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Por Arturo Cruz Flores/@arturocruz_
Le saludo amable lector, mientras usted se tome un valioso tiempo de leer esta columna de difusión cultural, musical y de análisis de fenómenos sociales, espero que usted sea mucho más consciente a diferencia del tema que abordaré en esta entrega de esta semana.
Espero que usted cuide su salud, sea consciente y se tome unos momentos para mejorar su higiene mientras usted cuida a su familia al mismo tiempo.
Y es que han pasado a penas, tan solo tres semanas, en las que desde el día que se dieron indicaciones las autoridades federales, y se han visto registros y documentación periodística, de un montón de situaciones, en las que la sociedad mexicana ha mostrado niveles de conducta muy criticables.
Por lo regular no hago juicios, ni prejuicios en este espacio periodístico, pero si me gustaría hablar en esta ocasión sobre los niveles de conciencia que han mostrado en este país los últimos días, y semanas, y quizás se vea que incremente en el espacio tiempo cercano.
Y es que hemos visto una tormenta de información sobre diferentes aspectos que va dejando el virus del COVID 19 en su paso por nuestra nación, que, sin lugar a dudas, nos deja en un muy mal papel, nos deja como personas no civilizadas y dominadas por el odio y la total, pura e irracional ignorancia.
Lo que preocupa son los actos de agresiones, por ejemplo, que se han manifestado en la nación, en contra de médicos y enfermeras.
Hemos visto a través de videos que documentan estos actos reprobables, a hombres y mujeres que toman actitudes violentas, y agresivas capaces de matar o quemar vivos a los profesionales de la salud, en vez de agradecer las atenciones que ellos brindan.
Lamentable es que sigan existiendo chusmas enardecidas en este pleno siglo XXI, que van corriendo detrás del vampiro, bruja o frankeinstein, que quieren quemar vivos, y destruir a cualquier costa con todo y antorcha y hachas oxidadas.
Puede ser una lista multi factorial, la que poco a poco va sumergiendo más a la sociedad mexicana, en una muchedumbre enardecida.
Hay que ver esas notas, leer esas notas de prensa, entender esta situación, y comprender ¿por qué se han convertido en seres irracionales, agresivos y violentos y se comportan de esa manera?
Vemos cómo se filtra una sociedad pobre, grosera, inconsciente, e iracunda, que no es capaz de comportarse ante la altura de esta situación.
Vemos a un México rebelde, inconsciente, que no es capaz de mostrar un lado más humano, prudente, y empático, es lamentable esa situación sin duda, que parece que estamos en involución social, no le quiero echar yo toda la culpa a la histeria colectiva, por que no todo esculpa de, pero si me doy cuenta como hace falta una nación más responsable y consciente.
Vemos conductas irracionales, que incluso se convierten en tendencias virales en twitter por ejemplo, vemos que mucha gente opina, critica y comenta, y pensar que todo eso se puede remediar, pero en fin.
Por mi cuenta seguiremos analizando, y observando amable lector, las diferentes situaciones de los fenómenos sociales que se vayan manifestando en estas cuestiones culturales de nuestro país.
Por mientras nos acercamos a una entrega más del Escenario Escarlata, le deseo a usted pase una cuarentena lo más agradable que pueda, sin histeria colectiva, sin miedo, y no se ponga a crear antorchas con aceite de ballena, se lo encargo que no lo haga.
Hasta la próxima lectura de esta columna y agradezco a Expediente Ultra su espacio como siempre para este periodista
