Tiempo de lectura aprox: 3 minutos, 42 segundos
* Parece que la Estafa Siniestra se quedará corta en comparación con la Herencia Maldita que han dejado muchos ex ediles y cuyas malversaciones han comenzado a aparecer en municipios como San Felipe Orizatlán; pero además, hay otros presidentes municipales que protestaron el cargo con un amparo en el bolsillo, como es el caso de Fernando Baltazar, en Mineral del Chico, cuya permanencia se balancea en la cuerda floja por delitos contra la libertad de expresión
Por Antonio Ortigoza Vázquez / @ortigoza2010
Especial de Expediente Ultra
Cuando la sociedad hidalguense estaba por digerir el asombro causado por la revelación de la Estafa Siniestra, ahora deberá prepararse a quedar estupefacta con los capítulos de corrupción de lo que bien podría calificarse como la Herencia Maldita, dejada atrás por infinidad de alcaldes que entregaron sus cargos el pasado 5 de septiembre.
Las salientes administraciones municipales y dejaron una estela de corrupción siniestra, que comenzará a surgir al analizarse miles de obras mal hechas, inconclusas o inexistentes. A los pillos ediles pasaron por alto que esas obras las tiene que recibir la ciudadanía y debe participar un comité ciudadano, la contraloría municipal y la del Estado, pero estos desvergonzados tomaron sus maletas y dejaron su herencia maldita a la nueva administración, con alternancia en al menos 80 de municipios, dándoles los elementos suficientes para que les inicie procedimientos de responsabilidades y denuncias.
Como lo señalamos en pasadas entregas, existen expedientes de los funcionarios involucrados en cada municipio, que en el corto plazo se verán en problemas legales desde el presidente municipal, pasando por el tesorero, contralor, los responsables de obras y en general, muchos de los cabildos que se hicieron de la vista gorda aprobando obras inexistentes o de pésima calidad.
Hay hilos conductores que ya asoman por la clara incompetencia de ex alcaldes en municipios como Atotonilco el Grande, Mineral del Chico, Tlanchinol y San Felipe Orizatlán; en cada uno de ellos, se calcula a vuelo de pájaro, que heredan más de 30 obras inconclusas solo de 2023, y muchas más de otros años.
En toda esta cadena de topillos llama la atención que algunos protagonistas de estos cochupos, sigan vigentes y saltando de municipio en municipio sin que nadie, hasta el momento, los llame a cuentas. Tal es el caso de Gustavo Hernández Godoy el ex Contralor del municipio priista de San Felipe Orizatlán, durante el mandato de Erika Saab.
Sucede que el contador olvidó en su gestión revisar las más de 300 obras de muchos años que quedaron mal hechas y que ahora voló de ese pueblo, pues el antes priista, ya anda de tesorero en Zapotlán de Juárez, Hidalgo municipio morenista.
Le comentó que al llegar al cargo, Hernández Godoy, enfiló sus baterías contra el ex alcalde Raúl Valdivia Castillo, a quien señaló como responsable por presuntos desvíos de 29 millones de pesos en 23 procedimientos, durante los ejercicios presupuestales 2017 y 2018; entre sus observaciones destacó la construcción de una alberca olímpica a mitad de una cancha de basquetbol.
El supuesto “férreo” contralor amenazó con llevar a las últimas consecuencias y denuncias correspondientes al ex alcalde, pues dijo en su momento que había un total de 386 obras sin actas de entrega recepción.
Pero…
El tiempo transcurrió y Gustavo Hernández Godoy terminó dejando el cargo con una tesorería en San Felipe Orizatlán, hecho un desastre, llenas de deudas y con peores y más irregulares que las denunciadas por el corruptos funcionario. Hasta la fecha se comenta que su supuesta batida contra Valdivia Castillo quedó en meros amagos porque el ex alcalde se arregló debajo de la mesa con el contralor municipal.
Ahora llega a dicho ayuntamiento del petista, Carlos César Pérez Escamilla, Hernández Godoy aparece en el ojo del huracán de la herencia maldita pues junto con su nuevo Cabildo están comprobando el cochinero abonado en la gestión de Erika Saab Lara, quien le dio todo su apoyo y confianza a su pillo contralor.
Pero no conforme con toda la serie de corruptelas dejadas a su paso, Gustavo Hernández promovió una sanción administrativa contra Pérez Escamilla, que incluso puso en riesgo su toma de protesta del pasado cinco de septiembre. Pero como siempre que se escupe al cielo, el autor termina manchado, lo mismo le va a ocurrir a Hernández Godoy porque el Cabildo en pleno ya solicitó a su área jurídica inicie los procedimientos legales para fincarle responsabilidades, paquete de denuncias de las que tampoco podrá librarse la ex alcaldesa.
Lo bueno es que el brazo de la ley no tendrá que ir muy lejos para echarle el guante a este siniestro personaje que será uno de los principales actores de la herencia maldita, porque sucede que la nueva alcaldesa morenista de Zapotlán, Cynthia Arellano, acaba de darlo a conocer a los medios como su nuevo y flamante tesorero. Aunque usted…¡no lo crea¡
No sabemos con certeza si alguien sorprendió la buena fe o la ignorancia sobre los antecedentes de este pillo, a la edil, porque seguramente la recomendación no incluyó información valiosa de su paso por otros municipios como Jaltocán, Lolotla, Molango y últimamente San Felipe Orizatlán. Tampoco le dijeron a Arellano que Godoy fue incondicional del ex Contralor del Estado, César Mora Velázquez, así como protegido de dos ex diputados locales de esas regiones.
A su paso, ha dejado una lista de malas cartas de recomendación y ahora seguramente tendrá que responder por las más de 300 obras que quedaron inconclusas, mal hechas o de plano ni siquiera se realizaron durante el mandato de Erika Saab.
Pero en la lista por venir de la herencia maldita habrá seguramente otros nombres de ex funcionarios en varios municipios, pero también otros que acaban de protestar el cargo como el alcalde de Mineral del Chico, Fernando Baltazar Monsalvo quien junto con su grupo político acaban de revisar un duro revés por parte del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación /FEPJF), en la CDMX, al invalidar la diputación plurinominal por el PRD a su socio y protector, Héctor Chávez, cuyo sitio en el Congreso Local debió ser cedido a una persona con discapacidad.
Con un amparo en el bolsillo, Baltazar tomó posesión pero se encuentra en la cuerda floja al estar vinculado a proceso al ser señalado como autor intelectual en los delitos contra la libertad de expresión, amenazas, lesiones y robo contra el periodista Jorge Luis Pérez Cortés. Es cuestión de tiempo para que en base a la ley, el alcalde y su antecesor Alfredo Hernández Morales –con quien desde hace varios trienios se viene heredando el cargo–, sean de los tantos por caer en esta historia que está por escribirse de la herencia maldita en los municipios hidalguenses.