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Por Samuel Cantón Zetina/@SamuelCanton
El baño de sangre en que transcurre el país cobró la vida de Carlos Garrido Gular, director del Tecnológico de La Venta e integrante de una respetable familia tabasqueña. La violencia no cede, aun cuando se difunde que terminó la complicidad del gobierno, y los eventos trágicos se apilan sin remedio junto a estadísticas y cadáveres.
Ahora le tocó a Garrido Gular, por motivos que la autoridad debe esclarecer. No hace mucho, recordó el periodista Javier Marín, dos menores de edad -un niño de 5 años y una joven de 16- fueron asesinados en Huimanguillo.
Otros menores, en Guerrero, de entre 8 y 15 años, fueron armados para enfrentar al narcotráfico, a raíz del crimen de 10 músicos indígenas. Y en una concurrida plaza de Tabasco 2000, un hombre fue acribillado en la terraza de un café.
Ningún esfuerzo parece alcanzar para detener la ola de violencia. Tampoco da la impresión de bastar la promesa de que la pesadilla acabará en diciembre.
En Coatzacoalcos, también azotada por el flagelo, el restaurante Toks cerró o está por hacerlo, y -presuntamente- Soriana y Comercial Mexicana. Dos mil 19 fue el año más violento de la historia. En 2018, el costo de la violencia -según el IEOP, en su índice de Paz Global- fue de $5.1 billones (268 mil millones de dólares, ¡24% del PIB!). Poca importancia tiene, de cara a la carnicería, que no se oculten ni “maquillen” cifras. A propósito de la ejecución de Garrido (QEPD), el PRI choco expuso que la población tabasqueña se mantiene en zozobra.
La maldad estruja y destruye el futuro de México.
Y DE MAÑANA…
MÁS DE 400 aspiran a que Evaristo les ponga bypass gratis -paga el pueblo-, aunque según el vocero del Centro, el síndico Gabriel Oropeza “no fue beneficiado”…***COMO BUEN político, Narváez comenzó en la UJAT prometiendo todo: limpiará el nombre de la universidad, castigará corrupción, transparentará finanzas y procedimientos, y atenderá acoso sexual y tráfico de calificaciones…
