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LA VIOLENCIA ENTRE ESTUDIANTES, FÁBRICA DE SICÓPATAS

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FOTO: entreestudiantes.com

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* El Bullying, fenómeno de las sociedades decadentes…

“El acoso no está bien. Punto”.

                                   Jim C. Hines, escritor estadounidense

POR EDUARDO GARCÍA GARCÍA

El 21 de febrero de 2023, la adolescente Azahara Aylin citó a Norma Lizbeth para enfrentarse a golpes antes de entrar a clases en el turno vespertino de una secundaria ubicada en el municipio de Teotihuacán, en el Estado de México.

Norma Lizbeth acudió al sitio para intentar terminar con el Bullying que sufría desde hace tiempo por parte de Azahara, porque no se sentía bien anímicamente por las agresiones que padecía.

Además de las dos contrincantes, ambas de 14 años, llegaron decenas de estudiantes de la escuela que se enteraron de lo que iba a suceder. El lugar de la pelea estaba a unos 50 metros de distancia del centro educativo.

Norma Lizbeth fue superada por su oponente desde el inicio del combate.

Mientras tanto, los otros alumnos, indolentes, solo se burlaban y se sorprendían de lo que veían, pero ninguno intentó separarlas. Varios de los testigos, lejos de evitar la pelea grabaron con su celular la riña para luego subirla a las redes sociales.

Ese día, Azahara, la principal agresora, golpeó con una piedra en repetidas ocasiones a su víctima, quien posteriormente falleció a causa de las lesiones.

Ocho meses más tarde, y por asesinar a su compañera Norma Lizbeth, Azahara fue sentenciada a tres años de internamiento por el delito de homicidio calificado.  

En febrero de este año, Fátima, una menor de 13 años sufrió graves lesiones luego de haber sido empujada de un tercer piso por una compañera en su escuela en Iztapalapa. La víctima permaneció hospitalizada en estado grave tras una cirugía para tratar las fracturas sufridas.

La adolescente había denunciado acoso escolar desde diciembre del año anterior, y aunque la Secretaría de Educación Pública admitió que la niña recibía atención psicológica, el caso refleja la falta de acciones concretas y efectivas para frenar la violencia en las escuelas.

Al parecer, la estudiante fue agredida porque le gusta el K-Pop, un género musical juvenil muy popular, surgido a mediados de los años noventa en Corea del Sur. Tan solo por eso.

A mediados de octubre, otra niña de 12 años fue golpeada por compañeras de la Escuela Secundaria Alfonso Caso Andrade, ubicada en la alcaldía Tláhuac. La menor fue dada de alta tras pasar internada seis días en el Hospital General de la zona.

“Cuanto más nos odiamos a nosotros

mismos, más queremos que otros sufran”.

                            Dan Pearce, humorista, filósofo y

                           escritor estadounidense                                                                                                                                                                                                 

Los casos anteriores solo son un reflejo de la descomposición social, política y económica que vivimos en México y que sigue ocasionado, entre otras cosas, esta tragedia en el sistema educativo nacional.

El impacto que este fenómeno ha tenido en la sociedad mexicana está a la vista: niños y jóvenes en el abandono escolar, altas tasas de deserción, carencia de valores universales, adicciones y, por si fuera poco, violencia y hostigamiento entre los mismos estudiantes. 

Todas estas situaciones cada vez más cotidianas, implican agresiones, y se engloban en lo que hoy se ha dado en llamar a nivel mundial como Bullying, es decir, acosar y hostigar verbalmente o incluso dañar físicamente a sus pares (personas que interactúan o se asocian entre sí por sus similitudes en varios aspectos como son la edad, el género, la escolaridad, sus aficiones o sus preferencias sexuales).

Aunque no existe una fecha clara de cuando se estableció este fenómeno degradante en nuestro país, es probable que, de alguna manera, siempre haya existido. Durante el Virreinato, la esclavitud y la discriminación por cuestiones de raza eran la norma. En el México independiente las cosas no mejoraron. Los sectores criollos blancos cerraban las puertas a todo grupo social diferente.

En los años setenta y ochenta del siglo pasado, todavía era muy común que los estudiantes varones que ingresaban al nivel medio superior (vocacionales y preparatorias), recibieran “el bautizo” que podía incluir agresión física. Muchos lo padecimos.

Recuerdo que, por aquellos años, uno de mis familiares ingresó al Colegio Militar y en su primera semana de clases tuvo que ser internado en el hospital a causa de las heridas que le ocasionaron los abusos de sus “compañeros” de grados superiores. Y era normal.

Con el tiempo esto no ha cambiado, sino ha empeorado. En la actualidad para muchos chicos y chicas de nuevo ingreso, también reinicia el sufrimiento.

El punto es que el Bullying escolar llegó para quedarse, pues los casos en México se han incrementado de manera alarmante.

De acuerdo con el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, en 2024 aumentaron ¡205 por ciento! los reportes de acoso en comparación con el 2019, lo que refleja la magnitud del problema en el país.

En ese contexto, se sabe que el 45% de los casos ocurren en la secundaria, seguido de la primaria con 27%, nivel medio superior con 17%, preescolar con el 6% y nivel superior con 4%. Del total de reportes, el 49% tiene entre 12 y 15 años, y el 55% de las afectadas son niñas y adolescentes mujeres.

Entre las formas de agresión más reportadas, la violencia física representa el 29%, la verbal el 26%, la psicológica el 14%, la sexual el 12% y la exclusión social el 6%.

Además, el acoso a través de redes sociales es una preocupación creciente, pues la violencia cibernética afecta al 11% de las niñas, niños y adolescentes.

De la Ciudad de México proviene el 74% de los casos, principalmente en la alcaldía Iztapalapa.

Un dato más. Según la organización Bullying Sin Fronteras, nuestro país ocupa el ¡segundo lugar a nivel mundial en incidencias! Además, esta es la nación donde más se sufre este drama en Latinoamérica. 

La gravedad del fenómeno debería mantener encendidas las alertas entre especialistas, educadores, padres de familia y autoridades, quienes lejos de trabajar de manera urgente y conjunta para frenarlo, solo se limitan a implementar protocolos y talleres inútiles y a culparse mutuamente.

Esta problemática no solo afecta el rendimiento académico de los niños, adolescentes y jóvenes, sino que también tiene consecuencias graves en su bienestar emocional y psicológico, pudiendo derivar en ansiedad, depresión e incluso pensamientos suicidas.

De ahí que el Bullying es un tema de la agenda educativa que merece la atención inmediata no solo de las autoridades educativas sino de la sociedad en su conjunto, especialmente en el contexto de violencia creciente que vivimos.

Por ello, se insiste en la imperiosa necesidad de la prevención, detección temprana y acción inmediata para garantizar entornos escolares seguros y saludables para todos los estudiantes y las comunidades escolares.

LA MASACRE DE COLUMBINE

A la fecha, este caso ocurrido en el estado de Colorado, Estados Unidos, en el Instituto Columbine, en 1999, sigue siendo el más emblemático, doloroso e impactante sobre el fenómeno. Dos estudiantes, de quienes se burlaban otros compañeros, entraron a su escuela armados y con bombas; realizaron varios disparos en la cafetería y biblioteca, asesinando a 12 alumnos y a un profesor e hiriendo a 24 alumnos, para luego suicidarse.

¿Un hecho aislado? Ya ni tanto. Aquí ya tuvimos nuestro primer Columbine. El 25 de septiembre pasado, Lex Ashton, de 19 años, agredió con una guadaña a Jesús Israel, de 16, en el CCH Sur de la UNAM. La víctima murió en el estacionamiento de la escuela. En el ataque un trabajador administrativo resultó lesionado en su intento de detenerlo.

Lex Ashton, ya vinculado a proceso por homicidio calificado y lesiones dolosas, estuvo hospitalizado porque al intentar escapar se arrojó de un segundo piso. Tras la imputación, su abogado defensor afirmó que el asesino presentó un brote psicótico.

El punto es que, el joven Ashton, quien declaró haber sido inspirado por lo que ocurre en los Estados Unidos, manifestó que su intención era asesinar a seis estudiantes.  

Con este dramático suceso, quedó demostrado que el daño psicológico y físico que se produce a un muchacho afectado por las burlas de sus compañeros le puede perdurar a lo largo de toda su vida.

La realidad es que contra estos incidentes no existen protocolos de ningún tipo en nuestro país. ¿De qué servirían solo reforzar el control de los accesos, efectuar la detención de metales y tener grupos de reacción rápida en situaciones de emergencia dentro de los planteles? De nada. Y en el caso de la UNAM, la mal entendida autonomía no ayuda de mucho.

Ahora bien, sí asociamos el término Bullying con agresión y violencia, nos dirigimos hacia las posturas filosóficas de Ignacio Martín Baró (Poder, ideología y violencia, 2003, entre otros) surgidas a mediados de los años ochenta, en las que explicaba la razón del surgir de este fenómeno.

Baró decía que el acto violento otorga a su ejecutor un valor ante su grupo, lo que puede propiciar que sus pensamientos irracionales le hagan realizar conductas agresivas dirigidas a personas indefensas.

Otros estudiosos opinan que el problema, que denigra la dignidad humana y su individualidad, se da debido a un sin número de modelos violentos que existen en la sociedad, que son difundidos por los medios, que son observados por los estudiantes y que al emitir dichas conductas no fueron penalizados.

En la actualidad existen una gran cantidad de videojuegos hiper violentos a los que los adolescentes tienen acceso. ¿Alguien aún recuerda al famoso, polémico y ahora intrascendente Bully (Abusón, de 2006)? ¿O qué me dicen de aquellas populares series de televisión como El Chavo (1971-1980) o Cero en conducta (1999-2003), que abiertamente fomentaban, no solo el acoso, sino la discriminación en todas sus variantes?

De acuerdo con este esquema, un agresor aprende a ser agresivo observando a personas agresivas, aceptando la conducta y realizándola, ya sea por su propia experiencia de vida con familiares o a través de los medios de comunicación. Es decir, si las conductas son reforzadas podrían repetirse, si fueran castigadas probablemente disminuirían en frecuencia o uso.

FÁBRICA DE SICÓPATAS

El fenómeno tiene invadido nuestras escuelas y amenaza con desbordarse aún más. La realidad es que tanto los padres de familia como autoridades educativas no saben ni entienden lo que está sucediendo en las aulas. En la mayoría de los casos, el dolor de los agredidos se vive en el silencio y en el anonimato. El hecho es que el ambiente de agresividad en las escuelas debe terminar. Pero, ¿de quién depende?

El Bullying en México no debe sorprender dada la enorme desigualdad social que caracteriza al país, el alto grado de violencia que vivimos desde hace años, la tolerancia y la discriminación que se sintetiza en 98 por ciento de impunidad de los delitos y la falta de sanción social ante el clasismo, el sexismo y el racismo.

Por esa razón, es equivocada y perversa la forma con que aquí se quiere enfrentar el problema, pues no será imponiendo protocolos inútiles o sanciones con lo que se resolverán los problemas.

El fenómeno es multifactorial y mucho más complejo de lo que parece y entre otras cosas, además de terapias, sensibilidad, conciencia, educación, comunicación, lazos familiares, valores, mediación y capacitación, requiere de transformar todo el modelo educativo que tenemos.

De cualquier forma, todos somos responsables y necesitamos trabajar de manera integral. El infierno terrenal en las aulas.  

Se aceptan apapachos, arrumacos y erotismo light. Adieu.

PERLAS DE LA SEMANA:

EN TOTAL IMPUNIDAD

La presidenta Claudia Sheinbaum asegura que el ex mandatario Andrés Manuel López Obrador “nunca podrá ser vinculado con la corrupción”, así lo expresa en su libro Diario de una transición histórica, publicado por Editorial Planeta, donde narra episodios “clave” de su primer año de gobierno.

Es decir, para la presidenta Sheinbaum, pese a los grandes escándalos de corrupción protagonizados no solo por ex funcionarios de su administración, sino de familiares muy cercanos, el ex presidente gozará, al menos durante su mandato, de total impunidad. ¡Qué bien!

ABELINA, LA AUSTERIDAD EN PERSONA

La impresentable presidenta municipal de Acapulco, Abelina López Rodríguez, volvió a colocarse en el centro de la controversia luego de ser captada luciendo un collar de la exclusiva marca Van Cleef & Arpels, valuado en 227 mil pesos, durante un evento público.

Ante los cuestionamientos por el elevado costo de la joya, la alcaldesa respondió muy animosa:

“¿Yo qué culpa tengo de que haya un pueblo que me ame y me regale cosas? Me lo regalaron y les voy a decir: ‘No, no te lo acepto’. Yo agradezco su amor y su cariño de pueblo”.

La declaración, lejos de apaciguar las críticas, ha generado un intenso debate en redes sociales y medios nacionales, especialmente por el contexto económico del municipio que desgobierna, aún en recuperación por los daños que dejó Otis hace dos años, y las denuncias previas por presuntas irregularidades financieras en su administración. Pero, como buena 4Trera, le vale madre.

LA PATANERÍA EN LA 4T

Paco Ignacio Taibo II, director del Fondo de Cultura Económico (FCE), mostró su desacuerdo de incluir libros de mujeres por “cuotas” en una colección de divulgación, lo que provocó una fuerte polémica en redes sociales por una declaración que fue calificada de misógina.

«Porque si partimos de la cuota, dices, bueno, un poemario escrito por una mujer horriblemente asqueroso de malo, por el hecho de ser escrito por una mujer, no merece que se lo mandemos a una sala comunitaria a mitad de Guanajuato, ¿Por qué hay que castigarlos con ese libro de poesía”

Dicho planteamiento ocasionó que un grupo de escritoras y activistas protestaran en la sede del FCE para exigir su renuncia, lo cual no sucederá.

NOTA CUCHICUCHI DE LA SEMANA:

LOS MÁS GÜEVONES DEL MUNDO

Aunque el escándalo lo detonó el impresentable Cuauhtémoc Blanco, el punto es que, sin lugar a dudas, los legisladores mexicanos, de todos los partidos, hombres y mujeres, son los más güevones, abusivos e irresponsable del mundo.

Y no se trata de una ofensa sino de un retrato hablado de estos patanes. Pese a que se decretó el fin de la emergencia sanitaria por el Covid, el 9 de mayo de 2023, estos personajes son los únicos que mantienen esas “medidas de trabajo a distancia”, a los que ellos les llaman “herramientas”.

De tal manera que ahora sabemos que se conectan “a trabajar” desde restaurantes, bares y canchas de pádel solo para pasar lista y, los menos, seguir las sesiones cuando la mayoría se corta de inmediato, no participa en las discusiones y menos en las votaciones.

Los hay, como lo hacían los estudiantes en plena pandemia, que fijan una foto para dejar la mentirosa sensación de su presencia.

De acuerdo con el portal Buró Parlamentario, el promedio de asistencia en comisiones de los diputadetes durante el año pasado fue:

En octubre 2.4%; noviembre, de 10.8%; diciembre de 42.5%. En febrero de este año fue de 37.06% y en marzo de 31.7%. Y párenle de contar: no hay más información, pues la ocultan.

Pero no es lo peor ni lo más triste. Son datos de su pase de lista, no de su proceso legislativo más importante que es el de discutir, afinar las iniciativas y aprobar los dictámenes que van al pleno y que afectan a todo el país.

El colmo se dio la semana pasada cuando un solo diputado asistió de manera presencial a la reunión de la Comisión de Presupuesto, en la que se aprobó la opinión de la iniciativa de la Ley General de Extorsión.

El único legislador presente en el salón de Protocolo, el más grande de la Cámara Baja, muy baja, fue el coordinador del PT, Reginaldo Sandoval Flores, quien levantó la mano para aprobar el dictamen.

La sesión fue conducida por la secretaria técnica, Irma Virginia Minero Ramos, debido a que la presidenta de la comisión, la morenista Merilyn Gómez Pozos, participó… desde su casa.

¡Que trabajo más atoyamaye!

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