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El caso Odebrecht, excusa para enfilar ataques políticos con miras al 2018

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*  La inventada colusión de la titular de la CDI, Nuvia Mayorga, con el soborno de 10 millones de dólares al ex director de Pemex, Emilio Lozoya, por parte de la firma brasileña, parece tener como objetivo minar las aspiraciones del titular de Gobernación, Osorio Chong, como candidato presidencial

 

Por Antonio Ortigoza Aranda

Especial de Expediente Ultra

 En la antesala de definiciones electorales, el caso de la presunta participación del ex director de Pemex, Emilio Lozoya, en el soborno de la firma brasileña  Odebrecht por 10 millones de dólares, es utilizado para atacar  a personalidades de la política que, sin duda, representan obstáculos a algunos personajes ocultos en los meandros del poder que desde las sombras buscan  descalificar a la actual titular de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), Nuvia Mayorga Delgado, y de paso al Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.

Hace unos días en una columna publicada en el espacio de Serpientes y Escaleras de Salvador García Soto del diario El Universal, el columnista dejó entrever que parte del supuesto soborno para entregar obra pública de Pemex a la firma carioca, fue utilizada en la campaña presidencial del 2012 de Enrique Peña Nieto, vía Nuvia Mayorga.

Textual, el periodista señaló en su colaboración:

“El propio Lozoya, en comentarios hechos a cercanos suyos, afirma que él no recibió dinero de Odebrecht pero apuntaba a que esos recursos llegaron a través de una “operadora financiera de un gobernador” y mencionaba en concreto el nombre de Nuvia Mayorga, ex secretaria de Finanzas de Hidalgo y actual titular de la Comisión Nacional de Pueblos Indígenas. Ayer Nuvia hizo contacto para negar rotundamente las afirmaciones del ex director de Pemex. “Yo nunca manejé ni recibí ningún dinero en la campaña. Mi cargo en el CEN prisita fue presidir la Comisión de Presupuesto y Fiscalización, nunca fui secretaria de Finanzas ni manejé recursos. No tengo nada que ver en este asunto (de Odebrecht) y hay quien utiliza cobardemente mi nombre para defenderse o eludir responsabilidades”, dijo la ex diputada federal del PRI”

Las aseveraciones de la directora de la CDI fueron corroboradas por el propio Lozoya en carta aclaratoria publicada en el citado medio donde estableció, apelando a su derecho de réplica,  en contestación al columnista: “Miente usted al decir que yo he hecho referencia a la señora Nuvia Mayorga Delgado como receptora de supuestos recursos ilegales. Primero que nada, la señora Nuvia Mayorga Delgado merece mi mayor respeto como profesional. Asimismo le asevero que jamás le entregué recursos de mi parte. Usted difama sin fundamento con sus supuestas fuentes, que más bien me parecen diatribas de ínfima calidad. Del mismo modo, me ha atribuido comentarios anónimos sobre ocultación de información. De nueva cuenta le digo, sus dichos son cobardes si no menciona a su supuesta fuente”.

Sin  mayor análisis de contenido, es fácil deducir que los supuestos comentarios “hechos a cercanos suyos” por Lozoya, que son el fundamento del argumento esgrimido por García Soto para inmiscuir a Nuvia Mayorga en el supuesto cochupo, merecen una amplia explicación pública para conocer la personalidad del o los interesados en dañar una imagen pública con fines nada informativos  pero  muy aviesos.

Si apelamos al sabio refrán de que “el que calla otorga” aquí  aparece un claro contrasentido que echa abajo lo expuesto en la opinión del columnista; Nuvia Mayorga de inmediato descalificó tales aseveraciones y el propio Lozoya las confirmó. Es decir, la indignación de la funcionaria no sólo fue inmediata sino justificada, confirmando el apotegma de que “el que nada debe nada teme”.

Aquí,  el asunto de fondo es saber quién utilizó al columnista para filtrar informaciones con el claro objetivo de dañar la imagen de la titular de la CDI que por méritos propios como una mujer capaz, profesional y eficiente en su desempeño público se ha ganado el derecho de aspirar a nuevas etapas en su vida política.

Pero el asunto puede ir más allá y tratar de endosar el golpe  bajo en la persona del “gobernador” que al decir de la fuente de García Soto, tenía en Mayorga Delgado a su “operadora financiera”. Sin recurrir a cábalas o nigromancias, parece que el destinario del ya cantado “fuego amigo” es el precandidato a la Presidencia y actual Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, de quien la actual titular de la CDI fue su Secretaria de Finanzas.

En el impasse de la sucesión donde todo apunta a que el Presidente aún no define el nombre del candidato de su partido, está el trasfondo del vergonzoso entuerto.

Por eso es imperativo saber quién es la fuente del columnista porque de ahí  se desprende el hilo conductor de los infundados señalamientos contra la funcionaria. Bien haría García Soto en aclarar a la opinión pública el nombre del o los personajes que están tan interesados en mezclar la gimnasia con la magnesia.