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POLÍTICUCHOS, NADIE LOS QUIERE

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Ilustración especial

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Erecciones mentales…

EDUARDO EL CAPI GARCÍA GARCÍA

Rata inmunda
Animal rastrero
Escoria de la vida
Adefesio mal hecho

Infrahumano
Espectro del infierno
Maldita sabandija
Cuanto daño me has hecho

Alimaña
Culebra ponzoñosa
Desecho de la vida
Te odio y te desprecio

Rata de dos patas
Te estoy hablando a ti
Porque un bicho rastrero
Aun siendo el más maldito
Comparado contigo
Se queda muy chiquito

Maldita sanguijuela
Maldita cucaracha
Que infectas donde picas
Que hieres y que matas…

                                       Paquita la del Barrio

A estas alturas del partido, a nadie le sorprende la aversión que gran parte de la población siente hacia los políticos y políticas, lo que se manifiesta de manera vehemente por todos lados. Con ser en sí mala la cosa, lo peor es que éstos no reaccionan ni hacen limpieza en sus filas. Más bien les vale madre y se les ve una tendencia a atrincherarse y a empeorar.

Y es que nuestros políticos y funcionarios públicos gozan de muy, pero muy mala fama desde hace mucho tiempo. Tan mala que lo que cabe preguntarse es por qué quieren serlo. No tienen las simpatías ni la admiración de nadie –quitando a los militantes ciegos y fanáticos de cada partido; se les culpa de todos los males; reciben insultos constantes de sus rivales y también de la ciudadanía; se les acusa de ladrones, desquiciados y corruptos con demasiada frecuencia; se les percibe como individuos vagos, incompetentes, cínicos, criminales o malvados, cuando no como simples idiotas; se les reprocha procurar su propio beneficio o el de sus partidos y casi nunca el de sus representados o gobernados; y prácticamente siempre se les considera títeres o cómplices del poder económico y los poderes fácticos.

Trae tanto desprestigio y tantos sinsabores ser hoy político mexicano que uno no entiende cómo es que hay tantos aspirantes a formar parte de esta partida de inútiles e inconscientes. A mi modo de ver hay cinco grupos

1. Fulandrejos mediocres que nunca podrían hacer carrera –ni tener un sueldazo- si no fuera en un medio tan poco exigente como la política. Ejemplos abundan en todos los partidos y cargos gubernamentales, aunque los más notorios, por escandalosos, son los que últimamente ha protagonizado la 4T. Uno de ellos: Andy López Beltrán, que lejos de aprovechar el capital político que le dejó su padre, sus torpezas ya le tienen prácticamente fuera del panorama político. Aunque por el momento aún es intocable, incluso por la presidenta Sheinbaum, ya es despreciado por muchos de sus correligionarios.

2. Los individuos que ven a la política como un modo de enriquecerse (ya lo decía el profesor Carlos Hank González: “un político pobre es un pobre político”), de esos que viajan en primera clase luciendo joyas y ropa de alta gama para discutir medidas de austeridad para los ciudadanos, cualquier diputadete, desgobernadora o senadorsucho recibiendo descaradamente sueldazos, regalos, contratos y beneficios inmerecidos para darse vida de nuevos ricos. Son tantos que ni vale la pena mencionarlos.

3. Aquellos sujetos que sólo ansían tener poder por el poder, es decir mandar y que la gente les pida favores; tener potestad para denegar o dar, de igual forma traficar influencias, así como salir en televisión y redes sociales; en suma, ser “alguien” (el nefasto Alito, que ha logrado borrar del mapa al olvidable PRI o el actual dirigente del PAN, Jorge Romero, acusado por sus opositores de ser parte de la mafia inmobiliaria en la CdMx; qué decir del mitómano López Obrador, que no solo dejó al país en la jodidez total, sino malvadamente exasperado y dividido.

4. Los fanáticos de sus ideas o metas que sólo aspiran a imponerlas, tengan o no la razón (la presidenta Sheinbaum, claro).

5. Y aunque no lo creamos, sí existen personajes con verdadera vocación política, con espíritu de servicio, buena fe y ganas de ser útiles a la sociedad, así como de mejorarle las condiciones de vida, de libertad y de justicia. ¡Ay wey!

Por supuesto, no hace falta decir que, de estos cinco grupos, el único que merece respeto, vale la pena y resulta beneficioso y necesario para el país es el último, que quizá por eso sea el menos nutrido. Lo raro es que los votantes no parecen saber siempre distinguir a los pertenecientes a cada grupo. O quizá ni les importe. Aunque luego se quejen. Eso nos ha costado -y seguirá costando- muy, pero muy caro. En un futuro, padeceremos como nunca las actuaciones del “renovado” Poder Judicial del Acordeón, plagado de incompetentes, inexpertos, mañosos y hasta corruptos, pero eso sí, totalmente sometidos al Poder Ejecutivo.

Acaso no sea fácil, dado que los de los cuatro primeros fingen y engañan, copian y adoptan las maneras y los discursos de los del quinto, se presentan invariablemente como personas desinteresadas y abnegadas. Si en cada legislatura cambiaran las caras, podría entenderse que les diéramos siempre un voto de confianza y nos colaran gato por liebre. Pero esta ingenuidad no es admisible con los políticos veteranos, que se la pasan brincando, por más nefastos que sean, de un escaño a otro de la manera más cínica.

Y es que nadie es capaz de fingir bien por mucho tiempo. Fingir es difícil y cansa, y el zafio, el oportunista, el pendejo, el bruto, el aprovechado, el ladino, el ladrón, el engreído, el fanático, el mafioso, el déspota, todos acaban por parecer lo que son, y sin tardanza: impresentables.

¿Cómo es que no lo vemos año tras año, legislatura tras legislatura, sexenio tras sexenio? ¿Cómo es que no sabemos distinguir a los del quinto grupo –que insisto, sí los hay- ni eliminar poco a poco a los de los cuatro? Tal vez por eso no podríamos descalificarlos a todos, como sucedía en la vieja época del PRI; sino a ir señalando, con nombres y apellidos si hace falta, a la enorme cantidad de mediocres, codiciosos, buenos para nada, corruptos, fanáticos y engreídos que se han hecho con tanto poder y que le han hecho, y le siguen haciendo, tanto mal a nuestro querido México. ¡Culeis!   

Aunque las pachangas y las borracheras andan muy escasas, algunos continuamos celebrando que México ya no es un país de “pobres y miserables”. 

Adieu.

PERLAS DE LA SEMANA:

OTRA DE TRUMP

Durante una conferencia de prensa desde la Oficina Oval, el presidente de Estados Unidos, el siempre locuaz Trump, afirmó lo siguiente:

    “México y Canadá hacen lo que les decimos que hagan, porque tenemos dos fronteras: la norte y la sur, y ambas eran horribles”.

    Por supuesto, la presidenta Sheinbaum reaccionó de inmediato:

    “Este es un mensaje de México para el mundo. En México, el pueblo manda”, declaró la mandataria. No pos sí.

TERMINA LA ERA DEL NEPOTISMO E INICIA LA ERA DEL ACORDEÓN

Luego de que se realizó la última sesión extraordinaria convocada por la ministra Norma Piña con la entonces conformación de la Suprema Corte de Justicia, la presidenta Sheinbaum, de manera despectiva, dijo al respecto:

    “Hoy termina la era de nepotismo en la Suprema Corte. Ahora inicia una nueva era a partir del primero de septiembre, y va a ser mejor, de eso no tengo la menor duda”, sentenció.

    Recordemos que los nuevos ministros, magistrados y jueces, son resultado de un proceso fraudulento y vergonzoso en el que sólo unos cuantos ciudadanos salieron a votar, asistidos, claro, por los famosos, ilegales e “inexistentes” acordeones. Estamos por entrar en la era de la Tremenda Corte del Acordeón.

ESCÁNDALOS DE LA SEMANA:

QUEN POMPO

La aun esposa del ex presidente Andrés Manuel López Obrador, Beatriz Gutiérrez Müller, negó las versiones periodísticas de que busque irse a vivir a España. A través de una errática y amenazante carta difundida en su cuenta X, donde se firma como Mueller, la académica acusó al diario español ABC, que reportó el rumor de su presunta y próxima mudanza al exclusivo barrio La Moraleja en Madrid, de difundir calumnias.

    “El ABC de allá, que es el equivalente al Reforma, a El Universal, etcétera, etcétera, etcétera –calumniadores profesionales de la derecha más rancia y corrupta– están fanatizados por completo (…) Desde luego no me he ido a vivir allá ni a ningún otro lado», expresó.

    Asimismo, alegó que la prensa –según ella– pretende vengarse de López Obrador por sus logros.

    “Ese lindo señor, originario de Tepetitán, Macuspana, Tabasco, logró al menos dos hechos históricos: reducir notablemente la pobreza y la desigualdad en nuestro país. Afortunadamente, el hampa del periodismo y sus jefes, los de la mafia del poder, cada día enseñan más el cobre; aquí, en España y acullá”, manifestó la también escritora.

    Gutiérrez Müller también desmintió que su hijo, Jesús Ernesto, se haya ido a España para estudiar en la Universidad Complutense de Madrid. Suponemos que preferirá ir a una de las Universidades para el Bienestar, creadas por su padre.

    “Somos una familia muy unida a la cual han vilipendiado por los ideales de ese loco hermoso llamado AMLO. Estamos siempre en resistencia”, expresó.

    La historiadora también ha enfrentado escrutinio público desde que comenzaron las especulaciones sobre su solicitud para obtener la ciudadanía española, que no ha negado, y a la que tiene derecho pues al parecer es nieta de españoles, y así partir hacia al país ibérico.

    Además, Gutiérrez Müller enfrentó más críticas por haber sido una de las impulsoras de la campaña emprendida por el gobierno de AMLO para exigir disculpas a la Corona española por los “abusos” cometidos en la época de la Conquista en detrimento de las comunidades indígenas.

    El caso es que, si la señora tenía la intención de irse a vivir por acullá, por el momento ya se amoló. A menos, claro, que le valga gorro y rompa próximamente con AMLO y su “movimiento”.

EL TREN FAYA

La probable causa del reciente descarrilamiento del Tren Maya en Izamal, Yucatán, fue una anomalía que no debió suceder y cuyo director, el general Óscar Águila, lo calificó, mientras explicaba intranquilamente, como “un percance de vía y no un descarrilamiento”.

    Por su parte, la senadora morenista Andrea Chávez, protegida del aun coordinador Adán Augusto, en plena fase terminal política, criticó la “exageración” por el accidente donde no resultó ninguna persona lesionada.

    El punto es que este incidente no pudo ni debió ocurrir. Es inaceptable, pues este tren nos costó a los mexicanos 500 mil millones de pesos (tres veces más de lo proyectado y rodeado por de un halo de corrupción) y nos sigue costando, ya que aún no está terminado. ¡Una locura de dinero!

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