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+ El “momento definitorio” de Olga Sánchez
Por: Martha Elba Torres Martínez
Si el autoritario presidente López Obrador es tan creyente como dice, en las largas horas atascado en el lodazal habría meditado sobre la pequeñez y fragilidad humana, particularmente la suya. Con todo el poder público, billonario presupuesto y linchamiento cotidiano a opositores, hay fuerzas que lo sobrepasan. Sucedió con la pandemia y las 800 mil muertes innecesarias; ahora “Otis” arrasó con Acapulco y quien sabe con cuántas otras poblaciones que aún no figuran en el recuento de los daños.
El miércoles por la mañana y todavía pegando duro el huracán, aparentemente sin información concreta sobre la magnitud del problema -a huevo que hay comunicación satelital en fuerzas armadas-, al Presidente le dio por un viaje por tierra, tan loco por inexplicable, a Acapulco. Nueve horas tardó en llegar junto con la secretaria de Seguridad, Rosa Isela Rodríguez. Según narró ayer en la “mañanera”, para una reunión de evaluación de los daños con la gobernadora Evelyn Salgado y personal de la Sedena y Marina.
Su odisea contada, no concuerda con el seguimiento del viaje que dieron los medios. Salió en una camioneta negra; en la autopista del Sol tuvo que transbordar a un jeep del Ejército que se atascó en los deslaves a la altura de la comunidad “Kilómetro 39”, se bajó y tuvo que caminar, acompañado de lugareños. Preguntó si podían continuar por la carretera libre rumbo al puerto. Aquí debemos de suponer que en ese tránsito se volvió a atascar y ahí se encontró con los famosos mineros que le dieron el “aventón”. El retorno a la Ciudad de México fue por aire.
En noviembre de 2020, que a Manuel Bartlett, director general de la CFE, le dio por cerrar compuertas y desfogar la presa “Las Peñitas” ubicada en los límites de Chiapas y Tabasco, vinieron las inundaciones en Villahermosa y principalmente en las zonas más pobre de la región. Entonces, el Presidente supervisó en helicóptero, en un entorno mucho más controlado y que le permitió una idea más completa de la devastación.
¿Por qué, anteayer, este loco e inexplicable viaje? Parece que le urgía cambiar de canal con un golpe mediático ante la guerra perdida con el tema de los fideicomisos del Poder Judicial Federal y que serán defendidos ahora, por todas las vías jurídicas, como amparos y recursos de inconstitucionalidad.
Hay quienes opinan que AMLO se puso en riesgo. No lo creo. Soldados y marinos dan su vida por protegerlo y salvarlo de cualquier peligro. Es más, lo habrían cargado en hombros con tal de que no se ensuciara los zapatos.
Me encantó la nota de Francisco Robles de AFP, que -conjeturo-, iba en la comitiva del Presidente: “Bordeando derrumbes de rocas y árboles que tapaban el camino, cambiando de automóviles y en medio de otros obstáculos, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador finalmente completó el trayecto hasta el puerto de Acapulco, en la costa mexicana del Pacífico, incomunicado y devastado por el embate del huracán Otis”. Que travesía y ¡ni los botines se ensució!
En la mañanera de ayer, la secretaria de Seguridad Pública, Rosa Icela Rodríguez, informó de 27 muertos y cuatro personas reportadas como desaparecidas, tres de estos marinos, hasta ahora. Las principales afectaciones son en el sector carretero, seis cierres por caída de árboles, deslaves y desbordamientos de ríos, principalmente en la autopista México-Acapulco y la carretera Chilpancingo-Acapulco. En la zona turística de Acapulco se reportan daños en 80 por ciento de hoteles y negocios.
Mucho, pero mucho dinero se requerirá para reconstruir este importante balneario del Pacífico mexicano. La lógica política indica que sea rápido y suficiente, no solo por la temporada alta de turismo que ya viene, sino por las elecciones del próximo año. Y ojalá no suceda como en Tabasco, que tardaron más de un año en entregar los apoyos a damnificados.
Los daños tan solo en la zona hotelera de Acapulco se calculan entre los 10 mil y 15 mil millones de dólares, de acuerdo a Chuck Watson, modelador de desastres de Enki Research, en una nota que publicó El Financiero…
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Finalmente, luego de cinco años de avalar primero desde la Segob, y luego desde la Cámara Alta, la desmantelación de las instituciones democráticas y el constitucionalismo del país, a la ministra en retiro y senadora, Olga Sánchez Cordero, le llegó este martes “uno de esos momentos definitorios” en su persona y votó en contra de la eliminación de los fideicomisos del PJF, pero sobre todo alertó desde su postura de ex togada y militante de la 4T, del avasallamiento de dos Poderes -Ejecutivo y Legislativo- en la administración interna del tercer Poder.
En su intervención en tribuna para razonar el sentido de su voto, expresó su defensa a “un principio de republicanismo, el de la autonomía de los Poderes de la Unión para definir sus propias formas, tiempos y modos de administración. Vengo a defender a los y las trabajadoras del Poder Judicial de la Federación; vengo a hablar en favor del respaldo constitucional y la salvaguarda de sus derechos”, sostuvo.
Sánchez Cordero vino a advertir del rompimiento del republicanismo forjado desde 1824, para reimplantar el poder absoluto, omnímodo y centralista de esta especie de monarquía presidencial que ya controla el Poder Legislativo y busca someter al Judicial.
No son -desde mi mirada- los 15 mil millones de pesos de los fideicomisos del PJF, lo que mueve a López Obrador. No. Es el ejercicio libre de un Poder con autonomía plena, que no se somete y ni se achica ante él. Por eso, las ministras y ministros de la Corte -incluidos sus incondicionales Arturo Zaldívar, Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz- no renuncian a sus percepciones; por eso, en voto mayoritario, le rechazan reformas chafas; por eso, todos los que trabajan para este Poder, desde magistrados y jueces para abajo, defienden sus conquistas laborales.
¡Claro! No están -salvo vergonzosas excepciones- al servicio del Presidente, sino de la justicia y de todos los mexicanos.
Leí en “Bajo Reserva” de El Universal que el “momento definitorio” de Sánchez Cordero le costará la reelección como senadora de Morena. Que malo que en este partido tan “decente”, todo lo vean en función de cargos y de estar enchufado al presupuesto. Por lo menos que le pregunten a Olga si pretendía reelegirse y aun así, decidió que no… por lo menos con el guinda…
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Este domingo, Movimiento Ciudadano realiza en la Plaza de la Paz de Morelia, un evento llamado “Los Súper Jóvenes”, donde chavas y chavos se podrán sumergir en un espacio de aprendizaje, participación y empoderamiento, expresó César Stevens, delegado estatal de los jóvenes.
Le pregunté sobre el festín musical del “Jalofest”: -Me encantan los conciertos, pero malo que el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla gaste en este tipo de eventos cuando hay tantas necesidades entre los jóvenes.
Toño Carreño Sosa, el coordinador estatal del Naranja, reprobó que el mandatario morenista hable de hacer de los conciertos, una política pública y se desentienda de la inseguridad que prevalece y se incrementa en Michoacán.
De acuerdo al riguroso conteo de asesinatos en la entidad que realiza el periodista y colaborador Sergio Cortés Eslava, el pasado fin de semana que Bedolla anduvo “enfiestado”, se registrados 17 homicidios en nueve municipios, para sumar 82 muertos en este mes de octubre.
Yo no sé qué piense el presidente López Obrador de su frívolo y descuidado gerente en Michoacán, pero si se nota lo que piensan las y los michoacanos…
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Y resulta que a la bancada del PAN en el Congreso local también le llegó un “momento definitorio” y votó a favor del nombramiento como Auditor Superior de Michoacán, ¡de un compadre de Bedolla!
Desde luego, que la decisión extraña de los azules, puso fúricos al PRI y PRD en el Frente Amplio por México.
En una rueda de prensa conjunta, los dirigentes perredista y priísta, Octavio Ocampo y Guillermo Valencia, respectivamente, convocaron al PAN a fortalecer el Frente desde la congruencia, el respeto y no fracturar acuerdos; y le pidieron a Cuquita Cabrera, que fije una postura responsable que permita nuevamente recuperar la confianza de quienes integran el FAM y la ciudadanía, esto luego de la votación que hizo la bancada del PAN para elegir al Auditor Superior.
La senadora Xóchitl Gálvez vendrá al estado, el 4 y 5 de noviembre, y a ver qué cuentas le da Marko Cortés, por lo que hace su hermano menor, David, en el Congreso…
