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* Los magistrados de la Sala Regional Toluca exhiben la incapacidad de la Presidenta Consejera, Guillermina Vázquez, y del resto de los consejeros, para interpretar en justicia y de manera imparcial las leyes electorales al atentar contra los derechos políticos de candidatos de cuatro partidos; una enfermiza burocracia obstruye la labor de los medios y el otorgamiento de espacios de difusión y orientación a la sociedad
Por Antonio Ortigoza Vázquez
Especial de Expediente Ultra
La resolución con “carácter de urgente” de la Sala Regional Toluca del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, emitida con el fin de proteger en sus derechos políticos a candidatos de cuatro partidos en contra de los estropicios jurídicos ocasionados por las rigoristas y confusas decisiones de la Presidente Consejera del Instituto Estatal Electoral de Hidalgo (IEEH), Guillermina Vázquez Benítez, y avaladas por los seis consejeros y el Secretario Ejecutivo del organismo, que pretendieron dejarlos fuera del proceso electoral del próximo cinco de junio, pone en tela de juicio no únicamente la imparcialidad con que esta institución debía conducirse, sino además empaña el proceso democrático y plural que debe prevalecer en las elecciones estatales donde se dejaría a los ciudadanos sin la oportunidad de tener diversas opciones a elegir.
El fallo del tribunal entreabre la puerta a todo tipo de especulaciones y dudas en el sentido de que la autoridad electoral del estado actúo de manera tendenciosa en contra de los partidos Acción Nacional, MORENA, de la Revolución Democrática y Partido del Trabajo. Y presuntamente a favor del PRI, cuando lo que menos necesitan los candidatos de este partido, de probadas capacidades, es que haya “acomedidos” que mermen la competencia electoral.
Los integrantes de la Sala de Toluca del Tribunal Electoral consideraron fundados los agravios relativos a la negativa de registro de planillas, dado que el IEEH omitió efectuar las prevenciones correspondientes, a efecto de que se pudieran subsanar las irregularidades detectadas al momento de la revisión de los requisitos establecidos para la aprobación de los registros de las candidaturas.
Aunado a lo anterior, se consideró que aún en el caso de incumplimiento o desahogo deficiente de los requerimientos, la medida adoptada por el Instituto de negar, en algunos casos, la totalidad de la planilla en la que se detectaron irregularidades, fue desproporcionada.
Lo grave del asunto es que parece que las licenciaturas en Informática y en Comercio Internacional que ostenta la actual Consejera Presidenta, Guillermina Vázquez (primera mujer al frente del IEEH), no son especialidades idóneas que le permitan interpretar a cabalidad y en justicia lo establecido en las leyes electorales, deficiencia que parece ser extensiva al resto de los consejeros que dieron el visto bueno para tomar la más mínima irregularidad o deficiencia en el cumplimiento de los requisitos para “crucificar” las aspiraciones legítimas de los candidatos de la oposición, negándoles sus derechos constitucionales de audiencia, atentando de paso contra sus derechos humanos y sus derechos políticos.
El fallo de los integrantes de la Sala Regional del Tribunal Electoral es demoledor pues ordena revocar los acuerdos emitidos por el referido Instituto Electoral y le exige cumplir con las acciones precisadas en la sentencia relativas al cumplimiento de los requerimientos que debe efectuar la autoridad administrativa a fin de que el partido político que haya sido lesionado en sus derechos esté en posibilidad de solventar las irregularidades correspondientes.
Los magistrados instruyeron al Instituto Estatal Electoral de Hidalgo “no imprimir las boletas de la elección de munícipes, hasta que el procedimiento ordenado en la ejecutoria de mérito se haya completado”. Valdrá preguntarse si el tremendo dislate de la Presidenta Consejera y sus corifeos terminará por elevar el costo de la elección que a final de cuentas se paga con el dinero de todos los contribuyentes.
Pero no sólo son los aspirantes de los partidos los que han padecido esta rocambolesca falta de oficio de los consejeros del IEEH, también los medios de comunicación se han enfrentado a una enfermiza tramitología y engorrosa burocracia tanto para la asignación de espacios publicitarios que permitan informar y orientar a la sociedad sobre el cercano proceso electoral, como para la obtención de las respectivas acreditaciones a fin de desempeñar su labor informativa el día de las elecciones.
Al titular de la Unidad Técnica de Comunicación Social, Fortino Mohedano Chávez, primero se le ocurrió la “sesuda” idea de acreditar sólo a tres reporteros de los medios para cubrir la jornada electoral para luego, ante las naturales protestas, proponer dos tipos de acreditaciones. La “a” para trabajar sólo al interior del IEEH y la “b” para atender la información en los consejos distritales y municipales. O sea, pan con lo mismo.
Ante toda esta serie de colosales errores y la falta de atención seria y profesional a los medios, los representantes de los partidos ya evalúan presentar ante el INE una seria queja solicitando una evaluación a detalle sobre las verdaderas capacidades de los miembros del Consejo del IEEH para desempeñar sus funciones porque hasta el momento el cargo le está quedando muy, pero muy grande. Aún no se emite el primer voto y su imparcialidad ya está en duda.
