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Redacción México Social / Daniela Flores
En 2022, nueve las diez ciudades más violentas del mundo fueron mexicanas: Colima, Zamora, Ciudad Obregón, Zacatecas, Tijuana, Celaya, Uruapan, Juárez y Acapulco.
En este año, México registró 30,968 homicidios, pese a la disminución frente a años pasados (en 2021 se registraron 33,308 homicidios y en 2020 se registraron 32, 554), la cifra continúa siendo alarmante.
La violencia en el país ha acaparado todas las esferas y ámbitos de nuestra vida pública y privada, el 13 de marzo de este año se reportó la muerte de una adolescente de 14 años en el Estado de México: la causa de la muerte fue traumatismo craneoencefálico causado por los golpes que recibió por parte de una compañera en la secundaria. La violencia que llevó a Norma Lizbeth a la muerte tenía un preludio: la discriminación. Sus compañeros de clase la llamaban: naca, india y prieta.
La discriminación en México es un problema doloroso y de grandes dimensiones, de acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía, Estadística e Informática (INEGI), del total de población de 18 años y más, 23.7 % comunicó haber sido discriminada en el último año por alguna característica o condición personal: tono de piel, forma de hablar, peso o estatura, forma de vestir o arreglo personal, clase social, lugar de residencia, creencias religiosas, sexo, edad, orientación sexual, ser una persona indígena o afrodescendiente, tener alguna discapacidad, tener alguna enfermedad, opiniones políticas, estado civil o situación de pareja o familiar, entre otros.
Los grupos más discriminados son: las trabajadoras del hogar con 34.6%, los afrodescendientes con 35.6% y las personas que representan la diversidad sexual y de género con 37.3%.
En cuanto a la división por sexo, 24.5 % de la población de mujeres y 22.8 % de la población de hombres, de 18 años y más, reportaron haber sido víctimas de discriminación en el último año. De 2017 a 2022, hubo un incremento de la población discriminada de 2.5%.
Se puede observar que las mujeres son mayormente discriminadas que los hombres, con un diferencial de 1.7%.
Las mujeres afrodescendientes y mujeres que representan la diversidad sexual y de género son las que mayormente manifiestan haber sido víctimas de discriminación, con 37.2% y 44.6%, respectivamente.
Las entidades federativas con mayor porcentaje de población de 18 años y más que comunicó haber sido víctima de discriminación en el último fueron: Yucatán (32.1 %), Puebla (30.6 %), Querétaro (30.5 %), Ciudad de México (29.6 %) y Jalisco (27.1 %). En contraste, las entidades federativas con menor porcentaje de población de 18 años y más que refirió haber sido víctima de discriminación en el último año fueron: Sinaloa (13.8 %), Sonora (17.5 %), Nayarit (17.9 %), Nuevo León (18.4 %) y Campeche (18.5 %). De las 31 entidades federativas que se estudiaron, en comparación con 2017, ninguna tiene una tendencia a la baja en actos discriminatorios, 14 entidades federativas tienen una tendencia al alza en actos discriminatorios y 18 permanecen constantes en actos discriminatorios.
Los principales motivos por los que las personas manifestaron ser discriminadas fueron: forma de vestir o arreglo personal (30.6%), peso o estatura (27.5%), opiniones políticas (24.6%) y manera de hablar (21.6%). De la población de mujeres de 18 años y más que declaró haber sido discriminada en el último año, 35.3 % lo atribuyó a ser mujer, mientras que 29.1 % de los hombres indicó haberlo sido por su forma de vestir o arreglo personal (tatuajes, ropa, forma de peinarse, perforaciones).
Tras conocer la magnitud del problema, es de suma importancia que como sociedad trabajemos de forma conjunta con las autoridades para la erradicación total de la discriminación y caminar hacía una sociedad más incluyente, justa y solidaria.
