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Por Samuel Cantón Zetina / @SamuelCanton
Javier May tendrá que elegir por donde empieza a propósito de los grandes retos que enfrenta Tabasco.
Para jerarquizar proyectos, fue la reunión de Claudia Sheinbaum con los gobernadores salientes y electos.
Allí definió como prioridad obras de infraestructura en agua potable y carreteras.
Tal vez será la pauta que seguirá el nuevo sexenio: los mandatarios dividirán en seis partes -uno por año- las obras que estimen más urgentes y necesarias.
¿Con cuales debutará May?
No es fácil saberlo, porque hay pendientes que pueden ser considerados de interés nacional, pero que financieramente son atribuidos a los estados.
La propia inversión de la refinería Olmeca es vista en Hacienda como de asignación directa en beneficio de Tabasco.
Otro ejemplo puede ser la carretera (por construir) de Estación Chontalpa a Dos Bocas, que comunicará por tierra a los centros de producción agrícola con el puerto, con salida al mar.
Favorecerá al Sureste entero, aunque muy probablemente su costo sea colocado en las partidas de inversión del edén perdido.
En cambio, la atención integral de Villahermosa es una prioridad local, dado el terrible grado de deterioro en infraestructura, transporte, agua, energía eléctrica, seguridad, calidad de vida…
Y sin embargo, es imposible atender el 100% de sus carencias e insuficiencias al mismo tiempo.
May y su equipo no pueden fallar: cuentan -todos los tabasqueños- con la palabra de Sheinbaum de que continuará el rescate del Sureste, con prioridad al Tren Maya y el Tren Interoceánico.
Planes y necesidades abundan, pero lo importante es la decisión de la primera presidenta de no permitir que la región vuelva a caer en la marginación, y su voluntad de seguirle haciendo justicia.
Y DE MAÑANA…
SE INDIGNÓ el gobernador David Monreal porque una “madre buscadora” interrumpió a gritos el discurso en que presumía reducción de violencia en Zacatecas. Luego, mañosos, aluden en porcentajes las presuntas bajas de delitos…
