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* Con miras a la cercana selección de candidatos a cargos de elección popular en el 2024, las dirigencias local y nacional del PRI, deben analizar los perfiles de sus miembros que ha buscado la unidad de su partido, demostrando congruencia y lealtad ideológica, pero también resultados tangibles en sus encargos públicos, como es el caso del alcalde de Tulancingo, Jorge Márquez, que ha manejado acertadamente su gobierno municipal con un alto sentido social a favor de los que menos tiene
Por Antonio Ortigoza Vázquez / @ortigoza2010
Especial de Expediente Ultra
Las manecillas del reloj acortan el tiempo para que los partidos políticos inicien la designación de sus candidatos a diversos cargos de elección popular, con miras a los comicios presidenciales del 2024 donde habrán de elegirse diputados y senadores al Congreso de la Unión, y cuya futura composición será vital para la división de poderes sea una realidad y no termine siendo avasallada como una sola fuerza política.
Ante la cercana coyuntura, la fórmula para que partidos como el PRI pueda recomponer algo del descalabro sufrido con la pérdida de la gubernatura en Hidalgo y la reciente fractura del llamado Grupo Político Independiente (GPI), impulsada por el ex gobernador Omar Fayad, no puede ser otra que elegir a cuadros que además de congruencia y lealtad partidistas, sean de probada capacidad y, sobre todo, gocen de una buena aceptación de la ciudadanía en base a los resultados que han dado en la función pública.
Las dirigencias nacional y local del PRI, deben entender que en Hidalgo, como en el resto del país, las cosas no están como para cumplir caprichos o las viejas cuotas de poder de grupos que demostraron en los últimos años incapacidad al perder importantes bastiones.
Aunque se pueden contar con los dedos de las manos, en el Estado aún quedan personalidades y cuadros cuyos antecedentes partidistas, capacidades ideológicas, profesionales y administrativas, son garantía para dar una verdadera pelea de tú a tú al ahora partido mayoritario.
Una de estas figuras es de manera indiscutible la del alcalde de Tulancingo, Jorge Márquez Alvarado, quien desde muy joven hizo “talacha” en su partido al que conoce por dentro y en el que ha participado en cargos como Secretario de Organización y Ejecución del Movimiento de la Juventud Revolucionaria del PRI, en 1982.
Márquez Alvarado ha sido además Secretario de Divulgación Ideológica del PRI estatal de 1989 a 1993. Ha sido diputado federal en la LXIII Legislatura, además de ser talleristas y conferencista y Presidente de diversos consorcios empresariales y dirigente de la CANACINTRA (1992-1993).
Fue por primera vez alcalde de Tulancingo de 2009 a 2012; y en 2020 volvió a ganar holgadamente, en un escenario de competencia inédito para su partido, lo que demostró que pese al avance de Morena en Hidalgo, la ciudadanía no siempre vota por el partido sino por el perfil del candidato.
En este espacio hemos mencionado que Jorge Márquez es de los pocos ediles en el país que se ha mantenido dentro del ranking de los alcaldes mejor evaluados por la ciudadanía. Y esto habla de capacidad para administrar y gobernar uno de los municipios más importantes de Hidalgo.
Con toda seguridad que su nombre va a figurar en la lista de prospectos para ir a defender las causas del tricolor en el terreno parlamentario federal, pues la contundencia de sus resultados lo ha ido colocando como uno de los líderes morales del priísmo hidalguense.
Márquez Alvarado ha sido congruente con sus convicciones y ha pugnado por mantener la unidad como medio para evitar más fracturas como la inferida al tricolor por la gente del Grupo Plural Independiente, ahora sumado como aliado del Partido Verde.
La serie de apoyos sociales que el presidente municipal de Tulancingo ha puesto en marcha en su ayuntamiento, por citar un caso, las más de 200 operaciones de cataratas que se han practicado exitosamente a personales de escasos recursos y cuyas edades van de los 16 a los 86 años, es uno de los tantos botones de muestra de lo que es político eficiente y sensible. Características que desgraciadamente muchos de sus ex compañeros de partido, olvidaron cuando estuvieron encumbrados en el poder.
En Hidalgo, el PRI puede levantarse de la lona, todo depende de que sus candidatos reúnan las características del modelo a seguir para atraer el voto ciudadano, como es el caso de Jorge Márquez.
