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* Con 26 años de edad, el candidato a diputado suplente por el VII Distrito de Tepeapulco, nominado por el PRI, indica que ser joven «ya no es sinónimo de inexperiencia», y alerta sobre la urgencia de rescatar al campo hidalguense, el cual conoce desde niño, cuando su abuelo lo llevaba de madrugada a labrar la tierra
Por Antonio Ortigoza Vázquez
Especial de Expediente Ultra
Para recuperar una agricultura semiabandonada se requiere revivir programas de apoyo como el Pro-campo y otros, porque la gente prefiere no sembrar; un tractor consume 100 litros de combustible al día y sin programas que sirvan al productor, las tierras seguirán abandonadas, afirma lo anterior Eduardo Javier Baños Pérez, candidato suplente a diputado federal del PRI por el distrito VII de Tepeapulco, quien apuntala sus señalamientos en su experiencia familiar: «Mi abuelo Enrique Baños, me llevó a trabajar la tierra desde que era niño; supe lo que eran jornadas duras, madrugar y no comer a tus horas, sé de lo que hablo».
De 26 años, el aspirante a legislador señala: «Los jóvenes venimos pisando fuerte; antes, ser joven era sinónimo de falta de experiencia, pero ahora yo me considero con las tablas necesarias para legislar y representar a los jóvenes en el Congreso».
LOS JÓVENES DEBEN GENERAR SUS OPORTUNIDADES
Abunda en el tema, consciente de que en cualquier momento tendrá que ser tópico a definir: «Los jóvenes, en estos terribles tiempos, no quieren oportunidades para un año, sino que sirvan para la vida futura. Yo seré la voz de la juventud hidalguense al impulsar iniciativas necesarias para atender las necesidades específicas del sector poblacional al que pertenezco».
Plantea como una tarea legislativa el proporcionar opciones de desarrollo, generándolas desde las carreras que cursan los estudiantes en las diferentes disciplinas. «Y a los jóvenes nos corresponde buscar las oportunidades, capturarlas y hacer así un compromiso de vida».
En cuanto a la situación de la agricultura en la entidad, hace notar que hay condiciones específicas como el clima, la zona de temporal de Apan y los efectos negativos de la eliminación de programas de apoyo clave para la producción, como el Procampo.
URGE REACTIVAR AL CAMPO
Y expone de cara al problema: «Debemos enfrentar, como legisladores, la situación que nos cayó encima con la desaparición de esos programas, porque hoy no es negocio sembrar… el campo es hermoso, pero muy difícil sin apoyo reales, que sirvan, no para hacer ricos a un grupo de favorecidos».
Respecto a la actuación del gobierno estatal en esos asuntos, Baños Pérez, destacó que «ha hecho mucho con pocos recursos y con un Congreso estatal en contra, con poco presupuesto ha sabido ofrecer resultados, enfocado en la eficiencia, con el mayor provecho».
En cuanto a sus méritos personales en función de su nominación a una suplencia al Congreso Federal, coloca en su haber dos licenciaturas: en Derecho y de Cirujano Dentista; además, ha sido parte del Heroico Cuerpo de Bomberos de la ciudad de Pachuca y paramédico voluntario en la Cruz Roja y en la actualidad, Director del Centro Universitario Metropolitano Hidalgo (CEUMH). «Hace tres años, mi padre me pasó la batuta», comenta.
Además de su trayectoria como docente en la misma institución y presidente de la Fundación Unidos Mejoramos Realidades, A.C. es administrador de Plaza Gran Sur.
EXPERIENCIA Y JUVENTUD, FÓRMULA DE ÉXITO
En cuanto al binomio electoral conformado con el candidato propietario a la diputación federal, Héctor Meneses Arrieta -un hombre maduro y un joven entusiasta- dice: «Me llevo muy bien con él, tiene gran experiencia; ha sido presidente municipal, sabe cómo se aplican los programas y conoce a fondo la problemática del distrito. Platicamos sobre los discursos para cada acto de campaña, de cómo vamos, hacemos muy buena mancuerna: lo escucho y me escucha… muy buena química».
También apasionado de la charrería, despide al reportero sin dejar de demostrar su emoción al participar en esta campaña electoral federal, pues dice estar seguro de la aceptación de la sociedad a la formula Meneses- Baños, que comienza a crecer en las preferencias electorales, concluye sonriente y de buen humor.