolfo López Mateos y otros más, que el PRI de De la Madrid, de Salinas, Zedillo o Peña Nieto. No se confunda señora Viggiano, el general Cárdenas expropió el petróleo a las empresas extranjeras y López Mateos nacionalizó la industria eléctrica, para que con la mano en la cintura Enrique Peña Nieto las retornará al capital extranjero con su Reforma Energética.
¿Dónde estuvo usted cuando se aprobó esta involución histórica? ¿Por qué no defendió los intereses de la nación y del pueblo cuando otro presidente de su partido como Ernesto Zedillo convirtió en deuda pública la deuda de los banqueros, a través del FOBAPROA? Deuda que por cierto siguen pagando las nuevas generaciones de mexicanos.
Es por estas pillerías que la gente les dio la espalda en el 2018. Y, en efecto, les quedó muy grande la democracia.
Pero en su política ficción, se contradice en todos los sentidos pues según sus palabras, no es líder aquel que “lidera a sus cuates”. ¿Y entonces dónde queda el club de amigos del presidente nacional de su partido, Alejandro Moreno “Alito”?
Y mire que le concedemos la razón en eso de que “un líder es el que lidera a los que piensan distinto”, pero sería bueno que su narrativa la recomiende al propio “Alito” que sencillamente hace todo lo contrario a lo que usted plantea.
Y mire que la mejor prueba es que desde el 2024, cuando sencillamente marginó a los que no pensaban igual que él o no se plegaron a los intereses de su cerrado círculo de intereses personales –al que pertenecen usted y su marido–, sencillamente optaron por dejar solo al “líder” de un partido burocrático y de puros cuates.
La sociedad hidalguense, senadora Viggiano, ya no es la misma de hace unas décadas cuando su antes todopoderoso partido, hacía y deshacía a su libre albedrío. Ahora, gracias a las redes sociales, la gente está más informada y politizada y ya no se traga el cuento de que su partido está del lado de sus necesidades.
Le aconsejamos que cuando hable de mafiosos y de temas cuyos contextos y resultados están a la vista de todos, primero valore las consecuencias de hablar sin sustento y ver la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el propio. Como lo señalamos, en Hidalgo su partido tiene un mafioso y presunto autor intelectual de un artero y cobarde crimen, en el municipio de Pisaflores.
¿Quiere dar un poco de realismo a su política ficción? Expúlselo de sus filas o al menos sanciónelo, porque de otra forma terminará por derrochar los pocos fondos de credibilidad que le quedan a su partido, convertido hoy en un selecto Club de Toby, o mejor dicho, “Club de Alito”.






