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* En el 2015, José Medel Ibarra y su asesor, Mauro Sánchez, le cuidaron las espaldas a Juan Ayala Rivero, entonces candidato a diputado local por el PRD, al impedir que una investigación periodística pusiera al descubierto su consentimiento para que funcionarios de Mancera, hicieran un despojo del edificio de Colombia 24, patrimonio del Único, sin mover un dedo; al final, Ayala perdió, pero ahora que se avecina la sucesión en el SUTGCDMX, Medel prepara su traición a Hugo Alonso Ortiz, líder al que se dice afín cuando en realidad juega una estrategia en su contra del lado de la corriente de Los Rojos, liderados por César Piña, subordinado a Ayala Rivero
Por Giuseppe Gatopardo
Especial para Expediente Ultra
Ahora que este primero de septiembre ha iniciado la cuenta regresiva para definir la Presidencia en el Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México (SUTGCDMX), es pertinente advertir del por qué, aves carroñeras rondan la persona de quien se perfila como el más fuerte candidato y actual líder de la Sección Uno, Hugo Alonso Ortiz.
El dirigente que de manera indiscutible cuenta con más apoyos reales en la cercana sucesión, deberá tener sumo cuidado con ex líderes que han dado muestras de incontables traiciones a su organización y que ahora juegan a dos bandas –o bandos–, mostrándole su aparente e incondicional apoyo, mientras se sientan a la mesa de sus oponentes, haciendo la penosa labor de “orejas” o “sapos”.
Aquí, en LA ESQUINA DEL MOVIMIENTO, hemos dado cuenta de los vaivenes político-sindicales que desde la llegada de la 4T al gobierno de la CDMX, ha tenido esta especie de “suripanta” ideológica que lleva por nombre José Medel Ibarra.
El ex Presidente del Único, ex asambleísta local por el PRI –hasta hace unos años el partido de sus amores–, y perruno opositor a Andrés Manuel López Obrador, cuando fue Jefe de Gobierno, sacó en el 2017 una revista RS Sindical, con la cual buscó retomar el control del sindicato de más de 110 mil agremiados para volver a convertirlo en el jugoso negocio para la venta de vestuario y calzado de quinta. Rentable filón que le canceló AMLO en el 2003, al entonces legislador del tricolor.
En diciembre del 2019 cuando se lanzó la convocatoria para renovar la dirigencia del SUTGCDMX por primera vez, mediante el voto libre, directo y secreto, Medel apoyo en su libelo al entonces candidato de la Planilla Roja, Armando Bautista y se le fue con todo a Hugo Alonso Ortiz, a pesar de haber ganado por 25 mil votos la elección.
Como se recordará, el conflicto poselectoral derivó en la instalación de un Directorio por parte de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicios del Estado (FSTSE), donde Medel logró colar a varios incondicionales suyos como Ricardo Anguiano y Rogelio Carmona que, entre otras traiciones a los trabajadores, aprobaron modificaciones a la Caja de Previsión (CAPTRALIR), para lesionar las jubilaciones de miles de trabajadores. Meses después, precisamente por la intermediación del grupo de secretarios de Hugo Alonso, se logró frenar tal retroceso.
En tanto se resolvía la definición del nuevo Presidente del Único y aprovechando su cercanía con la entonces Subsecretaria de Finanzas del CGCDMX, Bertha Gómez, Medel ofertó cuánto pudo a alcaldías como Tlalpan, donde consiguió contratos para vender Lonchibones con una manzana, un chocolate y una botellita de agua a precios exorbitantes. En este espacio publicamos las facturas respectivas.
Cuando todo le salió mal y llegó a la dirigencia Aarón Ortega Villa, quedando dividido el Único en dos fracciones; la de los azules de Hugo Alonso Ortiz y la de los Rojos de César Piña, subordinado de Juan Ayala Rivero, Medel comenzó a arrastrarse cual reptil buscando congraciarse con el líder de la Uno, pero realmente manteniendo ligas de relación con los rojos, traicionando a los integrantes de la Coalición que él mismo fundó para tratar de agenciarse el control sindical.
Pero el tema que hoy nos ocupa es otro que tiene que ver con cuentas pendientes y fraudes al patrimonio sindical del Único, donde el llamado por sus ex amigos como “El Mil Máscaras”, sirvió de tapadera el nefasto Juan Ayala Rivero, con quien Medelito sigue manteniendo alianzas cordiales.
De acuerdo a información allegada a LA ESQUINA DEL MOVIMIENTO, corría el mes de mayo de 2015 cuando en el desayunador del Hotel Marquis de Reforma, José Medel y uno de sus inseparables asesores de cabecera, Mauro Sánchez, se toparon con un comunicador quien aprovechando el encuentro, le preguntó sobre el estatus legal del inmueble, propiedad del Único, ubicado en las calles de República de Colombia 24, prestado en comodato al PRI en su Distrito V, desde que era dirigente Francisco Martínez, y más tarde el propio Medel cuando llegó a la entonces Asamblea Legislativa por ese partido.
José Medel cuestionó al periodista del por qué su interés por el inmueble, patrimonio sindical del SUTGCDMX, a lo que le contestó que la propiedad se encontraba ya invadida por gente ajena tanto al PRI como al sindicato, por lo que estaba buscando al entonces líder, Juan Ayala Rivero, para que comentara y diera información sobre el inmueble considerado un edificio de valor histórico por estar en el catálogo del INAH.
Era año de elecciones intermedias y el “maestro” Juan Ayala era nada menos que candidato a diputado por uno de los distritos de Iztacalco por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), por lo que tanto Medel como Sánchez, le suplicaron al periodista no publicar nada porque “vas a desmadrar a Juanito”. Prometiendo una entrevista.
La entrevista nunca se dio ni el acercamiento con el líder de marras, pero lo que si le llegaron al periodista fueron intimidaciones veladas de testaferros de Ayala Rivero, amenazándolo con no mover el tema para no dañar políticamente al entonces aspirante a asambleísta. Al final, Ayala Rivero terminó vapuleado en las elecciones por el líder del Campamento Dos de Octubre, Felipe de la Cruz.
Dolido por la derrota. en forma ruin y cobarde, pero también temeroso de que se destapara la cloaca de los despojos que comenzaban a proliferar con el apoyo de funcionarios del gobierno de Miguel Ángel Mancera, como el vándalo Secretario de Gobierno, Héctor Serrano, afectando inmuebles como el que era propiedad del Único, Juan Ayala entabló una demanda por inventadas calumnias y chantajes contra el comunicador, señalando como supuestos “testigos” nada menos que a José Medel y a Mauro Sánchez.
El tema fue frenado porque para desgracia de Ayala Rivero, por esas fechas, Mancera estrenó su Fiscalía Especializada en Protección y Atención a Periodistas, por lo que la acusación por consigna hubiera dejado mal parado al entonces Jefe de Gobierno. Y en una posición muy incómoda al corrupto líder que se hizo de la vista gorda para que las hordas de delincuentes consentidas desde la Secretaría de Gobierno por Serrano, se agenciaran el inmueble de República de Colombia 24.
A pesar de conocer la historia de este despojo a la mala del patrimonio de su sindicato, Medel nunca habló ni por asomo del tema en su panfleto RS, como tampoco mencionó la responsabilidad de Juan Ayala, al cruzarse de brazos. En 2018, el espurio ex dirigente volvió a contender para una diputación, pero esa vez fue humillado en las urnas por el morenista, Alberto Martínez Urincho.
Pero lea con atención para que mida el grado de descomposición moral de quien ahora le apuesta a la desmemoria, haciéndose el aparecido en los eventos de Hugo Alonso y de otros líderes de su corriente como Benigno Martínez, de la Doce.
Nos cuenta una fuente confiable que hace un par de meses grande fue su sorpresa cuando en conocido desayunador de la Alameda Central, encontró nada menos que juntos y felices a Juan Ayala, Mauro Sánchez y el “Mil Máscaras”, José Medel. Invitado a su mesa, se enteró que Medelito tenía en marcha un plan para apoyar a la corriente de Los Rojos que encabeza César Piña, líder de la Sección 4 del Único.
Ayala quiso apantallar al invitado, refiriendo su libro que editó con dinero del sindicato sin la aprobación de los trabajadores, titulado: “Iniciativa de Ley Laboral de las Personas Trabajadoras al Servicio de la Ciudad de México 2017”.
De hecho, nos confía la fuente, le corrieron la invitación a sumarse al proyecto que, según sus cálculos, debe cuajar este mes de septiembre. Obvio, en la mira para ser desplazado, era objetivo principal Hugo Alonso Ortiz, el mismo del que ha tratado de colgarse en los últimos meses José Medel Ibarra.
Los dos pillos que hace años intimidaron a un comunicador para cuidarle las espaldas a Ayala Rivero, ahora están de nueva cuenta de la mano del ex líder, jugándole las contras al líder de la Sección Uno.
Ahora que está por definirse la presidencia del sindicato más numeroso del gobierno de la Ciudad de México, es hora de que José Medel, Juan Ayala y demás compinches, expliquen por qué no hicieron nada por defender el patrimonio de los trabajadores. El inmueble de Colombia 24, es fiel testigo de la traición cometida a su sindicato, el mismo del que quieren seguir mamando y dando de topes.
¡Cuidado con estas lacras, Hugo Alonso¡ ¡Cuidado¡…
Nos leemos en nuestra próxima ESQUINA DEL MOVIMIENTO.
No solo es ese inmueble, pregúntale a Hugo que pasó con los centros de trabajo de limpia en cuauhtemoc, porque ahora son plazas comerciales??? Digan todo!!!!