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*CSH hace un llamado dejar atrás la polarización ocasionada por campañas políticas incendiarias
Por la redacción
A los problemas de salud en México, que han originado más150 mil muertos, desempleo, escases de medicinas, confinamiento de la población, hospitales saturados, falta de oxigeno para enfermos de Coronavirus, ahora de sumará en los próximos 4 meses, 41.5millones de spots electorales, expusieron expertos en salud pública, agrupados en el Consejo Supremo Hñahñu (Organización indígena con 50 años de trabajo comunitario).
Desde este lunes y hasta el 5 de junio se transmitirán en radio y televisión 41 millones 501 mil 376 spots de partidos políticos y autoridades electorales, como parte del proceso electoral más grande que el país haya tenido.
Esta lluvia de anuncios políticos serán transmitidos en las tres mil 431 señales del catálogo nacional del INE, que se dividen en dos mil 60 estaciones de radio y mil 371 canales de televisión.
Mientras que en redes sociales, las páginas de los candidatos a un puesto de elección popular y de los partidos políticos, abarcarán todas sus publicaciones, en busca de conseguir la aprobación popular.
Parece que esta crisis humanitaria no le importa a los partidos políticos, que sólo exponen su falta de sensibilidad y responsabilidad al lanzar spots polarizantes, que confrontan y polarizan a los mexicanos; Mismos que ahondan en la deteriorada salud mental de muchos de ellos, quienes han perdido a sus seres queridos.
La salud mental de muchos mexicanos esta en juego, es por eso que exigimos a la autoridades sanitarias emita una opinión oficial al respecto de esta situación y de ser nocivo para la salud de los mexicanos, informar al Jefe del Ejecutivo, al Congreso de la Unión y los partidos ahí representados, así como al Instituto Nacional Electoral.
Ante este escenario que se avecina, el Consejo Supremo Hñahñu hace un llamado enérgico a toda la ciudadanía a la civilidad, y a los partidos políticos a proponer y dejar la denostación, es decir tenemos que diferenciar entre las duras y a veces innecesarias realidades del juego político y la dignidad del ser humano.
