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* Numéricamente se necesitan 239 mil 529 firmas para llevar a cabo el proceso cuyo periodo de recolección de firmas, inició el 5 de septiembre y concluirá el 5 de diciembre, lo que hacía necesario que un promedio de 2 mil 600 ciudadanos con derecho a votar, se presentarán diariamente a expresar su voluntad a favor de la revocación. Los tiempos se agotaron y a menos que en los 20 días que restan para cerrar el proceso, se logren recabar las más de 236 mil firmas que faltan, puede darse por descontado que la Revocación será abortada porque, sencillamente, la gran mayoría de los hidalguenses están satisfechos con la labor que hasta hoy ha realizado el gobierno del Estado
Por Antonio Ortigoza Vázquez / @ortigoza2010
Especial de Expediente Ultra
Las firmas reunidas hasta la primera quincena de noviembre y faltando solo 20 días para la fecha establecida por el Instituto Estatal Electoral del Hidalgo (IEEH), para concluir el plazo de cubrir al menos el 10 por ciento del padrón electoral del Estado, para realizar en marzo próximo la consulta de Revocación de Mandato a la gestión del gobernador Julio Menchaca Salazar, son el reflejo de una pobre convocatoria de la oposición pero, sobre todo, de una indudable aprobación de la ciudadanía que sencillamente no ve sentido de votar en contra de una administración que ha dado resultados favorables, percibidos por miles y miles de hidalguenses.
En su Tercer Informe de Gobierno, el mandatario dijo estar dispuesto a someterse al referéndum popular e, incluso, alentó que el mismo fuera puesto en marcha por el órgano electoral, dando todas las facilidades a quienes desearan sumarse a su organización.
Pero comenzaron a pasar los días y el panorama percibido en los centros de votación resultó francamente desolador pues los cómputos en todo el Estado apenas y arrojan unas 2 mil 500 firmas que en promedio arrojan unos 54 votos diarios.
Desde un principio, diversos actores políticos de la oposición que han tratado por todos los medios y de manera infructuosa, de enjuiciar la actual política social, anunciaron su desinterés por meter las manos en el proceso de recolección de firmas, no porque desecharan la oportunidad de tomar la revocación como eje de promoción electorera, sino porque están bien conscientes de que no hay los elementos de descontento social para hacer arder la pradera local.
Numéricamente se necesitan 239 mil 529 firmas para llevar a cabo el proceso de revocación, es decir que del 5 de septiembre, en que arrancó, al 5 de diciembre en que debe concluir , se requería que un promedio de 2 mil 600 ciudadanos con derecho a votar, se presentarán diariamente a expresar su voluntad a favor de la revocación.
Los tiempos se agotaron y a menos que en los 20 días que restan para cerrar el proceso, se logren recabar más de 236 mil firmas que faltan, puede darse por descontado que la Revocación será abortada porque, sencillamente, la gran mayoría de los hidalguenses están satisfechos con la labor que hasta hoy ha realizado el gobierno del Estado.
Además, para quienes gustan de meterse de lleno a la lectura de los sondeos de opinión, el requisito mínimo de firmas del 10 por ciento del padrón electoral del Estado, es un referente de que al menos unos 237 mil habitantes estarían cuestionando algo de la parte oficial, o manifestando su rechazo por determinada situación o acción de gobierno, pero también, indicaría la capacidad de movilización y convocatoria de la oposición.
En ambos casos, si la cifra llega, como se estima, a no más de cinco mil votos, esto indica que solo el 0,2 por ciento de la población tiene algo que decir en contra del actual gobierno. Similar porcentaje es el que tiene como capital político una ausente, agresiva e inexistente oposición que tendrá mucho que hacer si desea no perder su registro en las próximas elecciones.
Lo hemos dicho en este espacio al comentar la posición en que casas encuestadoras ubican al gobernador Menchaca Salazar, en relación con los gobernadores de otros Estados; el ciudadano de a pie percibe en sus bolsillos y su entorno cotidiano, cuando las políticas públicas tienen un impacto positivo para su nivel de vida y el de su familia.
La indudable cancelación de la Revocación de Mandato es la voz de una sociedad que en general, avala lo hecho hasta hoy por un gobernador que sigue haciendo política de territorio y no de escritorio por todos los rincones del Estado. Así de sencilla la interpretación de los escasísimos votos en contra.






