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Por Samuel Cantón Zetina / @SamuelCanton
¿Cuáles están siendo las estrategias de los precandidatos a gobernador de MORENA?
¿El modo en que buscan posicionarse para ganar las encuestas que definirán al elegido?
Ya hay fechas, por parte del INE, para el inicio formal del proceso, precampañas, campañas y elección: 4 de enero comienza; precampañas de ese día al 10 de febrero; campañas del 3 de abril al 1 de junio (tres meses), y elección el domingo 5 de junio del año entrante.
¿Qué personajes de la política nacional jugarán en Quintana Roo?
Empecemos por el final.
Es cierto que el pelotón de aspirantes lo elige el presidente en Palacio Nacional.
Resulta lógico, porque su partido muestra amplia ventaja aquí, y él ejerce a su interior un liderazgo decisivo.
Desde esa perspectiva, sería absurdo imaginar que alguien en MORENA pudiera avanzar sin su bendición.
Sin embargo, como dijo Carlos Salinas de Gortari cuando surgieron dudas de que Colosio fuera su candidato: “no se hagan bolas”, Obrador conduce el proceso de selección, pero ni ha elegido abanderado ni él -con todo su poder- sabe en este momento quién será el ganador.
La carrera está en marcha, y falta mucho para la meta.
Cambiaron las reglas, y AMLO -como lo acaba de demostrar tratándose de la presidencial- no es partidario del “tapado”.
Hay un antecedente imposible de omitir, aunque tampoco marca la competencia: en la elección de los candidatos a presidente municipal del 5 de junio, el partido mintió diciendo que el método iba a ser la encuesta, y al último impuso -“por valoración política”- a los que fueron.
Por dedazo, pues.
No es, sin embargo, probable que se repita en la elección del candidato a gobernador.
Obrador no es afecto al juego de la bolita, pero Carlos Joaquín González sí podría serlo, porque -en teoría- no le conviene adelantar tiempos.
¡Claro!, si en el quinto año del sexenio conservara alguna fuerza, y las organizaciones de oposición que lo llevaron al mando, y sus gallos y gallinas, tuvieran una mínima probabilidad de victoria frente a MORENA.
En ese caso, hubiera vuelto a funcionar aquella vieja costumbre priista de que la sucesión arrancaba luego del V Informe.
No antes.
En este caso, el sepulturero del Clan Joaquín será -apenas- un convidado de piedra.
De cara a un gobernador débil y empequeñecido -los quintanarroenses ya le dieron en las urnas un anticipo de su repudio-, lo mejor para el PAN es adelantar el reloj para intentar llenar el vacío político, sin importar el retraso del calendario electoral para homologarlo con los procesos federales, y evitar que el partido del “No mentir, No robar y No traicionar”, como Napoleón Bonaparte, se corone solo de principio a fin.
En Quintana Roo, la oposición es tan real y peligrosa como La Llorona.
Tan temible, que lo más importante viene siendo la unión de fuerzas (es un decir) de un ejército de perdedores formado por los Joaquín, Chucho Pool y Jorge Rodríguez -futuros regidores-, y eso, por fuera de sus partidos.
Pedro Joaquín Delbouis, hijo del ex secretario de Turismo y de Energía del PRIAN, Pedro Joaquín Coldwell, era la esperanza de “los conservadores” para conservar el gobierno del estado, pero al perder la reelección en la alcaldía de Cozumel, sus ilusiones volaron como las golondrinas.
Carlos arrastró también al fracaso a Carmen Joaquín -su sobrina-, con su mal gobierno y nulo apoyo sobre todo al PAN; ahora ella y Delbouis se reagrupan con otros perdedores para dar la pelea (es otro decir) a MORENA.
Desde luego, los Joaquín aspiran a apoderarse del PAN para -desde esa plataforma- recatapultarse hacia lo que consideran suyo: el poder público de Quintana Roo.
No les va a ser fácil, si nos atenemos al deslinde que la senadora Mayuli Martínez Simón acaba de hacer: “Acción Nacional está más allá del gobierno actual; quienes estamos en el partido somos quienes lo hemos consolidado (¿); Carlos Joaquín es un actor político, como muchos otros…”
Un reportero le había comentado “sobre las muestras de inconformidad y rechazo que han surgido entre diversos actores del sur al trabajo del gobernador”.
“La actora política”, como se presentó a sí mismo, que regresó al Senado -según ella- “para evitar que MORENA continúe destruyendo al país”, respondió que le corresponde a Carlos Joaquín “rendir cuentas de los resultados”.
¡Claro!, no falta quien dentro del propio PAN intenta defender al gobernador.
Desinteresadamente lo hace Faustino Uicab Alcocer, su dirigente estatal, al menos en el tema de la desaparición del Fondo Nacional de Desastres Naturales, arremetiendo contra AMLO “por dejar a su suerte a Quintana Roo”.
Declaró que la ubicación del estado frente al mar Caribe lo hace propenso a recibir los embates de fenómenos meteorológicos en temporadas de huracanes, y que la población damnificada requiere atención inmediata, así como el restablecimiento de servicios e infraestructura, “como si garantizaba el FONDEN”.
Es cierto, aunque omitió decir que el Fondo fue usado -por décadas- como pretexto por los gobernadores para demandar mundos de dinero a la Federación, y robarse fenomenales tajadas.
Seguramente por eso -para no mandar fortunas cuyo destino iba a ser incierto-, el presidente comisionó a Marina el combate al sargazo, y a FONATUR el arreglo del socavón de la carretera Puerto Morelos-Playa del Carmen.
A lo largo de ¡4 meses!, Carlos Joaquín no hizo absolutamente nada para remediarlo.
En menos de 15 días lo solucionó Jiménez Pons, construyendo dos carriles alternos.
¿Cuánto puede costar la reparación que el gobierno estatal no quiso absorberlo?
¿O Carlos esperaba recursos del FONDEN?
Al “cuarto gobernador con mayor aprobación ciudadana” (59.6%), según México Elige de julio, no le ha de agradar que en el primer semestre del año, Cancún estuviera entre los 5 municipios con más feminicidios (7), solo 2 menos que Ciudad Juárez, ni que entre las tres rutas del narcotráfico que identificó Marina, aparezca la Guaira (Venezuela)-Quintana Roo.
Una cosa son las encuestas cuchareadas, y otra, la vida real.
No obstante, Carlos Joaquín “ya rindió cuentas”.
En Chetumal, durante la entrega de la Medalla al Mérito Indígena “Cecilio Chi”, se aprobó solo y prácticamente calificó de visionario.
Dijo: “Quizá no se explique con palabras -su maravillosa gestión-, sino con reformas y estilos de conducción que son de carácter estructural y las acciones se acreditan con el paso del tiempo…”
O sea que trabajó -sepa Dios en qué- para el futuro y la historia.
Y en ese entendido, criticó a los que ven en su gestión derrotas: “¡Qué poca visión de la realidad!”.
No fracasó electoralmente, a pesar de perder todo: “Abrió” el juego democrático.
Rechazó acusaciones de corrupción. El suyo es un gobierno decente, y “enterró (¿) la impunidad y latrocinio”.
Del abandono del sur, tampoco tiene culpa. Fueron los de antes.
Ha sido 5 años -desde su perspectiva- ruralista e indigenista.
Otros datos (fantásticos) de Joaquín González.
En fin…
Otras figuras de las grandes carpas de la grilla que participarán son Ricardo Monreal, en la esquina de Marybel Villegas (más le vale irse buscando otro padrino, porque el zacatecano -Sheinbaum lo acusó de zancadillar a MORENA en la CDMX- sacó boleto con el Jefe Máximo de la 4T.
Jorge Emilio Martínez, el cincuentón Niño Verde, es el Cuyo Hernández -mánager leyenda del boxeo mexicano- en la de Mara Hermelinda Lezama.
Sus veladoras -para hacerse del estado, y potencializar sus cientos de negocios con el gobierno- están puestas en el altar de la alianza con MORENA.
Y párele de contar.
Pero… ¿qué tácticas están siguiendo los guindas?
Bueno… antes, hay que recordar sus nombres: los senadores Marybel Villegas y José Luis Pech Várguez; la alcaldesa benitojuarense Mara Lezama, y el representante de AMLO ante el Tren Maya, Luis Alegre.
Más uno o dos nombres que se sumarán a más tardar a fin de año, entre ellos -dicen los que saben- el de la diputada electa Laura Fernández.
MARA HERMELINDA LEZAMA
Al día de ayer, porque fue reelecta en Cancún, y por el dineral que dilapida difundiendo “su obra de gobierno” (¿), los favoritos son Mara y su manejador Boy Green.
Sus promotore$ ya la dan como segura candidata y gobernadora, sin dar importancia a que aun cuando el 5 de junio ganó, lo hizo perdiendo ¡90 mil votos! con respecto a los que 3 años antes obtuvo para llegar al cargo.
En septiembre rendirá protesta para un segundo periodo, aunque probablemente en enero vuelva a pedir licencia para ir ahora por la nominación a gobernador.
Tiene como archienemiga a la senadora Villegas, que la ha acusado de servir a los intereses de la mafia que desde hace años se apropió de Benito Juárez.
Fuera de MORENA, al que más odia en la política local es a Isaac Janix, por reiteradamente señalarla de solapar y favorecerse de la corrupción, y que en debate de campaña le restregó en la cara que se había gastado ¡400 millones de pesos! en pagos a periodistas que la adulan y atacan a sus enemigos, como a él y a Marybel Villegas.
Desquitando convenios, sus Lord Molécula siembran la idea de que dentro de MORENA hay ya una especie de cargada a su favor, y presumen que cuando le entregaron constancia, tanto presidentes municipales como diputados federales electos desfilaron para reverenciarla (como a Michael Corleone, cuando aniquiló simultáneamente a jefes de otras familias y se convirtió en Padrino).
¡Ah!, y que otra entusiasta marista -responsable de su campaña para gobernadora en el sur- es la futura diputada federal Anahí González.
Nada puede fallar.
¡Vaya!, es tal la ventaja de la ex locutora -según sus moleculitas- que ya busca coordinador general de campaña.
Tampoco les preocupa que de todos los aspirantes del partido del presidente, la señora Lezama resulte también la que más negativos tiene.
Seguramente por ese rechazo que los habitantes del municipio le externaron en las papeletas electorales, es que tuvo la ocurrencia de ofrecer que “vería” -con instancias federales- el arreglo del bulevar Luis Donaldo Colosio, entrada (infame, miserable, injusta) al llamado paraíso del Caribe mexicano.
Pura lengua…
Apenas el martes, Mara dijo que el proyecto ejecutivo demorará un mes. Después tendrá que pasar otro mes para conseguir los recursos ($580 millones), y entonces darán inicio los trabajos.
Para no hacer el cuento largo, por allí de octubre.
Dijo la reelecta que el proyecto es federal, pero que el gobierno municipal -o sea ella- “está al pendiente” para que se aterrice cuanto antes.
Pensar que con los fondos que ha “invertido” en promoverse para el gobierno hubiera podido componer el 70% u 80% de la superficie de la Colosio.
La “estrategia” de Mara, incluso después de perder ¡90 mil votos!, continúa siendo comprar a billetazo limpio la candidatura -en el entendido, dicen sus allegados- de que la gubernatura es pan comido.
Más recientemente (miércoles), la incompetencia de Lezama volvió a quedar en evidencia con el gigantesco bloqueo de taxistas a la Zona Hotelera de Cancún, en hora “pico”.
Lo malo no fue en sí el virtual sitio, ocurren en todo el mundo, sino una de las razones de los choferes: en protesta porque son extorsionados por el jefe de la Policía Turística, César Escamilla, -nombrado por Lezama- y ¡“los pone”! con los cárteles del narcotráfico para que paguen cuotas.
Días antes, los trabajadores habían logrado la liberación de dos de sus compañeros arrestados por presunta posesión de armas blancas (varios de ellos han sido asesinados por presumiblemente resistirse al chantaje).
El cierre de Bonampak y Kukulcán empeoró el tradicional caos vial de la ciudad, en perjuicio de turistas y cancunenses, pero también hay que imaginarse el peligro que corren al utilizar taxis controlados por sicarios.
¿A qué gente tiene la alcaldesa en los cargos públicos?
Risiblemente, sus moléculas atacan a los ruleteros dizque defendiéndola, y critican ferozmente que no “se les meta en cintura”, sin darse cuenta que en realidad la golpean, y al propio gobernador, porque ellos son la autoridad responsables de someterlos, y no lo hacen.
Y de no designar bandidos.
Sin embargo, no se puede descartar que Mara cierre la llave del grifo presupuestal en septiembre, que comience un nuevo trienio, para reacomodar los centavos en función de la siguiente aventura, y para medio limpiar su lodazal.
JOSÉ LUIS PECH
Tal vez -por ahora- el segundo mejor posicionado sea el senador José Luis Pech.
Su última declaración digna de mencionarse fue aquella de que “la delincuencia financia campañas políticas”, porque no se sabe si se refirió al capo verde y a su ahijada, o a otra combinación.
Defensor de las playas y de las islas, su estrategia de arranque (compartida exactamente por su compañera de cámara Marybel Villegas) consiste en compartir y retuitear todas las informaciones de AMLO, como su exhorto a votar ayer, o la recuperación de empleos, y mantenerse en redes con efemérides y felicitaciones en su día a la secretaria, al perro –“Max y Frida son mis mejores amigos de casa…”-, al marino, al abogado, y hasta al tornillo, si algún ferretero lo propone.
Al mismo tiempo, reunirse con distintos grupos y personas -como “amigos profesores” y “buenos amigos y mujeres “100% chetumaleños”- a lo largo y ancho del territorio.
Cuida por un lado de no sucumbir en el sacaceite de Obrador, y por el otro, de tampoco salir del ánimo y del conocimiento de la gente, que será la que finalmente elija a través de encuestas abiertas.
Sabe Pech que está en desventaja -es el único chetumaleño, y la regla de alternar gobernadores por región ya murió-, y que necesita ganar terreno en el norte donde se localizan los grandes caudales de sufragios.
MARYBEL VILLEGAS
Marybel Villegas es la rebelde del pelotón, y pese a que la metralla de Mara la impacta a diario, y los lores de la alcaldesa la dan por muerta, regresó al hándicap en virtud del fracaso de Fuerza por México y su pérdida de registro.
Difunden que por su naturaleza chapulina, terminará traicionando a MORENA.
Le hace daño.
Fue la primera -del partido guinda estatal- en enfrentar y denunciar a Carlos Joaquín González y a su mal gobierno.
Y lo hizo, ¡ojo!, antes de que AMLO y su movimiento arrasaran en 2018 (luego, todos se colgaron de la 4T).
Marybel, decíamos, hace lo mismo en redes que su colega Pech Várguez: zalamerear en alta al presidente, recirculando noticias como el balconeo del espionaje con el software Pegasus; la reinscripción de mayores de 65 en el padrón de pensionados de Bienestar; las fechas de vacunación; el avance del plan de vender gas, la promoción de la consulta de ex presidentes de ayer, y -por supuesto- la relacionada “al festejo” por el Día del Perro.
Al igual que Pech, y sin miedo al virus, hace proselitismo en reuniones con poca gente -se tomó selfie con indígenas, vestida de una de ellas-, felicita a medio mundo, y está pendiente de decesos, como el (muy lamentable) de Cecilio Balam, para extender pésames.
Respalda particularmente al presidente y a MORENA en el tema de la regulación del outsourcing.
“En todos los estados y ciudades del país se abusó de este sistema, y en Quintana Roo afectó a miles de trabajadores de diversos sectores, como la industria turística, principal eje de la economía de la entidad. El tema de outsourcing fue el primer punto de acuerdo que presenté como senadora hace dos años, luego de atender las quejas y demandas de miles de trabajadores de Quintana Roo afectados por los abusos de las pagadoras”, dijo la senadora.
Comentó que de acuerdo a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, el 34% de las 510 mil personas que laboran aquí en el mercado formal se encuentran bajo ese esquema de subcontratación.
Nunca pasó nada -lo dijo hace medio año- con las empresas locales que según ella, estaban “en la mira del SAT” por facilitar la evasión de alrededor de mil 200 millones en impuestos, tan solo en 2018.
En el Congreso federal se aprobó una prórroga de un mes para que las empresas ajusten sus planillas laborales al espíritu de la nueva reforma.
Marybel -se lo tuvo que decir Monreal- dejó de acusar a Mara Lezama de amafiarse con el Verde y de decir que Benito Juárez está en manos de un voraz cártel (político-económico-criminal-empresarial-policiaco-notarial-periodístico) que no deja negocio vivo.
Una cosa es segurísima con la senadora: si no es candidata, dejará MORENA.
Y eso lo saben en el partido.
LUIS ALEGRE
Por último, Luis Alegre, al que las encuestas -“patito”, para que más que la verdad- ponen con porcentajes muy bajos, da la impresión de mantenerse en el proselitismo de élite, es decir, en el círculo de influencia presidencial.
Como representante de AMLO ante el Tren Maya, transcurre entre los secretarios de Despacho relacionados de cualquier manera con Quintana Roo -Turismo, Marina, etc.-, el gobernador Joaquín González y los senadores y diputados federales de la entidad.
No tiene mayor contacto por lo pronto con el partido, sus bases, ni con la población de a pie.
O supone que Obrador lo puede hacer directamente gobernador, o renunció desde ahora a la posibilidad de serlo, o está aguantando a que se acerque más la fecha del relevo para moverse y tocar tierra.
En este momento, más que por lo que ha hecho como legislador por Quintana Roo -le pesa que en San Lázaro haya votado a favor de la extinción de los fideicomisos turísticos- es más conocido por ser hijo del empresario Gastón Alegre, dueño de Radio Turquesa y de hoteles en Cancún y Playa del Carmen, y por presuntamente haber golpeado a la esposa (lo denunció la señora, aunque él lo niega; forzado, cuando mucho reconoce que “la empujó”).
No se le recuerda en las campañas de MORENA.
Un rumor lo sitúa como “ahijado” político de la esposa del presidente de México.
Se le atribuye una maestría en Harvard, a las que -por cierto- AMLO les hace ¡fuchi caca!
Por último, la estrategia a través de la que podría colarse Laura Fernández, pupila de Félix González Canto y cachorra por años del PRI, está por verse.
Falta que Roberto Palazuelos confirme si disputará la gubernatura por Movimiento Ciudadano.
Eso sí será divertido…






