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VIOLENCIA POLÍTICA EN RAZÓN DE GÉNERO Y USO DE NIÑOS PARA “REVOCACIÓN”, EMPLEAN OPOSITORES DE LORENA GARCÍA

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*  Para ciertos criterios obtusos que todavía no alcanzan a ver las dimensiones de las nuevas leyes que están contribuyendo a que las mujeres tengan derecho a una vida libre de violencia –incluida la violencia política–, parece motivo de gracia incitar a que la población arroje huevos a una funcionaria en la Noche del Grito de Independencia del pasado 15 de Septiembre; además, están usando a niños para firmar en una “revocación” de mandato no contemplada a nivel municipal, lo que constituye un grave delito de sus promotores

Por Antonio Ortigoza Vázquez / @ortigoza2010

Especial de Expediente Ultra

Objetivo principal de una estrategia de redes sociales donde se está cayendo en el exceso de ejercer violencia política en razón de género, no dudando incluso en emplear a niños para promover una insustancial revocación de mandato no contemplada a nivel municipal por las leyes locales, los promotores de la escalada de agresiones contra la alcaldesa de Tulancingo, Lorena García Cázares, han llegado a los extremos de enjuiciar a un funcionario de su administración, lesionado por sicarios, vesania pocas veces vista en el país.

Enfrentada con una oposición que sigue añorando el gobierno priísta, perdedor en las urnas de una de las presidencias municipales más importantes del Estado, por el generalizado rechazo popular en las urnas, la morenista Lorena García es sometida a las críticas más propias de paparazzis que de comunicadores pues ahora resulta que para quienes mueven a trasmano los hilos de los ataques en su contra, es un grave pecado o falta inaceptable, que la edil se tome una cerveza.

Por supuesto que en las redes sociales, no todos los habitantes han caído en el juego de los promotores de tan baja guerra sucia. Muchos han señalado que nada tiene de delito, falta u omisión a la labor pública el tomarse una cerveza.

De acuerdo a esta visión machista y misógina, toda mujer que aparece en las redes bebiendo una cerveza debe ser satanizada, lo que resulta sencillamente una visión retrógrada y que cae, de manera irremisible en el terreno de la violencia de género, en un país donde ahora gobierna una mujer en la Presidencia de la República.

Para ciertos criterios obtusos que todavía no alcanzan a ver las dimensiones de las nuevas leyes que están contribuyendo a que las mujeres tengan derecho a una vida libre de violencia –incluida la violencia política–, parece motivo de gracia incitar a que la población arroje huevos a una funcionaria en la Noche del Grito de Independencia del pasado 15 de Septiembre. Situación que para su desgracia, no tuvo eco en la población.

Promover una agresión de esta naturaleza implica un delito por lo que los detractores de Lorena García, lejos de hacerle un daño político le están allegando los argumentos legales para llevar el tema a los tribunales. Y no debemos pasar por alto que en algunos ayuntamientos el Instituto Estatal Electoral y el Tribunal en la materia, ya han impuesto sanciones a aquellos que se han atrevido a ejercer violencia contra algunas regidoras.

Los recurrentes ataques donde aparece el llamado Consejo Ciudadano de Observación Municipal, han integrado a su plan de desestabilización contra el ayuntamiento de Tulancingo, una recolección de firmas solicitando se revoque el mandato a García Cázares. El tema cae también en el terreno de la incongruencia legal pues si bien tal figura está contemplada para aplicarse en el caso del gobernador del Estado –siempre y cuando se recaben las firmas necesarias para tal efecto–, la misma no opera en el caso de las presidencias municipales.

Los organizadores de este montaje tendrán además mucho que explicar al igual que quienes vienen ejerciendo violencia de género a la alcaldesa, pues hay imágenes donde se muestra a niños, sí, a niños, firmando para dichosa revocación, lo que configura un delito porque los derechos de los menores a no ser empleados en fines tan ruines, son sagrados. Amén de que en la Constitución se establece sin ambages, que la ciudadana para votar en tal sentido se puede ejercer hasta la mayoría de edad. Emplear a menores de edad es esta guerra sucia, habla de una bajeza y una manipulación sin límites.

La sociedad de Tulancingo y del Estado merece que los responsables den la cara y emitan una explicación sobre su oportunismo político. Estos promotores ya han convocado a una Marcha del Silencio para el próximo 12 de octubre, pero antes de seguir adelante con su parafernalia, sean de la filiación política que sea, tienen la obligación de explicar por qué han echado mano de niños para sus objetivos personales. La ciudadanía debe enterarse realmente qué hay detrás de todo este andamiaje político.

Otro de los asuntos donde los excesos son de otra naturaleza, es el atentado que sufriera el pasado 23 de septiembre el Director de Prevención del Delito de Tulancingo, un joven de 25 años que responde al nombre de Dereck Atrellou Olvera Juárez, herido por dos sicarios cuando se desplazaba en su automóvil por las calles de la Colonia Rincones de la Hacienda.

Aunque el cargo no era de naturaleza operativa, una de sus funciones era ejecutar, dar seguimiento y evaluar las acciones contenidas en el Plan Rector para la prevención del delito en el Estado de Hidalgo. Con dos impactos de bala en el abdomen, Olvera Juárez, paradójico, escapó de sus agresores, pero no del linchamiento mediático, pues lejos de que en diversas redes se exigiera justicia y castigo a los responsables, aunque parezca increíble, se inició una exhibición pública del herido atacándolo por ser hijo de otros dos funcionarios del gobierno municipal.

Si el tema es de nepotismo, si la alcaldesa tiene como toda administración alguna fallas u omisiones, hay instancias establecidas en la Ley Municipal para analizarlas y corregirlas, pero nada se avanza en los asuntos públicos a favor de la ciudadanía, cometiendo excesos que están a la vista de todos. La violencia política en razón de género, el uso de niños en ataques políticos y la deshumanización para hablar de un herido, son algunos de ellos.

Los habitantes de Tulancingo, se merecen un diálogo de altura y una crítica que realmente los oriente en los asuntos públicos, no una andanada de agresiones donde una mujer es echada a la hoguera solo por tomar una cerveza. NI Torquemada se hubiera atrevido a tanto…

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