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*Desde el inicio de la pandemia, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha llamado a los países de la región a trabajar para que no se desborden los servicios de oncología a causa de la pandemia, y reducir el riesgo de infección de los pacientes con cáncer y de los prestadores de salud.
Por la redacción de MEXICO_SOCIAL
Para ello, el organismo destaca que los países deben estar alerta sobre temas como la disponibilidad de los medicamentos oncológicos y otras tecnologías sanitarias, así como en la carga de trabajo de los laboratorios y los servicios de radiología. Estos factores son clave para medir la capacidad de los servicios de salud y los contextos de transmisión local.
Seguir dando una atención de calidad a los pacientes con otras enfermedades además del COVID-19 se ha convertido en un verdadero a lo largo de la pandemia. El cáncer es una de las principales causas de mortalidad en nuestro país, ya que se diagnostican alrededor de 190 mil nuevos casos y se registran 84 mil fallecimientos.
Los tipos de cáncer con mayor incidencia son el de mama, con 14.3% de los casos, de acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el de próstata, con 13.1%. Este contexto, la OPS ha hecho un llamado a los países de la región a seguir brindando el impacto servicios accesibles y equitativos a los pacientes con cáncer.
Sin embargo, la OPS ha dejado muy claro que no se deben postergar los tratamientos de manera indefinida, sino que, por el contrario, los pacientes tienen que recibir el tratamiento prescrito en el tiempo acordado por la priorización, “o antes si es posible”.
Asimismo, los sistemas de salud deben tener el cuidado necesario para prevenir la propagación de contagios de COVID-19 en los servicios de oncología, lo cual es crucial para proteger a los pacientes y para mantener sus metas terapéuticas de control de síntomas y complicaciones.
De acuerdo con el organismo, para mantener una atención de calidad a los pacientes con cáncer, los servicios de oncología deben tener en cuenta los siguientes componentes:
- Continuidad en la oferta estratégica de los servicios.
- Prevención y control de infecciones en pacientes oncológicos y profesionales de la salud.
- Reestructuración de los recursos humanos y técnicos.
- Manejo de los pacientes oncológicos con COVID-19.
- Revisión periódica de la reorganización de los servicios de oncología.
La OPS recomienda que los pacientes con cáncer disminuyan el número de consultas presenciales, sobre todo en áreas críticas del servicio donde se pueden presentar más pacientes con sospecha de diagnóstico de COVID-19.
Pide, por tanto, reducir la utilización presencial de los servicios de oncología para fortalecer
la capacidad de los sistemas de salud de la región durante la pandemia sin afectar el
cuidado de los pacientes:
“Esta reorganización se realiza con el fin de evitar los riesgos de infección en los pacientes con cáncer y en los profesionales de la salud, así como de permitir la utilización de los servicios de oncología para pacientes con COVID-19, en caso de ser necesario”, señala el documento Consideraciones para la reorganización de los servicios de oncología durante la pandemia de COVID-19.
Entre las recomendaciones para la reorganización de los servicios, también se pide realizar intervenciones únicamente en pacientes con cáncer en situaciones de emergencia oncológica.
“Si la capacidad de los servicios lo permite, para cada paciente con cáncer se realizará una priorización de los tratamientos según las intervenciones más seguras y eficaces, la velocidad de progresión del cáncer con definición del manejo curativo frente al paliativo, los efectos del retraso del tratamiento en los desenlaces clínicos y de calidad de vida, y la capacidad del personal de salud para administrar las intervenciones priorizadas”.
La OPS destaca que es fundamental que el equipo de salud mantenga comunicación permanente (vía telefónica, mensajes de texto o por correo electrónico) con todos los pacientes para mantenerlos informados sobre su caso y mantener al día su seguimiento.
