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Redacción
El municipio de la Misión es conocido por su riqueza natural y cultural, con una ubicación que destaca por su geografía montañosas que alcanzan grandes alturas, la población etnia otomí enriquece la región con tradiciones, lengua y cultura, plasmados en más de treinta murales pintados en las fachadas tradicionales del pueblo.
En este lugar lleno de color, pero también de realidades, se plasman murales que reflejan profundas historias y emociones relacionadas con la migración a los Estados Unidos en busca de mejores oportunidades, por lo que dejan a las mujeres solas. El colibrí simboliza el vuelo de los migrantes, mientras que una bandera de Estados Unidos con cruces representa las vidas perdidas durante el arduo camino hacia un futuro mejor, se ilustra con la tristeza de los niños que extrañan a sus padres, como en el dibujo de un niño que expresa su añoranza por su papá.
Los murales también destacan elementos culturales y tradicionales, se aprecia una pintura que celebra el Huapango, una danza tradicional, acompañada por la figura de un violín y una pareja que baila al ritmo de esta hermosa música. En alguna otra pared, se representa a la Virgen de Guadalupe, junto con la iglesia de La Misión y elementos de la vida cotidiana y el entorno rural, como una planta de café, chiles rayados, un venado, y una mujer que colabora con su esposo que cocinan en hornos de tierra con madera.
Este pueblo mural es un homenaje a las raíces, las tradiciones y los desafíos que enfrentan las comunidades, especialmente aquellas marcadas por la migración.
Es importante recalcar que, este municipio también es conocido por su el chile rayado, el cual es una preparación culinaria tradicional y emblemática, este platillo forma parte de la rica gastronomía regional y refleja la mezcla de ingredientes locales y técnicas tradicionales heredadas por las comunidades otomíes.